La madre de la enfermera asesinada en Bruselas, sobre el acusado: «Miente todo lo que puede y más»
La familia de la joven Teresa Rodríguez lamenta las dificultades con las que se encuentran en un proceso judicial que transcurre en otro país y con un idioma distinto
Lorena Arias Duque
Bruselas
Viernes, 10 de octubre 2025, 17:55
Era la primera vez, después de tres años, que Blanca Llamazares y Juan Carlos Rodríguez regresaban a Bruselas por el proceso judicial del asesinato, en ... octubre de 2022, de su hija, la enfermera vallisoletana Teresa Rodríguez, a manos de su expareja, César Arribas Calvo. Lo hacían arropados por familia y allegados para afrontar el juicio contra el autor confeso del homicidio, que empezó este jueves, 9 de octubre, en el Palacio de Justicia de la ciudad. Visiblemente afectada, Blanca Llamazares afronta este proceso judicial esperanzada, pero con la sensación de que el sistema judicial belga favorece a la defensa más que a la acusación y con una desconfianza rotunda respecto a las alegaciones del procesado.
«Parece que todos los derechos los tiene el acusado», se lamenta la madre, que se encoge de hombros ante las complejas estructuras del sistema belga. «Nosotros ni siquiera acusamos de nada, solo somos parte civil y lo que hacemos es contar un poco nuestra historia», explica Blanca, haciendo referencia a que, en efecto, en Bélgica no es posible solicitar penas de privación de libertad a través de una acusación particular, sino mediante la Fiscalía, cuya representante leyó el acta de acusación durante la primera parte de la jornada del jueves y puso a los presentes al corriente de los hechos e investigaciones en torno al caso. A este aspecto se suma la falta de paridad en el jurado popular, conformado por ocho hombres y cuatro mujeres. «Nosotros no hemos tenido poder de decisión sobre los miembros y yo sé que la defensa sí ha podido vetar a los que no le gustaban», apunta Llamazares.
Tras las primeras declaraciones, que corresponden, en primer lugar, a las del acusado y, a continuación, a las del hermano y los padres de la víctima, la madre señala que aún es pronto para sacar conclusiones con fundamento, pero si algo le ha quedado claro después de escuchar el testimonio de César Arribas, quien declaró entre lágrimas, es que «el acusado miente todo lo que puede y más». El joven, que ejercía como guardia civil en prácticas hasta el momento del asesinato, tras el cual fue expulsado del Cuerpo, dio su versión de los hechos desde que en marzo de 2019 conociera a Teresa, mientras ambos realizaban sus estudios universitarios, hasta que el 27 de octubre de 2022, tras haber llegado a Bruselas «para intentar reconquistarla» después de su ruptura, accediera a su apartamento para quitarle la vida con más de 150 puñaladas que asestó por todo su cuerpo con dos cuchillos y, posteriormente, saltar desde una ventana del edificio.
Blanca Llamazares, que no ha querido estar presente en la sala durante varios de estos relatos, aprovechó su turno de palabra para trazar ante la audiencia su propia versión de los hechos y desestimar algunos de los datos que previamente había dado el acusado.
Por ejemplo, que la ruptura de la relación no ocurrió el 21 de septiembre de 2022, como indicaba César Arribas, sino días antes, puesto que él mismo le habría llevado flores a Blanca en su cumpleaños y, al contárselo a su hija, ella le habría confesado que ya no estaban juntos. Por otra parte, el acusado afirmó tener conocimiento de que la compañera de piso de Teresa «tenía que irse en esos días (en torno a la fecha del crimen) porque había fallecido su abuela», pero que desconocía «si ya había abandonado o no el apartamento» el día que entró para asesinar a su expareja. Llamazares también ha refutado esta versión: «César sí sabía que la compañera de piso ya se había ido. Sabía que mi hija estaba sola».
El juicio se extenderá hasta el día 16 o el 17 de octubre, cuando se llevarán a cabo las audiencias de sentencia y se espera que se emita una condena contra el asesino confeso de Teresa, quien se enfrenta a una pena de cadena perpetua. El proceso se ha hecho esperar hasta finales de este año, a pesar de que la familia estaba «casi entre los primeros números de la lista» y considera que «se podría haber agilizado mucho más». La madre de la víctima ya expresó durante su declaración ante la corte la dificultad añadida de tener que trasladarse a otro país, con una legislación particular y un idioma diferente, apuntando que la situación se agravaría de no ser porque tienen «la capacidad económica para enfrentarla y (en su caso) un conocimiento suficiente del idioma». «La desgracia nuestra es tan grande como para que encima nos haya pasado en Bruselas, que es un sitio complicado a nivel judicial. Al menos yo tengo la suerte de que hablo bien francés», añade Llamazares.
Es la primera vez, después de mucho tiempo, que Blanca y su marido, Juan Carlos, se reencuentran con el hombre que quitó la vida a su hija de 23 años en la capital belga y la escena se prolongará durante casi una semana. Días antes, el matrimonio había viajado hasta Bruselas no con fines judiciales, sino para la inauguración en el Parlamento Europeo de la exposición 'ENDELEA: La vida de Teresa', que se trasladó el día 2 de septiembre a la sede de esta institución desde la Universidad de Valladolid, quien ha colaborado en su confección junto con la familia para contar, a través textos y fotografías, la historia de la joven enfermera.
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