Cuéllar se define como 'Villa del Mudéjar'. Por sus viejas y empinadas calles sorprende la riqueza monumental que el paso de la historia ha dejado: palacios, casas blasonadas, arquitectura popular, conventos, castillo... junto con sus murallas y las torres de las iglesias que marcan y definen el perfil de Cuéllar.
La riqueza de la lana permitió que, en sólo un siglo, se construyeran más de una decena de iglesias mudéjares, tomando el ladrillo como material básico para sus portadas y ábsides junto con la madera para sus artesonados. Juntas hacen de Cuéllar el núcleo más rico en mudéjar de Castilla y León.
Con este patrimonio, Cuéllar ofrece una forma diferente de entender y presentar sus recursos turísticos a través del espectáculo y sus emociones a las nuevas formas de presentación. Con especial incidencia en los recursos patrimoniales arquitectónicos y su conjunto urbano medieval.
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Asimismo, se ofrece la posibilidad de subir al adarve de las murallas de la ciudadela para disfrutar de una excepcional vista de la ciudad medieval. El Castillo de Alburquerque con su 'torreón de la memoria', sus bodegas, pasadizos y murallas. Todo presentado con una puesta en escena única en España.
Recorrer el conjunto histórico supone introducirse en la Edad Media con rutas turísticas y recorridos guiados o bien siguiendo la señalización de los atriles colocados junto a los monumentos.
Pero, además no podemos olvidarnos de un paseo, por la Senda de los Pescadores, un bosque de ribera de extraordinaria biodiversidad junto al río Cega . Y por supuesto, degustar y disfrutar de la gastronomía de Cuéllar que nos permite saborear una gran variedad de guisos, el lechazo asado en horno de leña o las endibias y la achicoria que se encuentran entre sus platos más exclusivos.
Y para no olvidar ese día, comprar productos típicos, degustar pinchos en los bares de tapas o disfrutar de la noche de Cuéllar.