Tráfico impone una multa por exceso de velocidad en Segovia cada once minutos

La cifra de infracciones detectadas en la red viaria segoviana se ha disparado un 31% en 2024 respecto al mismo periodo del año anterior. Los efectivos responsables de vigilar la seguridad vial han interpuesto 66.954 sanciones, lo que se traduce en un promedio de una denuncia cada cinco minutos. No es un récord histórico, ya que en los ejercicios anteriores se llegó a rebasar la barrera de las 100.000, según confirman los datos facilitados por la Jefatura de Tráfico de Segovia. No obstante, para encontrar una época reciente que iguale estos datos hay que remontarse varios años atrás, ya que fue en 2021 cuando se sobrepasaron las 71.000.

Hay fluctuaciones en el recuento de denuncias en comparación con otras etapas. Las multas por velocidad excesiva o inadecuada son las más numerosas, lo que es habitual, pues generalmente suponen el 70%. «En Segovia se corre mucho», confirma el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor. El porcentaje de denunciados por conductores totales en la provincia que se notifica durante las campañas de vigilancia de esta infracción duplica la media nacional, lo que Pastor atribuye a que «las carreteras segovianas son muy rectas y hay menos tráfico». Sin embargo, advierte de que la rapidez junto una mínima distracción es la causa de múltiples accidentes. Muchos de ellos resultan con víctimas de gravedad.

La falta de respeto a los límites de velocidad estuvo detrás de casi 47.000 denuncias a lo largo del año pasado. Si cada multa se tratase como una persona diferente residente en Segovia, los denunciados serían un tercio de la población. La gran mayoría de las sanciones (35.000) se corresponden con infracciones detectadas a partir de radares fijos, mientras que alrededor de 11.000 fueron interceptadas por dispositivos móviles. Los agentes de la Guardia Civil se encargaron de dar el alto a un promedio cercano a las 700 personas al mes por infringir la normativa vial. Muchos de estos comportamientos fueron captados durante los operativos específicos de vigilancia, hasta cuantificarse uno cada once minutos.

El exceso de velocidad puede acarrear cuantiosas sanciones y también pérdida de puntos. Hace apenas ocho años, la Dirección General de Tráfico (DGT) situaba en la provincia el radar más 'multón' del país, que estaba ubicado en la subida del Alto del León, en la N-6, lo que explica que Segovia llegase a superar con creces las 100.000 denuncias relacionadas con la velocidad en 2017. A día de hoy, el dispositivo regulador de la velocidad de los vehículos que más penalizaciones concentra se sitúa en la misma carretera pero a unos kilómetros de distancia, a su paso por el término de El Espinar.

El incumplimiento de los límites de velocidad acarrea la emisión de partes de denuncia con relativa frecuencia, hasta encabezar el ranking general de multas de tráfico. Pero hay otras infracciones que cada vez escalan más posiciones. No son las más numerosas, pero la detección de drogas y alcohol al volante han sido las que más aumento han registrado en el último ejercicio, de acuerdo con la estadística de Tráfico.

La vuelta a la normalidad tras la pandemia contribuyó a engrosar las cifras de sanciones por estas causas, que rondaban el medio millar en los años inmediatamente posteriores a la llegada del virus. Ahora están más cerca de alcanzar las 1.000 multas, ya que han sido 827 los positivos por alcoholemia que se han contabilizado y hasta 890 los exámenes de drogas que han confirmado la presencia de sustancias estupefacientes en la conducción. El incremento en este caso es de más del 41% respecto a 2023, mientras que se cuadruplica en aquellas situaciones de negativa a someterse a las pruebas de detección de alcohol y drogas.

Estos resultados han llevado a la DGT a intensificar la vigilancia, sobre todo a partir de 2021, cuando se observó una tendencia al alza de accidentes mortales de conductores que habían consumo alcohol o drogas como factor concurrente. A diferencia del exceso de velocidad, Pastor concreta que el porcentaje de denunciados por dar positivo en exámenes de sustancias estupefacientes o alcohol durante las campañas de vigilancia realizadas en Segovia es «bastante más bajo» que el promedio nacional. «Es un hecho positivo», reconoce. Aun así, el jefe provincial de Tráfico llama a la prudencia y pide extremar las precauciones.

Los números rojos en la comparativa con otros periodos están lejos de convertirse en una realidad en relación a las sanciones por llevar la ITV caducada, negativa o desfavorable. Lo mismo sucede con el uso del cinturón, pues las multas formuladas a ocupantes de vehículos que no cumplían con la obligación de utilizar el sistema básico de seguridad sigue sin tocar techo.

Más de 1.800 infracciones por este motivo han sido detectadas a lo largo de 2024: un total de cinco al día. Esto significa a su vez un aumento del 52% en tan solo un lustro. Asimismo, la carencia o el uso incorrecto de los sistemas de retención infantil bate récords al protagonizar 146 denuncias. Son infracciones que serán vigiladas en una campaña que la DGT activará a escala nacional el próximo marzo.

Otro de los comportamientos indebidos que se repitieron con más frecuencia el año pasado fue el manejo del teléfono móvil al volante, a lo que se suma el uso de auriculares. Un total de 1.456 multas se corresponden con estas infracciones que pueden derivar en distracciones y, en consecuencia, siniestros viales. Tras haber remitido en 2022 y 2023, las multas por esta causa han vuelto a repuntar hasta superar todas las marcas recogidas anteriormente, lo que conlleva penalizaciones de 200 euros y la retirada de entre tres y seis puntos del carné.

Precisamente, la carencia del permiso de conducir se ha convertido en una infracción que sumó también más de un millar de sanciones, aunque la evolución apunta al descenso. Son pocas multas las que siguen esta misma tendencia, pero sí que se percibe una ligera caída de las denuncias relacionadas con la circulación por carretera sin seguro, la obstaculización de las vías o la conducción temeraria. El mayor desplome lo ostentan las penalizaciones por saltarse el semáforo en rojo, lo que se explica por la amnistía que recayó en aquellas personas que fueron captadas por el radar recién colocado en un semáforo de San Rafael.

Los comportamientos indebidos que se desligan de esta inclinación a la disminución son la desobediencia a los agentes, la falta de mantenimiento de la distancia de seguridad, el incorrecto funcionamiento del alumbrado o el deficiente estado de los neumáticos.