Borrar
Las noticias más leídas del jueves 22 de mayo en El Norte de Castilla
Empresas que buscan algo más que ganar dinero
ECONOMÍA

Empresas que buscan algo más que ganar dinero

La Responsabilidad Social entra en las compañías para diferenciar entre empresa y negocio

JULIO G. CALZADA

Lunes, 14 de noviembre 2011, 08:52

La obtención de beneficios económicos de las inversiones es el objetivo de las empresas. Dicho en corto y por derecho: las empresas están para ganar dinero, pero no solo para eso. Las compañías tienen un compromiso con el entorno y en el siglo XXI, a las empresas se les exige conciencia, no solo en cuestiones que parecen superadas como condiciones laborales o salud e higiene en el trabajo. Lo que se reclama es conciencia con el medio ambiente, colaboración con la sociedad y criterios éticos que limiten el beneficio a volúmenes razonables. Lo otro, lo otro es negocio, 'pelotazo' en los términos que se impusieron en España a finales del siglo XX, pero quienes ahora acudan a estas fórmulas puede que no prosperen en mercados donde los consumidores están cada día mejor informados y dispuestos a influir con sus compras en el comportamiento de los agentes económicos. Hoy junto al precio, muchos compradores exigen valores.

Cinco expertos han analizado para El Norte de Castilla y la Agencia Comunicación Profesional los cambios que acompañan a las empresas que se zambullen en la segunda década del siglo XXI. Organizado por Comunicación Profesional, el décimo octavo de los Desayunos Empresariales de El Norte de Castilla analiza retos a los que se enfrentan las empresas y la necesidad de que más allá del negocio, observen su entorno y colaboren en su sostenibilidad. A la convocatoria en el hotel Novotel El Palero, de Valladolid, acudió David Espinar, socio fundador de la consultora RSE Estratégica; Javier Martín Vergara, director comercial de BMC Maderas; Francisco Iglesias Valle, socio fundador y propietario de Cascajares y de Iglesias Comunicación; Ángel de Prado, gerente de la Asociación Salmantina de Agricultura de Montaña y Francisco Hevia, director de Responsabilidad Social Corporativa de Grupo Siro.

Definición y objetivos

Unos primeros minutos de calentamiento a través de ejemplos concretos, de cuidados sobre el medio ambiente o la más que previsible desaparición de los combustibles fósiles lleva a Francisco Hevia a proponer que se centre la discusión sobre el título del debate, en este caso 'Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) y sostenibilidad en Castilla y León' y para dar ejemplo, se pone a ello. «Esto de la responsabilidad busca modelos de desarrollo sostenibles que sean capaces de coordinar el crecimiento económic, el social y la preservación del medio ambiente». La definición gusta y convence. Unanimidad en la sala. Así que continúa. «Como los que estamos aquí representamos a empresas, hablaremos de qué podemos hacer las empresas, que estamos para ganar dinero. Ahora, lo que ha demostrado el avance socioeconómico es que no vale ganar dinero de cualquier manera. No puedes ganar dinero destruyendo sociedad, dejando a mil millones de personas sin comer porque suben los precios de las materias primas», argumenta Hevia y concluye su visión: «las empresas que no tengan modelos de desarrollo sostenible o que no generen valor social están en vías de extinción. Lo que tengo que hacer es buscar un modelo que a la empresa que represento le permita ser sostenible a medio y largo plazo. Ganar dinero, mover dinero en la sociedad, generar ciclo económico y hacerlo de manera sostenible».

Primeros matices

David Espinar precisa: «Una empresa existe para ganar dinero y repartirlo de la mejor forma en el entorno en el que se mueve. La idea de muchos empresarios es que la RSE es una obra de caridad, o filantropía. Pues no, es estrategia».

Francisco Iglesias está de acuerdo con este criterio del valor estratégico, primero porque se muestra convencido de que la crisis, además de económica y financiera, también lo es de valores, «de principios económicos, sociales y medioambientales», asegura. En su opinión, la responsabilidad social es un elemento básico y estratégico en la definición del modelo de empresa. «No es una apuesta de un día, es un plan para ganar dinero, para ser más eficientes, para buscar más rentabilidad, para tener al cliente más contento, a los proveedores más contentos y al entorno social también contento. Políticas que a veces no suponen dinero, sino que exigen creatividad. Quien no lo aplique, tendrá un futuro muy malo», augura uno de los socios de la empresa palentina que cada año organiza una subasta benéfica de capones y que cuenta con un elevado número de personas con discapacidad en su plantilla.

¿Ventaja o coste?

Entonces, la Responsabilidad Social Empresarial es una ventaja para quien la aplica o solamente un coste más? ¿Son más competitivas las que acuden a estos criterios frente al resto?, pregunta el moderador.

Espinar afirma que repercute directamente en el ahorro de costes, porque busca la optimización de recursos, «logra mayor productividad porque los trabajadores están más motivados y el público local es más fiel porque se preocupa del desarrollo de la comunidad en la zona donde está instalada», enumera el consultor.

Ángel de Prado aporta otra visión, la de las organizaciones sin ánimo de lucro, pero que tienen y desarrollan actividad económica. «Es que hay una cosa que decís como si fuera un axioma, que las empresas están para ganar dinero, pues la existencia de este tercer sector demuestra que no se trata de eso. No hablo de perder dinero, pero es posible que las empresas existan para ofrecer a la sociedad un bien o un servicio que merezca la pena», propone. Preocupado con la sostenibilidad de los actuales métodos de producción sugiere una vuelta al consumo local y olvidarse de la locura de la globalización porque «no es posible que las aguas minerales recorran mil kilómetros para venderse al otro lado del país. Eso es insostenible y más cuando avanzamos hacia un mundo sin petróleo», advierte.

Hevia prefiere volver al contenido de la pregunta. Su respuesta es que es un mito que las empresas que actúan de manera responsable vendan productos más caros. ¿Ejemplo?, el Grupo Siro en el que trabaja. «Llevamos bajando los precios de nuestros productos por la mañana, por la tarde y por la noche desde que empezó la crisis eliminando lo que no aporta valor, todo lo que no aporta valor», afirma y reivindica que los dueños de una empresa, que arriesgan su capital, lo hacen para ganar dinero. «Otra cosa es que tengan que ganar una cantidad razonable y no más, que los modelos económicos sean sostenibles, pero no es discutible el fin de las empresas», puntualiza.

La hora del consumidor

Javier Martín entiende que desde la Administración deberían existir mecanismos que premien a las empresas que sí cumplen con los objetivos de responsabilidad, o al menos, debería tenerlos en cuenta en las convocatorias de los concursos públicos. Pero todos afirman que la entrada en estas responsabilidades debe de ser voluntaria. O casi todos porque Ángel de Prado sí cree que debe existir una legislación en este sentido. De manera que si no es la Administración quien impone, ¿qué mecanismo convencerá a los incrédulos para que cumplan con estos criterios? Iglesias y Hevia coinciden, será el consumidor. También lo cree así Espinar. «Cada vez hay más gente que se fija en estas cosas, es un movimiento que ha comenzado en todas las capas de la sociedad», considera el directivo, quien recuerda todos somos a la vez consumidores, empleados de una empresa, proveedores y si tenemos ahorros, también partícipes en la financiación del movimiento económico. «Las personas coherentes que quieran que la sociedad funcione tendrán que incluir las pautas de responsabilidad en todas sus facetas, tanto de trabajador como de ahorrador o de consumidor».

No lo ve tan fácil De Prado. «Hay que abrir más el campo de la RSE que lo que hasta ahora entendemos. Por ejemplo, se ve claro en el tratamiento del trabajador, en temas de discapacidad, pero en los años de locura inmobiliaria, el 90% de la madera era importada y nuestros montes están que da pena verlos», comenta el representante llegado desde la Sierra de Francia.

El esfuerzo de cada uno

Martín añade el valor obtenido por BMC en su esfuerzo porque los aserraderos con los que contrata utilicen madera certificada. «La primera vez que lo pedimos no sabían ni de qué se trataba. Dos años después, todos trabajaban con las certificaciones en regla», destaca.

Debaten Espinar y Hevia sobre si en Castilla y León la RSE está extendida o no. El consultor cree que poco. Hevia precisa: «esta sociedad está basada en valores. No veo gente 'que se lo lleve muerto', destaca, «aquí la gente basa la economía de su empresa en el esfuerzo, en el compromiso, en el trabajo», agrega. Y su expresión cierra el encuentro: «Una cosa es hacer empresa y otra distinta hacer negocio».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Empresas que buscan algo más que ganar dinero