El 'peluso' detenido por el tiroteo de Pajarillos en Valladolid queda en libertad sin cargos
Las contradicciones de los testigos y la ley del silencio que rodea el caso impiden situar al joven, contra el que se emitió una orden de búsqueda, en el escenario
La investigación en torno al tiroteo registrado el pasado 2 de agosto a las puertas de un desvencijado inmueble del 29 de Octubre, situado ... en la esquina de las calles Zorzal y Villabáñez, ha vuelto a la casilla de salida al desterrarse las pruebas testificales que condujeron en la tarde del lunes a la detención de un posible sospechoso, al que algunos testigos situaron inicialmente en el escenario, pero que después no pudieron corroborarlo. Así que los propios policías, sin pasar siquiera ante el juez, acordaron apenas unas horas después de su arresto la puesta en libertad del 'peluso' Álvaro G. G., de 28 años. Contra él llegó a dictarse una orden de búsqueda y captura que motivó su detención en las inmediaciones de su domicilio en la barriada del 29 de Octubre. La ausencia de pruebas directas y de testigos obligaron finalmente a dejarle en libertad.
La investigación vuelve al punto de partida y se suma a la abierta por los disparos registrados en el mismo lugar en febrero
Así que vuelta a empezar para los investigadores de un caso que desde el primer momento estuvo lastrado por la ley del silencio imperante en la barriada de Pajarillos y las «numerosas contradicciones» de los pocos testigos que declararon en las horas siguientes a los hechos. Estos ocurrieron a media tarde de aquel primer lunes de agosto a las puertas del número 18 de la calle Zorzal. Allí, en el portal, se produjo un rifirrafe entre tres hombres y un inmigrante senegalés de 43 años, cuya intención era acceder al bloque para visitar a los compatriotas que malviven en un piso ocupado de la primera planta. Estos le negaron el paso a él y a una mujer que quería también subir y la posterior discusión la zanjó uno de los 'posibles' vecinos con una escopeta, con la que disparó al cooperante, que recibió varios perdigonazos en el estómago, el hombro y la barbilla. Sufrió lesiones graves, pero pudo contarlo.
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Ausencia de pruebas
Los autores huyeron. Y hasta hoy. El único sospechoso detenido hasta la fecha fue puesto en libertad a las pocas horas de dictarse una orden de búsqueda contra él y de ser detenido. Fuentes policiales explicaron ayer que el joven 'peluso', al parecer, ya había prestado declaración ante el juez por esta causa y, aunque efectivamente se ordenó su busca y captura, finalmente no existen pruebas físicas o testigos que le sitúan en el escenario del tiroteo de Zorzal.
De manera que los agentes tienen de nuevo sobre la mesa la investigación tanto de estos hechos, ocurridos el 2 de agosto, como del tiroteo registrado en el mismo escenario el 22 de febrero, cuando autores desconocidos, que aún lo son, dispararon a uno de los inmigrantes senegaleses que residen en el piso ocupado.
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