Por Marruecos en un 'cuatro latas'

Dice su cuentakilómetros que este coche que prestó servicio en un taller no tiene ni siquiera 60.000 kilómetros cumplidos. A pesar de eso, sin embargo, estos dos estudiantes de la Universidad de Valladolid han tenido que hacerle varias mejoras ayudándose de un amigo mecánico. Y es que las diez etapas de Uniraid, competición con carácter benéfico en la que van a participar, atraviesan la cordillera del Atlas, surcan las dunas del desierto... «Se trata de un itinerario de nueve días por el desierto de Marruecos en turismos de más de 20 años», presentan los organizadores.

Por si alguno pensaba que era un paseo, ya les advierten de que habrá un poco de todo: «Dormiremos cuatro noches en hoteles, tres en campamentos organizados en medio del desierto y una noche, la de la etapa maratón, en vivac libre rodeados de dunas. El reto: superar las siete etapas con solo un ‘roadbook’, un mapa y una brújula».Además, llevarán material escolar, ropa y otros utensilios con destino a la Escuela Al Akwam, un poblado ubicado en el desierto.

Íñigo estudia Administración de Empresas y Asís, Derecho. Nada que ver, por tanto, con la mecánica. Así que se han dejado asesorar y han equipado el vehículo con un cubrecárter, para que el terreno pedregoso no provoque una avería seria, anillas de remolque, una buena baca en la que cargar lo máximo posible, focos para la etapa nocturna... Y por supuesto unas gomas aptas para los terrenos más complicados, que serán sustituidas, entre Valladolid y Algeciras, por unos neumáticos normales.

Nunca han participado en una aventura similar, pero eso no quita para que estos chicos, que han tomado el nombre del equipo de un patrocinador,Desguaces Cano, se hayan preparado a fondo. Ya tienen previsto llevar una lata de gasolina de 25 litros, por ejemplo, porque el Renault 4 consume, han calculado, unos 10 litros a los cien. También han cableado el coche para que el mechero les sirva para cargar el móvil, por ejemplo. Y es que ya lo decía El Norte en junio de 1983, cuando informaba de que se habían vendido ya 7 millones de R-4 en el mundo, «600.000 de ellos aportados desde las factorías de Fasa Renault de Valladolid», es un coche que «adopta solamente aquellos accesorios que sean estrictamente necesarios. Todo en el Renault 4 es sencillo de manejo, cómodo y muy funcional».

Una ventaja sí se van a encontrar estos dos aventureros en la «concepción robusta, sencilla, fiable y, sobre todo, económica» del R-4, «un vehículo polivalente por excelencia»: según El Norte de 1983, es un coche «amigo del asfalto y del campo». Ideal, por tanto, para lanzarse a la aventura. Aunque sea 35 años más tarde.