El asesino confeso de Teresa pide perdón a la familia «por el terrible acto que cometí»
El exguardia civil César Arribas, que se sienta en el banquillo del Palacio de Justicia de Bruselas, alega que actuó en un estado de «agitación»
Casi tres años han hecho falta para que dé comienzo el juicio contra el ex guardia civil César A. C., autor confeso del asesinato de ... su expareja, la vallisoletana Teresa Rodríguez Llamazares, de 23 años, en su piso de Bruselas. La sala de audiencias del Palacio de Justicia de la capital belga ha acogido este jueves la primera jornada del juicio, en la que ha declarado el acusado, para quien el Ministerio Fiscal pide cadena perpetua por un delito de asesinato con premeditación. «Estaba tan fuera de mí que no sabía lo que hacía», ha afirmado César A. C., quien durante la sesión ha pedido perdón a la familia: «Os pido perdón por el terrible acto que cometí. Me va a costar mucho entender por qué lo hice y jamás llegaré a perdonarme».
Los hechos juzgados se remontan a finales de octubre de 2022, cuando César A.C. viajó a Bruselas para visitar a Teresa, con la intención de reconciliarse y retomar su relación, que había acabado apenas un mes antes. Compró los billetes de avión tres días después de la ruptura: «Yo quería verla, estaba dispuesto a todo. Quería hacer un gesto para mostrarle que quería apostar por lo nuestro y reconquistarla», ha asegurado el acusado, de 26 años y que lleva desde entonces en la prisión belga de Haren.
El ex guardia civil, entonces asignado al puesto de Portillo, insistió en alojarse en el piso de la joven durante su visita a la capital belga. «Yo no quería forzarla, pero estaba ciego por el amor, era una obsesión», apunta. En esa misma vivienda, a primera hora del 27 de octubre de 2022, César A. C. acabó con la vida de Teresa, asestándole más de un centenar de puñaladas. Después se descolgó por una ventana y cayó al vacío desde el quinto piso, lo que le provocó una fractura de la tibia y una conmoción cerebral. «Quería buscar la mayor altura posible para tirarme. Me quería suicidar», defiende el acusado.
La idea del suicidio rondó por la cabeza de César el día antes del crimen, cuando se dió cuenta de que la relación con Teresa había llegado a su fin. «Pensé que no había un día después, que mi vida había acabado y en la causa del fin de mi vida… y lo asocié con ella. Es horrible», reconoce el acusado, que habló con la voz entrecortada y se secó las lágrimas en numerosas ocasiones durante la declaración. La familia y amigos de Teresa, presentes en la sala, han escuchado atónitos las palabras del autor confeso del crímen. Todos ellos lucían broches con forma de mariposa en los que se leía la palabra 'Endelea' (seguir adelante en suajili), en recuerdo de Teresa.
Visita sorpresa
La joven, de 23 años, se había mudado a Bruselas apenas unos meses antes. Era enfermera, hablaba francés a la perfección y había logrado un contrato en el Instituto Oncológico del Hospital Jules Bordet. Tenía nuevos amigos y vivía en el extranjero -una experiencia que siempre había querido tener-. Fue a finales de septiembre cuando decidió cortar la relación con César A. C. por videollamada, asegurando que la distancia era un problema. «Yo le dije que tenía sentimientos por ella y que quería hablar cara a cara para cerrar esa etapa», ha declarado el acusado.
El antiguo guardia civil admite que, durante su estancia en Bruselas, «vio gestos» que le hicieron pensar que Teresa estaba incómoda con su presencia, por lo que decidió abandonar su casa y alojarse en un hotel. En su teléfono, aquella noche, el acusado buscó en internet «Cómo matar a una persona'; y entre sus archivos, los investigadores encontraron una carta dirigida a su familia que no llegó a enviar y en la que «les pedía perdón por lo que estaba a punto de ocurrir».
A las seis de la mañana del día siguiente, el joven volvió al domicilio de la víctima y «estaba fuera de mí». Según su relato, agarró dos cuchillos de la cocina y se dirigió al dormitorio, donde se encontraba Teresa. Una vez allí, apagó la luz «para no ver y que ella no viera lo que iba a hacer» y la atacó de forma brutal. Preguntado por varios detalles de la escena del crímen, César A. C. ha asegurado que «estaba en un estado de agitación» y que «no puede entrar en detalles porque todo ocurrió muy rápido».
La familia de la víctima ha puesto en duda la versión dada por el acusado durante su intervención. El hermano de la joven afirma que Teresa ya le comunicó su intención de romper con César A. C. antes de mudarse a Bruselas, en junio de 2022. La madre de la víctima, por su parte, define a la expareja de su hija como «una persona controladora» y apunta que -durante su declaración- el acusado «no siempre ha dicho la verdad».
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