Acepta un año de cárcel por fingir el alquiler de un bar para instalar unas máquinas recreativas

Tras una reunión entre las dos partes, Bermejo Martín aseguró que tan solo faltaba limpiar el local para iniciar la actividad hostelera, prevista para septiembre de 2019. Un acuerdo que se plasmó a finales de agosto y en el que la mercantil Julián San José cedía en régimen de absoluta exclusividad la explotación de unas máquinas recreativas durante seis años.

Como contraprestación a ese derecho de instalación se pactó también la suma de 7.260 euros, y como ayuda económica para afrontar los gastos iniciales del negocio, un préstamo de 6.000 euros, cantidades que, mediante cheques nominativos, fueron entregados a Bermejo Martín el 2 y 5 de septiembre de 2019.

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Asimismo, para aparentar que el arrendamiento del negocio se había llevado a cabo y obtener así las prestaciones económicas, Ana María fingió que era la nueva titular del establecimiento, a pesar que desde Julián San José solicitaban en el nuevo contrato copia del alquiler. La condenada, a pesar de que no había firmado ninguna renta, se comprometió a presentar un contrato que no existía.

Cuando la empresa perjudicada tuvo conocimiento de la situación solo pudo reclamar la devolución de las sumas de dinero que ya había entregado.

Asimismo, en el acuerdo alcanzado este lunes en la Audiencia de Valladolid se ha fijado la devolución de los 13.260 euros a la empresa Julián San José. De esa cantidad, 1.000 euros fueron hoy consignados, mientras que Ana María se ha comprometido a abonar 48 mensualidades a razón de 250 euros con un pago final de 260 euros a finales de 2026.