Borrar
El rector del Seminario, Aurelio García.
Aurelio García, Rector del Seminario Diocesano

«Los jóvenes perciben verdad, sencillez y cercanía en el Papa y esto dará su fruto»

El rector del Seminario considera la falta de vocaciones «un problema de fe»

Teresa de Lapuerta

Jueves, 22 de enero 2015, 15:08

Fue párroco de la unidad pastoral formada por las parroquias de Santiago Apóstol y del Santísimo Salvador hasta que en septiembre de 2011 tomó posesión como rector del Seminario Diocesano de Valladolid. Aurelio García Macías, de 49 años, es además presidente de la Asociación Española de Profesores de Liturgia y, desde el pasado mayo, miembro de la Real Academia de la Purísima Concepción. El sacerdote, ordenado en 1992, tiene el firme propósito de abrir las puertas del Seminario a la ciudad de Valladolid con motivo del medio siglo de vida de su emblemática sede y con exposiciones, concursos, encuentros musicales y un ciclo de conferencias que se inicia este martes, día 20, con una ponencia del catedrático Jesús María Palomares.

El Seminario tiene en la actualidad 47 estudiantes, entre el Mayor y el Menor. ¿Cómo se hace esa selección del alumnado?

Es diferente el proceso de ingreso en el Seminario Menor del Seminario Mayor. En el Menor, tenemos varios encuentros al año y unos días de convivencia donde se realizan una serie de pruebas que ayudan a comprender la realidad de cada muchacho, amén de los informes de los respectivos colegios, párrocos o sacerdotes cercanos a ellos. En el Mayor hay un proceso más personal basado en las conversaciones personales y en el acercamiento progresivo al Seminario durante un tiempo previo que sirve de mutuo conocimiento y clarificación para ambas partes.

Cuando tomó posesión como rector dijo que prefería menos sacerdotes bien formados a muchos sin preparación? Al año se ordenan en Valladolid dos curas de media. ¿Sigue pensando lo mismo, o la falta de vocaciones se ha convertido en un auténtico problema para la Diócesis?

Ciertamente, necesitamos vocaciones al ministerio presbiteral y, en este sentido, me gustaría contar también con muchas vocaciones en el Seminario. Sin embargo, la necesidad no justifica que se acceda al sacerdocio a cualquier precio y, mucho menos, rebajando las exigencias. Creo por propia experiencia, que en la actualidad el sacerdote tiene que estar muy bien formado para servir bien a los fieles en medio de sus problemas y circunstancias de la vida. En este sentido, dije que es preferible contar con sacerdotes bien formados, preparados para el mundo de hoy, que más número de sacerdotes sin la preparación necesaria. A veces estamos más preocupados por el número que por la calidad de las personas.

En cualquier caso, no es un problema local. ¿A qué cree que se debe que países como España, tradicionalmente exportadores de curas y misioneros tengan ahora que importarlos de Hispanoamérica?

Es evidente que se trata de un problema de fe. Algún pensador ha dicho que los países del mal llamado primer mundo están «cansados de creer». Hoy no es solo una cuestión de sociología eclesiológica o distribución del clero, el problema es mucho más hondo y afecta a todas las vocaciones de la Iglesia. ¿La causa? La falta de fe.

¿Qué papel juegan las familias cristianas en el nacimiento de esa vocación o en falta de ella?

uegan un gran papel. Donde hay familias cristianas, los hijos se identifican con un pensamiento y comportamiento cristiano, asimilan una fe creída y vivida en el contexto familiar, que se extiende a la gran familia de la parroquia o del grupo apostólico al que se pertenece. Y lo viven con normalidad. Ciertamente vendrán las crisis adolescentes correspondientes a la edad, pero está sembrada la fe y muy probablemente resurgirá en algún momento de su vida. Sin embargo, donde no hay familias cristianas, es muy difícil que surjan vocaciones, porque no hay identificación con los valores evangélicos.

También advirtió en su día de que su propósito era abrir las puertas del Seminario a la ciudad de Valladolid para que deje de ser un desconocido. Los diferentes actos conmemorativos del medio siglo de vida de su emblemático edificio se han convertido en una oportunidad inmejorable. ¿Está cumpliendo su objetivo?

Creo que es una ayuda para dar a conocer la realidad del Seminario Diocesano no solo a la ciudad, sino también a la provincia y a la Diócesis de Valladolid. Resulta curioso que una institución con tanta historia y por la que han pasado tantos alumnos antes de existir los grandes colegios en la ciudad de Valladolid, sea poco conocida por los vallisoletanos actuales. En este sentido, todos tenemos una gran responsabilidad. Es una institución que aportó muchos sacerdotes al servicio de nuestra Diócesis en parroquias urbanas y rurales, y que ayudó en la promoción de muchos jóvenes que, de otro modo, nunca hubieran podido acceder a los estudios y a la cultura de su momento.

¿El ciclo de conferencias que comienza este martes es un colofón al programa?

No, es una continuación en las actividades programadas con la ayuda de los Antiguos Alumnos del Seminario, que están muy interesados en todo este proyecto. Gracias a ellos, a su colaboración y disponibilidad se han organizado los diversos actos que comenzaron con una exposición en el Palacio de Pimentel, continúan con este ciclo de conferencias y un concurso literario y gráfico, y proseguirán con un acto literario musical, en el próximo mes de mayo.

Carlos Amigo, Jesús María Palomares, Alfredo Lubiano, Teófanes Egido, Javier Burrieza... Cuentan con un elenco de ponentes de excepción que abordarán un amplio abanico de temas. ¿Qué criterios han seguido en la elección?

Particularmente se ha elegido a personas representativas del mundo cultural vallisoletano que conocen muy bien la historia de Valladolid y del Seminario. Aportan también una perspectiva interdisciplinar porque son laicos, religiosos y sacerdotes del ámbito académico vallisoletano; y con la siempre agradable y disponible presencia del vallisoletano Cardenal Amigo.

El Seminario, que llegó a tener cuatro centenares de estudiantes, fue durante muchos años la única institución educativa que formó a los vallisoletanos, además de educar a los futuros sacerdotes ¿Qué le debe la ciudad de Valladolid a esta institución?

No se ha subrayado justamente todo lo que aportó el Seminario durante muchos siglos a la sociedad vallisoletana. Faltan estudios en este campo. Fue un lugar de promoción de muchas personalidades en las diversas áreas de la vida social: juristas, literatos, músicos, políticos, sacerdotes, etc. El Seminario era el único centro educativo para muchos jóvenes de nuestra provincia antes de llegar los primeros colegios de religiosos a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Tenemos una deuda de agradecimiento con él.

El cambio de rumbo parece evidente, sobre todo en lo que respecta al atractivo que su discurso está teniendo entre los más jóvenes. ¿En qué se va a traducir el papado de Francisco?

El Papa Francisco está aportando una cercanía del discurso eclesial al pueblo de Dios. Su espontaneidad y sencillez hace comprensible el mensaje de Jesucristo no solo por sus palabras, sino también por sus gestos. Creo que los jóvenes perciben sencillez, cercanía, verdad Y esto dará su fruto.

¿Y la inminente designación de Ricardo Blázquez como cardenal? ¿Por qué cree que el Sumo Pontífice ha depositado su confianza en él?

Desde luego, este nombramiento significa una confirmación de la trayectoria de Don Ricardo. Creo que confluyen en él varias características que han podido llevar al Papa a fijarse en él como nuevo cardenal. En primer lugar, su preparación teológica, madurada durante muchos años como profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca y expuesta en sus libros. En segundo lugar, es un hombre de comunión, de unidad, que ha logrado un consenso en el interior de la Conferencia Episcopal Española, de la que ha sido dos veces elegido presidente. Y, por último, yo destacaría su buena tarea como pastor durante muchos años como obispo de cuatro diócesis.

Cuáles su relación con el también presidente de la Conferencia Episcopal Española. ¿Qué destacaría del arzobispo de Valladolid?

Mi relación más cercana con él comienza al ser nombrado rector del Seminario. No es una relación diaria, sino más bien esporádica, pero siempre acogedora, atenta, amable. Yo lo definiría como una persona inteligente, trabajadora y humilde.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «Los jóvenes perciben verdad, sencillez y cercanía en el Papa y esto dará su fruto»

«Los jóvenes perciben verdad, sencillez y cercanía en el Papa y esto dará su fruto»