La agricultura alternativa como gancho
Estudian cultivos alternativos para asentar población joven en Valladolid
Lorena Sancho Yuste
Viernes, 26 de agosto 2016, 12:04
Una motivación, un mecanismo que atraiga a jóvenes de la provincia y que les empuje a incorporarse a una agricultura cada vez más abandonada. Un sistema que propicie una generación de empleo que contribuya a asentar población en la provincia de Valladolid. En ello, en la búsqueda de este objetivo, trabaja la Diputación desde el área de agricultura, dirigida por la diputada Henar González, con el objetivo de romper la atonía de cultivos de secano muy repetitivos y de regadío con poca rentabilidad y escasa diversidad.
Para crear un programa de desarrollo de cultivos alternativos que puedan ser viables y atractivos para los jóvenes de la provincia, la Diputación ha suscrito hace unas semanas un convenio con la Fundación Inea (Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícola), de tal forma que ésta recopilará información de todos y cada uno de los cultivos alternativos de la provincia, identificará a sus cultivadores con una valoración de los mismos y estudiará el rendimiento y rentabilidad. «Queremos ilusionar, porque salvo Ribera del Duero y Tierra de Pinares, la agricultura en nuestra provincia es de una cierta atonía», apunta la diputada, Henar González, sobre este incipiente proyecto, «que aún se encuentra en su fase más temprana».
Los cultivos a estudiar están ya determinados, que son los detectados en la provincia. Se trata de adormidera, almendro, cardo, calabaza dulce, espárrago, camelina, cértamo, espelta, kamut, lavandino, maíz dulce, mijo, nogal, olivo, pistacho, sorjo y tritordeum. De cada uno de estos cultivos, la Fundación INEA realizará una ficha completa con el tipo de suelo que necesita, la fertilización, el agua o su producción. Después, se pondrá en contacto con las personas y empresas que los cultivan para conocer sus motivaciones o satisfacciones y obtener datos sobre el manejo del cultivo. Una vez obtenida esta información, darán a conocerlos mediante los medios de comunicación, congresos, reuniones y redes sociales.
Ayudas
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La apuesta por la agricultura alternativa no es la única acción que en este mandato ha puesto en marcha la Diputación de Valladolid para intentar asentar población joven en los pueblos. Hace unas semanas, la comisión de Empleo y Desarrollo Económico aprobaba una partida de 100.000 euros para que jóvenes que hayan marchado a otras comunidades o a otros países para trabajar puedan regresar a los municipios de la provincia y establecer aquí su trabajo y vivienda. Se trata así de dotar con una subvención de 2.500 euros para cada beneficiario que les permita pagar una vivienda durante al menos seis meses.
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A ello se suman además las subvenciones, cada vez más demandadas, para la ayuda a la construcción, financiación o alquiler de vivienda en el medio rural, y que ha contado con más de 330 solicitudes, de las cuales se han aprobado algo más de 180. Por primera vez este año se ha solicitado una ampliación del crédito disponible en 48.000 euros para poder dar respuesta a todos los solicitantes de una vivienda en el medio rural de Valladolid.
El siguiente paso sería organizar una serie de charlas formativas en los municipios así como encuentros en parcelas para que personas interesadas los vean in situ. El último paso será un seguimiento con la incorporación de todas aquellas novedades que vayan surgiendo, así como ensayos propios sobre los cultivos en la finca Coto Bajo de Matallana. «En definitiva, buscamos los cultivos alternativos y se hace un seguimiento para después informar a los agricultores. Queremos que tengan otras alternativas más allá del cereal, que es el más repetitivo y que cada vez decae más», señala la diputada.
Posibles subvenciones
La acción, anunciada ya por el presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, al principio de este mandato como una de las prioritarias en el programa, busca a su vez un asentamiento de población, especialmente joven, en los municipios de la provincia, principalmente en los más pequeños. «Porque necesitamos que la gente joven se implique más, que encuentre un interés en los pueblos y se queden a vivir en ellos», añade Henar González.
De momento, la institución provincial no se plantea la posibilidad de conceder subvenciones para llevar a cabo estos cultivos. Se centra en el estudio que está realizando la Fundación INEA, que se elabora dentro de un convenio suscrito por el que la Diputación aporta, en concepto de financiación de las actuaciones a desarrollar, una cantidad máxima de 15.000 euros. Por su parte, la fundación se compromete a poner a disposición del desarrollo del convenio sus instalaciones, equipamientos y personal propio para la elaboración del progama.