El jurado declara culpable de asesinato con premeditación al vallisoletano que mató a su expareja en Bruselas
Ha tardado tres horas en dictar sentencia en el caso del crimen de Teresa Rodríguez en 2022, aunque hasta este viernes no se sabrá la pena que se impondrá a César Arribas
El jurado popular ha concluido este jueves que César A. C., ex guardia civil, es culpable de haber «asesinado voluntariamente y con premeditación» a su ... expareja, la vallisoletana Teresa Rodríguez Llamazares en octubre de 2022. Los doce ciudadanos belgas elegidos al azar -ocho hombres y cuatro mujeres- han llegado a esta decisión tras tres horas de deliberación. Aún queda por saber la pena que se impondrá al joven de 26 años y que acuchilló a la joven más de cien veces hasta causarle la muerte. La decisión se conocerá mañana, en una deliberación que comenzará a las 9.00 horas de la mañana.
El jurado ha considerado probada la culpabilidad del acusado, que confesó el crimen y cuyo ADN apareció en la escena del crimen. También la premeditación, acreditada con las búsquedas de internet que César A. C. llevó a cabo la noche anterior sobre cómo matar a una persona con un arma blanca y la nota de despedida a su familia que no llegó a enviar y en la que pedía perdón a la familia de la víctima «por lo que iba a pasar».
Tres años han pasado desde el suceso, que tuvo lugar el 27 de octubre de 2022 en la capital belga y seis jornadas de sesiones en el Palacio de Justicia, por el que han pasado a declarar el acusado, la familia de la joven y amigos de ambos, además de expertos médicos, toxicólogos y psiquiatras.
Antes de que el jurado se marchara a deliberar, César A. C. aprovechó su derecho a la última palabra para pedir nuevamente perdón a la familia de la joven enfermera. «Lo siento profundamente. Arrebataros a Teresa fue lo más horrible que pude hacer y no hay un día que no me arrepienta de ello (...). Daría todo por volver atrás y que nunca hubiera ocurrido», ha afirmado.
En una extensa carta que leyó despacio y entre sollozos, el ex guardia civil dijo «ser consciente» del dolor y el sufrimiento causado y aseguró que «seguirá purgando su pena en prisión con intención de resarcirnos y reparar un enorme daño que sé que siempre será irreparable». Continuará también su tratamiento psicológico, «esencial para entender lo que hice, poder continuar y con la esperanza de que algún día me llegue a perdonar a mí», pero destacó que «lo más importante es que Teresa merece justicia, por la mujer que fue y por la que hubiera sido, para que su memoria y su recuerdo sea honrado y nunca olvidado».
Los hechos
Teresa se trasladó a Bruselas en junio de 2022 para completar sus estudios como enfermera especializada en oncología en el Instituto Jules Bordet. La joven estaba ilusionada con esta nueva etapa y decidió poner fin a la relación con César A. C. a finales de septiembre debido a la distancia. Tras la ruptura, él viajó a Bruselas con la intención de reconquistar a la jóven e insistió en quedarse en su casa. Según las amigas de la víctima, Teresa se sentía «incómoda» ante esta situación, pero no sabía cómo decirle que no. El día 26, el ex guardia civil decide coger una habitación de hotel para dejarle espacio.
Finalmente, tal y como admitió el acusado durante el juicio, la mañana del 27 de octubre él acude a la casa de la joven y consigue que ésta le abra la puerta con la excusa de que se ha olvidado allí unos carnets. Una vez en el apartamento, César A. C. coge unos cuchillos y ataca a Teresa hasta acabar con su vida. Después, sale por una ventana con intención de suicidarse -según su versión- y cae al vacío, sufriendo una fractura de tibia y una conmoción cerebral.
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