Valladolid
Un incendio se queda a pocos metros de las chabolas de Juana Jugan: «Así no podemos estar, esto es un peligro»Los chabolistas trataron de apagar el fuego hasta la llegada de los Bomberos a la zona
«Me he dado cuenta del humo y he visto que el fuego estaba muy cerca. Así que nos hemos puesto a intentar a apagarlo ... y hemos llamado a los Bomberos». De esta forma resume el chabolista Marcos Barrul lo ocurrido sobre las 17:00 horas en el poblado en el que lleva residiendo «toda la vida», un asentamiento que ha estado a punto de terminar calcinado por un incendio que se ha quedado a pocos metros de las precarias viviendas.
Este incendio es solo uno más de los numerosos fuegos que se han declarado en esta zona, pero en esta ocasión las llamas se han acercado demasiado a las chabolas en las que residen «cinco familias», según palabras de los propios chabolistas, que han estado a punto de ver arder su lugar de residencia por causas que se desconocen. «A lo mejor se ha prendido algo con un cristal», apuntaba Marcos Barrul mientras los Bomberos se afanaban en apagar el fuego.
Una bomba forestal, dos nodrizas y nueve efectivos de los dos parques de bomberos de la ciudad se desplazaron al lugar para intentar apagar el fuego en una zona ubicada entre Pinar de Jalón y Las Delicias al que también se desplazó la Policía Municipal.
«Así no podemos estar. Esto es un peligro. Aquí hay niños pequeños». Con estas frases recibieron los chabolistas de Juana Jugan a los agentes que acudieron al poblado en el que residen. Una de esos chabolistas es Magdalena Barrul, que asegura haber tenido mucha suerte de que no se propagaran las llamas, ya que las chabolas se encuentran ubicadas junto a un enorme montón de madera, lo que podía haber complicado el incendio. «Ha faltado poco para que llegara a la chabola de mi prima y menos mal que no ha llegado porque aquí al lado hay mucha madera», señala esta mujer.
¿Y quién tira la madera junto a las chabolas? Magdalena Barrul responde a esta pregunta de esta manera: «Viene gente. Se meten con furgonetas o coches, nos lo tiran todo y se escapan», explica esta mujer, que, como todos los residentes en el poblado, reclama mejoras para su calidad de vida y para la de sus vecinos. «Aquí he criado yo a mis cuatro niños y estamos viviendo sin agua», concluye Magdalena.
Finalmente, fueron necesarias tres horas de trabajo de los Bomberos para apagar el fuego por completo, que se quedó a solo tres metros de las chabolas. Los efectivos desplazados señalan que la rápida intervención de los chabolistas, que cercaron su lugar de residencia con tierra al ver cerca las llamas, fue crucial para que el fuego no afectara a las chabolas.
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