Valladolid
Admitida a trámite la demanda de un hostelero por las pérdidas causadas durante las obras de Padre ClaretValladolid Alta Velocidad rechazó el pasado mes de abril indemnizar patrimonialmente al empresario, que justificó «perdidas» de 8.936 euros durante el periodo que duró la intervención del paso
El disgusto del hostelero Miguel Asensio por el perjuicio causado a su negocio durante las obras del túnel de Padre Claret recala ya en los ... tribunales. El regente del bar Mini Circular, que el pasado mes de abril hacía pública la negativa de Valladolid Alta Velocidad a indemnizarle por la pérdida de los ingresos durante los diez meses que duró el asedio del vallado, el ruido y el polvo por la construcción del paso inferior, ha elevado su queja al juzgado Contencioso Administrativo nº 2 de Valladolid. Una demanda, ya admitida a trámite, en la que pide la nulidad de la resolución por la que el pasado mes de diciembre el consejo de administración de la sociedad responsable de la integración, compuesto por Ayuntamiento, Adif, Renfe y Junta de Castilla y León, declinaba concederle la reclamación patrimonial solicitada por la caída de la recaudación durante el periodo que duró la intervención urbanística.
Un montante que, según cálculos del empresario, asciede a 8.936,39 euros, estimados conforme a la disminución de la facturación entre julio de 2023 y junio de 2024, respecto al mismo periodo del año anterior. Y que supuso que incurrieran en impagos a la Tesorería de la Seguridad Social, al no poder afrontar el matrimonio las cuotas de autónomos, entre otras obligaciones que no pudo atender en plazo dada la situación financiera que les había supuesto la drástica caída de ingresos.
«En un principio desestimamos hacer ninguna acción legal, por el miedo de tener que asumir las costas y perder más dinero si no nos daban la razón», esgrime Asensio, que casi en el tiempo de descuento del plazo legal para elevar el conflicto a instancias judiciales, recibió una llamada de su abogado instándolo a presentar un recurso por esta vía, menos lesiva. La admisión a trámite a principios de este mes de julio «les da esperanzas» y supone «una nueva oportunidad» de que alguien les escuche y les resarza del daño.
«Había días que estabas ahí 14 horas y de repente veías que no entraba nadie. En ese momento piensas que ya acabará, pero te llegan seguros, pagos a Hacienda, a la Seguridad Social, que no puedes afrontar y que tienes que retrasar», describe. En lo personal, los problemas no fueron menores, teniendo el matrimonio que llegar a medicarse para aplacar los nervios y el estrés durante aquellos meses. «No dormíamos por las noches, teníamos hasta pesadillas».
Aunque lo peor ha sido, asevera, el trato dispensado. «Muy poca ayuda y poca empatía con lo que hemos sufrido, somos comerciantes y nadie ha movido un dedo», lamenta Asensio, que asegura haber enviado cartas tanto al actual alcalde, Jesús Julio Carnero, como al ministro Puente, que de momento no ha contestado. «Todos han rechazado ayudarnos. El señor alcalde ha dicho que hablemos con el PSOE, que es cosa de ellos. Mientras que los otros dicen que ya no están en el Ayuntamiento y no pueden echar mano de nada». Todo, con la intención de que alguien les consiga una reunión con el presidente de la sociedad, Antonio Gato, que tampoco se ha producido.
«Había días que estabas ahí 14 horas y de repente veías que no entraba nadie. En ese momento piensas que ya acabará, pero te llegan pagos que no puedes afrontar»
Miguel Asensio
Gerente del bar Mini Circular
El horizonte de la vista con la mediación de un juez, que ha quedado fijada para el próximo ocho de octubre, les da alas para continuar al frente del negocio. De momento en lo anímico, ya que tras el mazazo que supuso la negativa inicial, la previsión era continuar abiertos hasta este verano. «Ha sido una época muy dura, todavía tenemos algunas deudas en el plano familiar. Gracias a ellos pudimos seguir ahí, si no hubiéramos tenido que cerrar», agradece el hostelero, que se vio «abocado» a pedir dinero para poder seguir abiertos durante casi el año que duró la intervención urbanística. Todo, con la esperanza de que cuando finalizara la construcción del paso, les dieran una compensación que desde la propia sociedad les «animaron» a solicitar.
«Antes de empezar las obras nos dijeron en el Ayuntamiento, cuando aún estaba Óscar Puente, que había una indemnización que se podía pedir a Valladolid Alta Velocidad. Es una cosa que tienen prevista», rememora Asensio, que esperó a que acabaran la remodelación urbanística para iniciar los trámites de reclamación patrimonial. «Cuando estaban a punto de terminar llamé y me dijeron que tenía que enviar una justificación de lo que había perdido». Y así lo hizo, con diversas comunicaciones entre julio y noviembre de 2024, en las que adjuntó las liquidaciones del IVA enviadas a la Agencia Tributaria durante el periodo que duraron las obras y los mismos meses del ejercicio anterior; los justificantes de los impagos a la Seguridad Social y las declaraciones del IRPF de 2021 a 2023.
A estas últimas se agarró la sociedad demandada para denegar al hostelero la condición de perjudicado, al entender que no se había acreditado la disminución del rendimiento. Pues al contrario, en el cómputo global del año 2023 «los rendimientos fueron superiores» a los de los dos ejercicios precedentes. Años que, recuerda Asensio, no pueden tomarse como referencia porque «fueron muy duros para la hostelería», tanto por los efectos de la pandemia, en un plano general, como por las obras del túnel subterráneo de Panaderos, que asegura que también les afectaron. «El año que mejor trabajamos fue el 23, pero en los meses previos a las obras», reconoce Asensio, que califica de «malísimos», tanto el segundo semestre como los resultados del año 2024. De ahí que la comparativa no les resultara favorable.
Alegan también que la disminución de los gastos fue proporcional a la de los ingresos, lo que desata la indignación del hostelero, que sostiene que no han considerado los gastos fijos que soporta cualquier negocio. «No es lo mismo tener 400 euros de ingresos al mes que tener 100 para poder pagar la cuota de autónomos, la luz, los seguros o la renta», apunta el empresario.
Visibilidad muy reducida
Además de las molestias por el ruido y el polvo, propias de cualquier obra, el bar Mini Circular, a la altura del número 16 de la misma calle, perdió durante la intervención urbanística la licencia de terraza para facilitar el tránsito de peatones. Y estuvo sometido a un acotado con vallas, que provocó que tuviera una «visibilidad muy reducida» desde el exterior, entre agosto de 2023 y junio de 2024. Afecciones que, conforme a los datos aportados por el director de la obra, reconoció la propia sociedad en el mismo informe jurídico en el que se basó el Consejo de Administración para rechazar la reclamación patrimonial exigida por el hostelero. Alegando, pese a lo expuesto, que «en ningún caso se dificultó el acceso al negocio» y que «no se impidió el normal funcionamiento del establecimiento». «Ellos alegan que la gente podía entrar al bar, pero ¿quién iba a ir con esos ruidos y ese polvorín?», razona el regente.
Este año, celebra, están trabajando «bastante mejor». Y ello a pesar de que no han podido recuperar la totalidad de la terraza, puesto que con la obra «se estrechó la acera». Tampoco les ha supuesto, asegura, la apertura del paso una mayor clientela. «Hemos perdido zonas de aparcamiento, antes había más movimiento. El túnel no funciona especialmente, no pasan más peatones ni han mejorado la comunicación con el otro barrio», critica.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión