Un lío burocrático deja atrapados y sin avión a los niños saharauis que venían a pasar el verano a Valladolid
Un problema con los visados afecta a los casi tres mil menores de los campamentos de refugiados que participan en toda España en el programa Vacaciones en paz
El aterrizaje estaba programado para este jueves, a las 15:45 horas, en el aeropuerto de Valladolid. Con salida desde Tinduf (en Argelia), el avión ... debía trasladar a los niños saharauis (de entre 8 y 12 años) que pasarían sus vacaciones de verano en Valladolid. En total, 36 chavales en tierras vallisoletanas. Hasta 147 Castilla y León. Sin embargo, un monumental lío burocrático ha dejado a los niños en sus aldeas de origen y sin apenas información a las familias que tenían previsto acogerlos aquí. El vuelo se ha suspendido sin una fecha alternativa y, lo que preocupa más a las asociaciones de amigos del pueblo saharaui, sin que desde las autoridades españolas y argelinas hayan informado de cuándo se va a resolver una situación que afecta a cerca de tres mil menores en todo el país.
«El pasado 27 de junio estaban previstos los primeros viajes, con destino a Madrid, Barcelona y Extremadura», cuenta Blanca López, presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Valladolid. Casi una semana después, esos vuelos de momento no se han recuperado. El domingo debían haber salido los 218 niños que pasarían su verano en el País Vasco. Tampoco hay noticias sobre cuándo se puede retomar ese vuelo. Este jueves le tocaba el turno a los niños no solo de Castilla y León, sino también de Alicante. También suspendidos.
¿Por qué? «Nadie nos ofrece información clara», censura López. Y esta crítica llega también desde otras asociaciones, como Oporrak Bakean (Vacaciones en Paz), el colectivo que trabaja en el País Vasco. La explicación que les han dado allí es somera: «La embajada española de Argelia sigue colaborando con el gobierno africano para completar el procedimiento, cuyas causas de demora son todavía desconocidas». Un tapón burocrático ha retrasado la tramitación de los visados y pasaportes, de los permisos necesarios para viajar desde los campamentos de refugiados del Sahara hasta España.
«Cuando la Junta nos entrega el informe favorable de las familias de acogida, nosotros llevamos toda la información a la subdelegación del Gobierno, para que nos firme el visado», explica López, quien añade que una copia de ese documento se envía a la embajada española en Argelia. «Nos han dicho que hay comunidades en las que se ha retrasado la entrega de los visados y que eso nos ha perjudicado a todos. Pero tampoco nos lo dicen de forma clara». El caso es que este jaleo en la documentación necesaria para viajar ha provocado retrasos en los vuelos. «Lo peor es que no es algo nuevo. Desde la pandemia se ha retrasado en varias ocasiones la llegada de los niños, lo que les quita de días e incluso semanas de vacaciones. Hubo un año que llegaron el 18 de julio», indica López.
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, aprobó el pasado 14 de junio «las instrucciones necesarias para autorizar la residencia temporal de los menores de origen saharaui y la concesión de visados de estancia a los monitores que los acompañarán durante su permanencia en España por un período de tres meses en el marco del Programa 'Vacaciones en Paz 2025'», informó La Moncloa hace tres semanas. Pero todo ese papeleo se ha demorado.
Este retraso trastocará las primeras actividades programadas aquí. El día 7 estaba cerrada una recepción en el Ayuntamiento de Valladolid y el día 9, una más en la Diputación. Pero, sobre todo, preocupan las fechas que tenían cerradas en la Clínica Baviera, que colabora con revisiones oftalmológicas para los menores. En principio, las consultas se celebrarán el 7 y 8 de julio, pero si los aviones se retrasan, habría que buscar otros días, con todo el trastorno que eso supone, ya que se trata de 37 menores, dos de ellos, con graves patología en la visión. Además, el día 10 habían concertado citas en una peluquería de Las Flores para cortar el pelo a los chavales.
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«Los niños siguen en sus casas, sin que tampoco les den información de cuándo van a poder viajar. Este miércoles hablamos con varias familias allí que nos decían que nadie les había informado de cuándo pasaría el autobús a buscarlos para llevarlos hasta el aeropuerto de Tinduf». Allí, en los campamentos del desierto, hay varios integrantes de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Valladolid. «Todos los años nos acercamos para preparar el viaje y hablar con las familias antes de que cojan el avión. Luego, se vienen con ellos. Ahora, están allí, alojados en familias y sin saber tampoco cuándo podrán venir a Valladolid». El problema, destacan, es cómo ahora en verano se complican las condiciones de vida en los campamentos, con temperaturas que alcanzan los 50 grados.
Los 36 niños que este verano llegan a Valladolid (hay siete familias nuevas este año en el programa) estarán aquí hasta el 1 de septiembre. «La fecha de regreso es inamovible. Así que, cuanto más se retrasa su llegada, menos tiempo podrán disfrutar aquí», lamentan desde el colectivo de estas Vacaciones en Paz, quienes confían en que la situación se pueda reconducir de forma breve con la resolución del papeleo que permita a los niños coger esos aviones de viaje a España.
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