La localidad de Alaejos se afana en limpiar todo el lodo del desbordamiento del arroyo La Reguera

Pensaron que se caía el cielo. Lo que empezaron como cuatro gotas provocadas por unas nubes encapotadas finalizó en una gran tormenta en la que huertas, edificios municipales y el cementerio se inundaron por completo. Ayer el alcalde de Alaejos, Carlos Mangas, realizó una visita de inspección a todos los inmuebles municipales para poder calcular las pérdidas económicas tras la gran tormenta que asolo a la localidad durante toda la tarde y parte de la noche del viernes. «Hacía mucho tiempo que no llovía de esta manera ha sido impresionante ver caer tanta agua desde las cinco y media de la tarde a las once de la noche» comentó Mangas, quien durante las primeras horas de la mañana de ayer atendió varias llamadas de agricultores del municipio en las que le anunciaban el lamentable estado en el que han quedado sus huertas.

Además de las huertas, el salón de pleno del Ayuntamiento sufrió de pleno las consecuencias de las elevadas precipitaciones. «De todo lo que llovía se filtró el agua y llegó hasta más de una cuarta por lo que tuvimos que achicar agua durante la tarde del viernes» relató el regidor, quien concretó que creen que han caído alrededor de 70 litros por metro cuadrado desde las cinco y media a las once de la noche.

Otro de los edificios que peor parte se llevó fue el cementerio. El camposanto, situado en las proximidades de arroyo de la Reguera, vio como en pocos minutos toda la entrada quedó completamente cubierta por el agua. «Se desbordó el arroyo, algo que hacía años que no ocurría y tuvimos miedo de que las pérdidas fueran mayores y que pudiera pasar algún percance» explicó el regidor, quien a lo largo de esta semana iniciará las labores de limpieza del lodo que ha quedado en todo el cementerio y en sus proximidades.