La India más salvaje y misteriosa

La saga ‘Uncharted’ se ha convertido por méritos propios en una de las más (sino la más) importantes marcas para las consolas de Sony. No en vano, el último capítulo de la serie, ‘Uncharted 4: El desenlace del ladrón’, es uno de los títulos más laureados de la generación. Por eso muchos se preguntaban qué vendría después, sobre todo tras escuchar las intenciones del estudio de cerrar la trama de Nathan Drake, el héroe protagonista, en aquel cuarto capítulo. Pues bien, la respuesta a corto plazo es ‘Uncharted: El Legado Perdido’, un título que funciona no ya como expansión, como alguno podría pensar, sino como una aventura independiente que sabe mantener la esencia de la saga, pero compactando aún más su acción hollywoodiense.

No siempre es sencillo decir adiós a un personaje que tantas buenas sensaciones nos ha dejado. La propia voz de Nathan Drake en los videojuegos, Nolan North, explicaba emocionado durante el lanzamiento de ‘Uncharted 4’ que el propio Drake «le había cambiado la vida». Nada más y nada menos que 10 años siendo la voz de uno de los más queridos por los usuarios de Playstation. Por cierto que, si hablamos de tierras patrias, nuestro Nathan Drake es el actor de doblaje Roberto Encinas, y nada tiene que envidiar al original. No obstante, con este último episodio de PS4 el personaje debía decir adiós.

Ahora bien, el legado que nos dejaba, su sombra, era mucho más alargada de lo que uno pudiera pensar. Sin duda, la franquicia es el ejemplo de cómo se puede construir una perfecta simbiosis entre cine y videojuegos. Los diferentes capítulos eran auténticas experiencias cinematográficas de pura acción, con una jugabilidad muy cuidada que fluía sin que uno se pueda dar cuenta. Tal nivel de producción unido al mimo que impregnaba Naughty Dog a cada entrega, pese al supuesto final narrativo de Nathan Drake, no podía acabar ahí.

Por suerte para todos, la respuesta de Naughty Dog ha sido demostrar que aún tienen ganas de experimentar con la saga. Así llega un nuevo trabajo que ha dejado claro que esto no va solo del héroe protagonista, y que el legado de la franquicia es un pack completo de sutilezas narrativas y jugables bajo un envoltorio de tormentas de balas, explosiones y arqueología. Todo ello se vuelve a conjugar con ‘Uncharted: El Legado Perdido’, un título que cuenta en esta ocasión con dos protagonistas femeninas: Chloe Frazer y Nadine Ross. Dos heroínas que por caprichos del destino y pese a sus reticencias, no tendrán más remedio que trabajar juntas. Y lo harán, como es característico en la saga, para resolver un antiguo misterio que llevará al jugador a nada más y nada menos que la India.

Llegados a este punto y revelada la espectacular localización, es hora de reseñar un apartado gráfico que repite la fórmula de ‘Uncharted 4’ a nivel técnico para mostrar unos entornos que quitan el hipo. Naughty Dog lo sabe pero les gusta que se lo recuerden, por ello vuelve un Modo Foto ideal para guardar todos esos momentos que se quedarán grabados en la retina del jugador durante la aventura. Y no son pocos.

El periplo de las protagonistas se basará en la búsqueda del colmillo de Ganesh, un antiguo artefacto que todos ansían. Uno de los aspectos a destacar de este ‘El Legado Perdido’ es sin duda el ritmo que ofrece. Si la saga en general siempre se ha caracterizado por no ofrecer respiro al jugador (más allá de que el cuarto capítulo se tome algunas licencias para mostrar su lado más reflexivo), lo cierto es que esta nueva entrega es aún más frenética. Con una aventura cuya duración rondará las 8-10 horas (cifras siempre subjetivas), las situaciones límites a las que el usuario se verá expuesta se superponen como un proyector de diapositivas. La santa trinidad exploración-puzles-acción vuelve a ser el pilar sobre el que se sustenta una aventura que tiene como principales alicientes esa marcha más en el ritmo y la trama de Chloe y Nadine, muy cuidada e interesante de principio a fin. Con todo, ‘Uncharted: El Legado Perdido’ es un videojuego que nos hace seguir amando una marca nacida para hacer historia, esta vez en la India.