Valladolid
La banda del BMW aprovechó los incendios de Zamora para perpetrar más robosLos asaltantes exprimieron la desgracia en la zona con nuevos saqueos, mientras la Guardia Civil se centraba en los afectados
Premeditado o no, los asaltos se perpetraron con la Guardia Civil de Zamora pendiente de otros asuntos. Concretamente por los incendios forestales que arrasaban su ... provincia. Porque en esos días, sobre todo durante el puente de la Asunción de la Virgen, son varios los negocios de distintos municipios los que amanecieron asaltados.
Bajo la sospecha, según fuentes de la investigación, volverían a estar componentes de la banda del BMW. O lo que es lo mismo, los exreclusos que el pasado 14 de febrero ayudaron a fugarse al narcotraficante extremeño Ángel Benito de la prisión de Villanubla. Es la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil después de un 'modus operandi' similar en todos los hechos. Empiezan con el robo de un coche, casi siempre del grupo Volkswagen, para continuar con una ronda de asaltos en rutas aleatorias y que se extienden más allá de los límites de Valladolid, su provincia de origen.
Antes de Zamora, una situación similar se vivió en las provincias de Palencia y Burgos. Fue a principios de mes con los estancos como objetivo potencial de una banda compuesta por unas seis personas, aunque esos palos, que siembran el terror en la comunidad, actúan unas tres personas.
En Burgos llegaron a perpetrar varios robos en una misma noche que empezó con un coche robado para tirar dirección norte en busca de tabaco. Lo consiguieron en municipios como Castrillo de la Vega o Estépar, después de reventar las puertas de acceso con mazas y saquear el local en cuestión de minutos. No había alarma o niebla antirrobo que impidiese el golpe. Una noche de robos, con un suculento botín, que acabó con el coche utilizado totalmente carbonizado en Corcos del Valle.
Desde entonces pasaron dos semanas hasta los nuevos palos: los recientes de Zamora y con las llamas en sus montes.
Una de sus últimas incursiones delictivas, según sospecha la Guardia Civil, también se dio en Valladolid a finales de junio con asaltos en la misma noche: tres coches robados y dos asaltos, uno en una óptica del Paseo de Zorrilla de la capital y otro en un restaurante de Arroyo.
Según la investigación, fueron directamente al número 49 del Paseo de Zorrilla para reventar el bombín y arrasar con las existencias de Opticalia. En cuestión de escasos minutos, según apuntan desde la empresa, se apropiaron de un botín conformado por gafas de sol y la máquina registradora. Eso fue sobre las 3:00 horas. «Nos han dicho que eran tres personas encapuchadas», recalcaban desde el negocio ubicado en el corazón de la capital hace dos meses.
Dos horas después, la acción delictiva se trasladó hasta Arroyo de la Encomienda. Concretamente al establecimiento hostelero Groove de la calle Severo Ochoa. Allí, el mismo 'modus operandi' se volvió a poner en práctica para saquear en «tres minutos» el local. En esta ocasión, cámaras de vigilancia se ve cómo fuerzan la puerta principal para ir directamente a aquellas máquinas en las que podía encontrarse dinero. Una de las primeras dianas fue la tragaperras. «Es blindada», agregaban desde el local. Pues ante la imposibilidad de sacar la recaudación, al parecer, optaron por cargarla íntegramente en el maletero, en una imagen surrealista que, según añaden desde la zona, fue filmada por un vecino del inmueble.
Un hecho que de confirmarse ya pusieron en práctica en 2022, antes de entrar en prisión, en una gasolinera de Tordesillas a la que saquearon y desde la que se llevaron una máquina asomando por el maletero.
En junio de este año, estos miembros volvieron a la carga. Precisamente después de ser detenidos tras una primavera repleta de decenas de robos. Fue el inicio de un año cargado de delincuencia en Valladolid y que ya se extiende por provincias limítrofes. Eso sí, a los primeros hechos la propia Guardia Civil sí que se los atribuye a los exreclusos que ayudaron al narco extremeño en su plan de huida de Villanubla.
La delincuencia ha aumentado en la provincia en los últimos meses, una vez que este renovado grupo criminal ha vuelto a la carretera. Decenas de coches sustraídos para perpetrar alunizajes en establecimientos de la provincia y, sobre todo, el barrio de Parquesol en la capital vallisoletana. Para este grupo no hay nada al azar. Hay análisis y vigilancias antes de dar los palos que hasta el momento, según las investigaciones de la Guardia Civil, les dejan suculentos botines como los 60.000 euros en tabaco de un estanco de Alaejos, 25.000 euros en perfumes de una peluquería de Laguna y recaudaciones de máquinas tragaperras, entre otros aspectos.
A principios de mes asaltaron estancos en Burgos
La información introductoria del instituto armado era tan amplia que ya aventuraba en marzo el proceder de los sospechosos para centrar las posibles dianas de los delincuentes en negocios que ya habían sido víctimas de este grupo en años anteriores. Buscaban no abandonar su zona de confort, donde se sienten cómodos, con seguridad e impunes, aunque eso no quitaba para sus excursiones por Zamora, Palencia y Burgos.
Es más, la Guardia Civil tiraba de números en sus primeros informes de este año para recalcar los centenares de robos con fuerza cometidos en Valladolid por este grupo. «Podríamos hablar de más de medio centenar de coches robados del grupo Volkswagen... Pudiéndose valorar sus daños en miles de euros en establecimientos, vehículos e infraestructuras», se agrega en los primeros atestados.
Los primeros indicios
Hasta ese momento todo eran indicios. Detrás de la realidad que se palpaba en marzo aún no había nombres, ni sospechosos. Solo había víctimas entre las que se contabilizaban ya una quincena de sustracciones de vehículos y una decena de robos en comercios. Por ejemplo, el 17 de marzo se intentó robar en el bar Castilla de Tordesillas. Una nueva tentativa tuvo lugar en el bar Enbela de Alcazarén y un supermercado DIA de Mojados (18 de marzo). Más efectivo para sus intereses fue el 21 de marzo con robos en un Telepizza de Valladolid y en bares de Santovenia y Fuensaldaña. El 14 de marzo se apoderaron de 60.000 euros en tabaco de un estanco de Alaejos y de las tragaperras del bar Hidalgo de La Seca (días más tarde volvieron a saquearlo), mientras que el 27 de marzo efectuaron un alunizaje en la Perfumería Avenida de Íscar después de robar un Seat Ibiza en la misma localidad en la misma noche.
Fueron ejemplos que obligaron a la Guardia Civil a moverse, como tal vez lo estén haciendo ahora. Con solicitudes al juzgado para balizar coches e iniciar persecuciones para darles, de nuevo, caza. Apuntaban ese inicio de investigación hace medio año que les preocupaba la impunidad con la que se movían, además de poner en claro peligro a las patrullas del instituto armado que salen por la noche para intentar pillarles.
De hecho se les detuvo tras dos episodios que derivaron en varios registros de propiedades. Se les atribuyeron innumerables robos, si bien, tras su arresto en los meses de mayo y junio, quedaron en libertad con cargos.
Le tocaba volver a empezar a la Guardia Civil, que, precisamente, en esas está: a la espera de que se les pueda volver a detener y con la esperanza de que la multirreincidencia les sirva para que entren en prisión.
Todo ello, mientras los sospechosos esperan a que se celebre el juicio por quebrantamiento de condena por la supuesta ayuda que ofrecieron Ángel Benito para salir de la cárcel. Desde entonces, nada se ha sabido de su paradero.
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