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Valladolid
Suspenden el espectáculo del TAC en La Antigua por carecer de la autorización de PatrimonioLa Junta pedirá explicaciones al Ayuntamiento y estudiará las posibles afecciones que la representación de 'Quasimodo y Esmeralda' pueda haber producido en el templo
El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC) ha decidido suspender el segundo y último pase del espectáculo 'Quasimodo y Esmeralda', ... previsto para este jueves, después de que la representación no contara con permiso de Patrimonio. Un requisito necesario para la actuación, que se desarrolla de forma vertical y sobre la iglesia de Santa María de la Antigua, que está catalogada como Bien de Interés Cultural, lo que obliga a requerir autorización a la Comisión Territorial de Patrimonio. El anuncio se produce después de que la polémica se iniciara en redes sociales, donde ha comenzado a raíz de unas fotografías en las que se ve a los actores de la compañía francesa Lézards Bleus (que ya se subió al Museo de la Ciencia en 2022) sobre la torre, el tejado y las cornisas del templo.
El primer mensaje ha venido por parte la Asociación por el Patrimonio en la Provincia de Valladolid, quienes han lanzado un comunicado donde definen la representación en la iglesia como una «irresponsabilidad». «Si se han pedido los permisos y se tiene la autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, nos sigue pareciendo un error. Si no se ha pedido, una negligencia que muestra que no hemos aprendido nada de lo sucedido en la Iglesia de la Vera Cruz», apuntan en el texto. Y precisamente esto último es lo que ha sucedido.
El Consistorio defiende que la representación utiliza técnicas que «no agreden» a un edificio catalogado como BIC
Así lo confirma la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso, de quien depende la Comisión Territorial. «Entendemos que debería haber pasado por Patrimonio, pero solicitud no hay. Ahora tenemos que saber en qué ha consistido la obra, conocer si ha afectado de alguna forma al edificio -declarado Bien de Interés Cultural-, los tipos de anclaje y las características técnicas del mismo». ¿Y sobre posibles responsabilidades? «Es difícil aventurarse a decir qué, sin todavía haber valorado nada. Habrá que estudiar cómo se ha desarrollado primero la representación», añade la delegada territorial.
Mientras, desde la organización del TAC defienden que se trata de una obra «profundamente respetuosa con el patrimonio histórico y religioso», apuntan en otro comunicado. «La intervención se desarrolló sin realizar ningún tipo de fijación o acción invasiva sobre el templo y con técnicas totalmente reversibles y diseñadas para preservar la integridad del edificio», continúan. En el mismo texto, concretan que ante «la inquietud generada» y sus «posibles interpretaciones administrativas», se ha decidido suspender la actuación de este jueves, programada para las 20:15 horas y que iba a ser la última en toda la edición.
La única autorización que existía provenía desde el Arzobispado de Valladolid, titular del edificio, quien dio el visto bueno a la representación. «Se hizo porque respetaba el patrimonio», apuntan fuentes consultadas del Arzobispado. Una idea similar a la que ha trasladado la concejala de Cultura, Irene Carvajal. «No hay una intervención en la torre ni ninguna agresión al patrimonio. La compañía hace un espectáculo en patrimonio, hecho así para ponerlo en valor y desde unas técnicas que no agreden al edificio, y así se ha hecho».
Propuesta «no invasiva»
La responsable del área ha recalcado que es un espectáculo que es estreno en España pero que ya ha estado en otras ciudades. «Está dirigido a poner en valor los edificios y que se ha realizado en iglesias que son patrimonio de la UNESCO, porque es respetuoso. Además, la compañía ha tenido que subir al campanario, han habilitado el espacio y han quitado la retama que crecía en el interior, que es precisamente lo que sí agrede al patrimonio. Tanto la archidiócesis como la propia parroquia están encantados porque han hecho una labor que si no, no se habría hecho», ha remarcado la edil.
La compañía Lézards Bleus ha enmarcado sus actuaciones en otros espacios como el Palacio de los Papas en Aviñón, el Parque Güell de Barcelona o el Palacio Reale de Turín, todos ellos catalogados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, o más cerca la Plaza Mayor de Salamanca, entre un sinfín más de edificios históricos con distinta protección arquitectónica. «Siempre con el máximo cuidado y respeto hacia los entornos en los que actúa», defienden desde el TAC, que también incide en que la propuesta «no es invasiva» y que los anclajes están diseñados para no producir «alteración» en el estado del inmueble.
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