Ya hay fechas para que el profesor que se burló de la muerte de Víctor Barrio se siente en el banquillo

El Ministerio Fiscal y la familia del diestro fallecido en el ruedo de Teruel el 9 de julio de 2016 solicitan una pena de tres y cuatro años de prisión, respectivamente, porque entienden que Belenguer cometió, presuntamente, un delito de incitación al odio y otro de injurias. Además de insultar al torero y de mofarse de sus allegados, el mensaje concluía con un ofensivo «mearemos sobre tu tumba y en las coronas de flores que te pongan». Según Valverde, a principios de este mes se celebró una vista «para ver si había posibilidades de llegar a un acuerdo por la vía de la conformidad», pero el acusado no se presentó. «Ahora, con los juicios, trataremos de ser capaces de abrir la caja de las condenas por delitos de odio en nuestro país, una batalla complicada porque la Fiscalía General del Estado entiende que el taurino no es un colectivo perseguible ni perseguido, ni se encuentra en una situación de amenaza latente. Y el ejemplo de Adrián [el niño enfermo de cáncer que soñaba con ser torero] está muy reciente. En ese caso, el juez no vio ni delito de odio ni delito contra la integridad moral, que es el hermano pequeño del delito de odio, ni siquiera delito contra el honor. Es un procedimiento complicado», señala el abogado de la familia del malogrado torero.

El profesor valenciano ya declaró en su día en los juzgados de Paterna (Valencia) que él no fue la persona que escribió en su cuenta de Facebook las ofensas contra el torero segoviano Víctor Barrio, después de la fatídica suerte que este corrió en el coso de Teruel. Vicent Belenguer negó ser el autor del comentario de la discordia. Ya lo había hecho días después de que la presión social se volviera contra él, en el mismo verano de 2016. Entonces manifestó que alguien le había usurpado la cuenta y que había sido víctima de los 'hackers'.

A partir de esa negación de la autoría, Belenguer también rechazó los otros dos puntos que completaban la demanda de conciliación presentada por el despacho Cremades y Calvo Sotelo. Por lo tanto, el docente nunca se ha retractado ni ha pagado la indemnización solicitada por la viuda y los padres, que asciende en total a 30.000 euros, 10.000 por cada uno de los damnificados.

Tras la muerte de Víctor Barrio, la Fundación Toro de Lidia emprendió una amplia ofensiva judicial con el objetivo de «regularizar» los comentarios que siembran la red de redes amparados muchas veces en el anonimato. Raquel Sanz, viuda del diestro, siempre ha reclamado «un mayor control y sanciones ejemplarizantes» contra aquellas personas que utilizan el campo abierto de las redes sociales para vejar, humillar, insultar y ofender a otros. Ella lo ha vivido y lo sigue viviendo porque «estamos sometidos a un acoso constante», ha dicho en alguna ocasión.