El Ayuntamiento de Valladolid mantiene e impulsa las líneas de ayuda contra la violencia de género y convivencia intercultural
Sesenta proyectos reciben un total de 113.000 euros para completar la financiación de las propias organizaciones que los ponen en marcha
Hay un continuismo, un impulso y, al mismo tiempo, un matiz. El Ayuntamiento de Valladolid continúa con las líneas de ayudas a proyectos de «servicios ... sociales, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y prevención de la violencia de género», pero aumenta ligeramente las partidas año a año y consolida aquellos proyectos que han demostrado, explican, que dan buenos resultados. Y el matiz está, explica el concejal del área de Servicios Sociales, Rodrigo Nieto, en que se intenta «dejar fuera todo el ámbito de la ideología de género o lo que intenta buscar políticamente la conflictividad».
Los criterios son, insiste, puramente técnicos. Así, sesenta proyectos de otras tantas entidades recibirán ayudas públicas para desarrollarse a lo largo de 2025, divididos en diferentes áreas. Por un lado, personas mayores. Por otro, personas con discapacidad o acciones de voluntariado, sensibilización y educación para el desarrollo, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y prevención de la violencia de género, según figura en la propia convocatoria.
Son 113.000 euros destinados a cubrir en parte los gastos originados por diferentes acciones que se desarrollan a lo largo del año. Desde la edición de una revista a deportes adaptados, charlas, jornadas o talleres. Desde aprender lenguaje de signos hasta enterarse de los vericuetos que encierran textos legales como la ley de dependencia y discapacidad.
Es un área que políticamente se encuentra entre dos polos opuestos. Por un lado, el socio de Gobierno, Vox, que mantiene un discurso contra lo que considera «ideología de género» y no participa, por ejemplo, en los homenajes institucionales por el Día del Orgullo. Por el otro, la oposición, con PSOE y Toma la Palabra insistiendo en que el PP se desligue del discurso de Vox y recupere gestos simbólicos como el de colocar la bandera arcoíris en el balcón municipal.
La apuesta de la parte del PP en el equipo de Gobierno ha sido la de mantener la mayor parte de las líneas de trabajo que ya existían y potenciar aquellas que han demostrado que dan buenos resultados. «Son subvenciones con las que venimos trabajando desde hace muchísimo tiempo. De hecho, estas subvenciones, este tipo de subvenciones, vienen desde antes del equipo de gobierno anterior», aclara el concejal del área, Rodrigo Nieto. «Son subvenciones que se trabajan sobre todo en la búsqueda de igualdad de oportunidades, pero eso se hace por sectores. Hablamos, por ejemplo, del ámbito de la discapacidad, hablamos en el ámbito de la exclusión social y hablamos del ámbito de mujeres y buscamos la igualdad de oportunidades. Aquí se queda fuera todo el ámbito de la ideología de género o lo que intentan buscar políticamente, la conflictividad», señala.
La bandera LGTBI se queda sin balcón consistorial
En el último Pleno municipal volvió a salir a la palestra la cuestión de la bandera LGTBI en el balcón municipal. Los tribunales han dado la razón a quienes sostenían que se podía mostrar esta enseña en la fachada del Ayuntamiento y eso ha llevado al PSOE a insistir al alcalde, Jesús Julio Carnero (PP), para que recupere un «gesto» que él mismo hizo cuando era presidente de la Diputación Provincial en la fachada del palacio de Pimentel. «En esta casa consistorial no se colgarán más enseñas que las municipales, lo que se hace es iluminar la fachada del Ayuntamiento», insistió el concejal del área, Rodrigo Nieto, a pregunta del portavoz socialista, Pedro Herrero.
Para el socialista, Carnero «desprecia el gesto, desprecia lo que hacía en la Diputación», lo que constituye un «mensaje de censura» que «es un mensaje negativo, y es poderoso».
Nieto replicó que ante los gestos está el trabajo, con un doble ataque político al Gobierno. «Junto con la mesa de la diversidad hemos mantenido más reuniones y más trabajo que en los últimos ocho años de su Gobierno. Lo último ha sido un código de buenas prácticas con la asociación de hostelería por las recientes agresiones que hubo. ¿Quién tenía que hacer eso? La Delegación del Gobierno. Y lo estamos haciendo nosotros, que no nos compete. Gestos son llegar a su congreso socialista y quitar las siglas Q+ de las LGTBI. Un gesto malo», criticó.
Y aquí es donde entra el punto clave de las ayudas. Su evaluación. «Son proyectos que se aprueban todos los años, que llevan una reconocida trayectoria y que, además, normalmente siguen siendo los mismos proyectos año tras año porque efectivamente dan muchos resultados. Justifican lo que han hecho. Hay una evaluación. La comisión correspondiente hace la evaluación y el seguimiento y nosotros vemos esa evaluación y ese seguimiento».
No solo deben mostrar palpablemente que sus iniciativas han cumplido con los objetivos con los que se presentaron las solicitudes, sino que las asociaciones que reciben el dinero están obligadas a cofinanciar esta diversidad de actividades. Así, mientras el Ayuntamiento aportará 113.000 euros, el coste total de las acciones asciende a 164.732 euros. Es decir, que las asociaciones ponen casi uno de cada tres euros en estos programas.
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Los proyectos que menos financiación municipal reciben son los de voluntariado. Organizaciones como Fundación Aldaba, Fundacion Kumen, Aspaym y el Comité Ciudadano Antisida invierten la relación con el Ayuntamiento: son ellos los que ponen el 70% de la financiación. En cambio, las peticiones para planes relacionados con violencia de género e igualdad de oportunidades son las que necesitan una mayor aportación municipal. En esos casos, las 21 iniciativa subvencionadas reciben un 80% del coste de las arcas del Ayuntamiento de Valladolid.
«Ellos tienen que colaborar con parte de su propia financiación para que salgan adelante esos proyectos», admite Nieto. Que aclara que son iniciativas que seguirían adelante aunque el Ayuntamiento no participara en su financiación porque forman parte de la razón de ser de estas entidades. «Independientemente de que estuviesen financiadas o no por el Ayuntamiento, las harían ellos mismos, porque realmente son acciones necesarias. No es un proyecto en el que yo te doy el dinero y lo haces y si no te lo doy no lo hagas, sino que esos proyectos siguen adelante. Y lo que hacemos nosotros es entender que tienen un beneficio para la sociedad y aportamos el apoyo del Ayuntamiento para que sigan adelante».
Entre los casos prácticos a los que se destina el dinero, explica el concejal de Servicios Sociales, «se trabaja con mujeres que tienen una doble exclusión en la sociedad, por el hecho de ser mujeres y tener alguna drogodependencia, por ejemplo, o por tener alguna discapacidad. Y trabajamos su inclusión dentro de la sociedad y sobre todo se mejora la autonomía personal de todas esas mujeres».
Justifica el concejal que seguir con la misma línea que ya existía «es obligado», aunque mantiene el equilibrio cuando se refiere a las políticas de género. «Entendemos que sigue habiendo un problema en cuanto a la igualdad de oportunidades y es algo que no podemos obviar. Por lo tanto, hay que seguir trabajando. Hay que tratar de quitar la ideología en esas políticas que llevamos a cabo. Nosotros vamos a continuar trabajando en la misma línea en la que hemos empezado desde el principio, junto con la mesa de la mujer, junto con el área de igualdad...», asegura.
Y esto ha llevado, añade, a que año a año se haya ampliado «el presupuesto en materia de igualdad», además de ampliar los convenios ya existentes.
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