El canutazo

En el argot periodístico llamamos 'canutazo' -por la forma de los micrófonos- a esas declaraciones de 'aquí te pillo, aquí te grabo', comparencias fugaces y aparentemente informales que se están convirtiendo en el medio de expresión más habitual de los políticos. El Partido Popular ha incorporado a esta campaña electoral la variante del 'canutazo-denuncia', que consiste en elegir cada día escenarios que han generado polémica a lo largo de estos cuatro años para atizar al adversario político, el viernes junto a las polémicas farolas de la avenida Padre Claret, ahora forradas con carteles con la imagen de Juan Vicente Herrera y Jesús Postigo, ayer en el bache de la calle Daoiz -si miran la imagen de los miembros de la candidatura contemplando fijamente el socavón, se harán una idea- y hoy en el acceso a la estación del Ave. La campaña en Segovia sigue sin fuelle y no hay demasiados visos de que vaya a subir en intensidad de aquí al 22-M. Si Izquierda Unida está buscando el voto para volver a entrar en el hemiciclo municipal -llegó a tener cuatro escaños en el mandato 1999-2003 y dos en el siguiente- nadie lo ha notado todavía. La formación coaligada que en la capital encabeza Luis Peñalosa ha desaparecido del escenario electoral, al menos del mediático, tras el brochazo de engrudo en la noche de la pegada de carteles. Ayer, Pedro Arahuetes dejó su traje de candidato socialista para volver a ponerse el de alcalde de la ciudad -éste último suele incluir corbata-, con el que se hizo la foto hasta en cuatro sitios diferentes. Fue otra jornada de calma chicha.