La ola de delincuencia organizada en Valladolid arrancó con los exreclusos que ayudaron a fugarse a un narco
El nuevo grupo, con exintegrantes de la banda del BMW y con nuevos fichajes de 'cantera', se extiende por la provincia con decenas de robos de coches y establecimientos
Su salida de prisión coincidió con el inicio del auge de hechos delictivos por toda la provincia vallisoletana. Incluso se extendió por alguna limítrofe. Tal ... vez les estaban esperando o tal vez se intensificó tras recuperar la libertad. El cumplimiento de la condena de privación de libertad de Daniel B. I., Cristian B. B. y Álex R. D., los exreclusos que supuestamente ayudaron a salir de la cárcel al narcotraficante Ángel Benito el pasado 14 de febrero, ha devuelto a la escena del crimen a un grupo organizado de «entre 5 y 8 personas» que suman ya cuatro meses de continuos robos de vehículos y alunizajes en establecimientos, principalmente, de municipios vallisoletanos.
La delincuencia ha aumentado en la provincia en los últimos meses, una vez que un renovado grupo criminal ha vuelto a la carretera en un sinfín de robos. Decenas de coches sustraídos para perpetrar alunizajes en establecimientos de la provincia y, sobre todo, el barrio de Parquesol en la capital vallisoletana. Para este grupo no hay nada al azar. Hay análisis y vigilancias antes de dar los palos que hasta el momento, según las investigaciones de la Guardia Civil, les dejan suculentos botines como los 60.000 euros en tabaco de un estanco de Alaejos, 25.000 euros en perfumes de una peluquería de Laguna y recaudaciones de máquinas tragaperras, entre otros aspectos.
Mientras el grupo criminal se reestructuraba con integrantes, tanto con viejos conocidos como con fichajes de la 'cantera', la Guardia Civil movía ficha. En marzo, los sospechosos ya habían dado sus primeros palos con el mismo 'modus operandi' de siempre: hacerse con coches del grupo Volkswagen, principalmente de la marca Seat, esconderlos y perpetrar robos a los días siguientes.
De hecho, los atestados de la Guardia Civil, bajo secreto de sumario hasta este mes de junio, hablaban en marzo de que «existen claras evidencias de la existencia de un grupo criminal dedicado al robo de establecimientos y vehículos en la provincia de Valladolid, que está actuando en todo el territorio de Castilla y León». Continúa el instituto armado que en ocasiones utilizan como se dice en el argot policial 'enfriamiento del vehículo', que significa guardar el coche sustraído en una nave durante unos días antes de dar los golpes.
Ya apuntaba en marzo la Guardia Civil que dentro del entramado se podían encontrar los exreclusos de Villanubla que ayudaron al narco extremeño, todos ellos miembros pasados de innumerables versiones de la catalogada popularmente como la banda del BMW, si bien ese término no figura en la amplia documentación aportada al Juzgado de Instrucción número 6 por parte de la Benemérita.
Zona de confort
La información introductoria del instituto armado era tan amplia que ya aventuraba en marzo el proceder de los sospechosos para centrar las posibles dianas de los delincuentes en negocios que ya han sido víctimas de este grupo en años anteriores. Buscaban no abandonar su zona de confort, donde se sienten cómodos, con seguridad y sensación de impunidad.
Es más, la Guardia Civil tiraba de números en sus primeros informes de este año para recalcar los centenares de robos con fuerza cometidos en Valladolid por este grupo. «Podríamos hablar de más de medio centenar de coches robados del grupo Volkswagen... Pudiéndose valorar sus daños en miles de euros en establecimientos, vehículos e infraestructuras», se agrega en los primeros atestados.
Se les atribuyen el robo de 60.000 euros en tabaco del estanco de Alaejos
Hasta ese momento todo eran indicios. Detrás de la realidad que se palpaba en marzo aún no había nombres, ni sospechosos. Solo había víctimas entre las que se contabilizaban ya una quincena de sustracciones de vehículos y una decena de robos en comercios. Por ejemplo, el 17 de marzo se intentó robar en el bar Castilla de Tordesillas. Una nueva tentativa tuvo lugar en el bar Enbela de Alcazarén y un supermercado DIA de Mojados (18 de marzo). Más efectivo para sus intereses fue el 21 de marzo con robos en un Telepizza de Valladolid y en bares de Santovenia y Fuensaldaña. El 14 de marzo se apoderaron de 60.000 euros en tabaco de un estanco de Alaejos y de las tragaperras del bar Hidalgo de La Seca (días más tarde volvieron a saquearlo), mientras que el 27 de marzo efectuaron un alunizaje en la Perfumería Avenida de Íscar después de robar un Seat Ibiza en la misma localidad en la misma noche.
Aunque se intuía quién podría estar detrás de continuas noches de delincuencia organizada, «con robos de coches diarios», se necesitaba poner nombres y apellidos. De lo anteriormente relatado solo había indicios y se precisaban más pruebas, por lo que se solicitó al juzgado el balizamiento de los turismos de los posibles sospechosos para arrojar más resultados. Y así fue. Se establecieron dispositivos en dos vehículos. «Resulta necesario la autorización de ciertas medidas de investigación que permitan la identificación de los autores para desarticular el grupo investigado, así como identificar el lugar donde ocultan todos los vehículos que se encuentran sustraídos, ya que también podían hallarse efectos robados en los establecimientos». De esta forma se les podía seguir la pista sin ser detectados.
Todas las medidas fueron aprobadas y admitidas por el juzgado. Se ampliaba la investigación.
El seguimiento a uno de esos coches empezó a dar resultado porque hasta una finca en la calle Milagros en la capital vallisoletana iban asiduamente los investigados. Fue el inicio de una doble operación que acabó con seis detenidos y con el desmantelamiento, según afirma la Guardia Civil, de dos grupos criminales. Detrás dejaron un sinfín de robos con fuerza, tanto de vehículos como de negocios, daños y atentados a la autoridad.
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