Misión imposible en Torrelavega para el Balonmano Nava
A los cántabros les basta con dosificar para imponerse a un Nava peleón, pero sin respuestas en ataque y que cae al descenso
Los tres goles que separaron este domingo al Nava del Torrelavega ocultan a la enorme diferencia sobre la pista entre los anfitriones, terceros, y los ... segovianos, que caen a puestos de descenso en otra prueba de impotencia de su ataque. Los de Álvaro Senovilla pelearon para recortar una y otra vez el déficit, pero los cántabros navegaron con la comodidad de acelerar cuando sentían en aliento en el cogote. Caer derrotado en la cancha naranja entra en los números de cualquiera, pero la sensación de suficiencia fue tal que la victoria visitante pareció sencillamente un escenario imposible.
Torrelavega
Andrés Moyano (4), Marcio Da Silva, Carlos Gómez, Álex Rubiño, James Scott (6), Carlos Calle (1), Javi Muñoz (4), Juanjo Fernández, Borja Lombilla, Isidro Martínez (5), Jokin Aja (2), Facundo Cangiani (1), Marko Jurovic (1), Ángel Fernández (4) y Leonardo Vial.
28
-
25
BM Nava
Brais González (1), Edu Reig (5), Alfredo Otero, David Fernández (6), Davide Pugliase (1), Gonzalo Carró (1), Óscar Marugán (1), Josu Arzoz, Rui Baptista (3), Dzmitry Patotski, Javi Carrión (1), Joao Bandeira (4), Nico Bonanno, Tahu Lufuanitu, Mateus Buda y Pablo Herranz (2).
-
Parciales: 4-2, 7-3, 9-6, 11-6, 12-8, 14-11 (descanso), 17-12, 19-15, 21-16, 22-18, 27-22 y 28-25.
-
Árbitros: Freira Cavada y Rosendo López. Señalaron dos exclusiones a los locales y tres a los visitantes.
El abrazo con el balón en juego de Herranz y Moyano, que ha encontrado acomodo en Cantabria tras su breve periplo en Granollers, dio el pistoletazo al duelo. El otro ex, Jakub Prokop, lo vio desde la grada. Tras la pérdida en la primera posesión por un pase errado del argentino, Edu Reig abría el marcador desde los siete metros, redimiéndose de tanto error clave ante Guadalajara. Tras un intercambio de goles de calentamiento, el Torrelavega impuso el gran desequilibrio del encuentro, el existente entre el combo que forman su defensa y portería contra el tibio ataque segoviano. Tiros forzados visitantes para facilitar la tarea de Carlos Calle –uno de los grandes antihéroes de los naveros– como el que hizo en carrera Baptista o el de Brais, levantándose desde muy lejos con dos defensores encima. El problema de un mal ataque es cómo dificulta el repliegue posterior, una suerte que castigaban los naranjas con suspensiones cómodas desde nueve metros de Scott o el pase genial de espaldas, sin mirar, de Isidoro Martínez para la entrada de Ángel Fernández por el carril central. Apenas habían pasado siete minutos y Senovilla tenía que parar el partido tras encajar cuatro tantos seguidos (6-2).
La reacción debía venir por lo moral y por lo táctico. Herranz asumió un papel de liderazgo con gritos para animar mientras sus compañeros juntaban las manos. Y Senovilla optó por vaciar la portería y atacar con siete, una ventaja siempre discutible, pues a más defensores, menos se nota la superioridad numérica. Era la herramienta para buscar con uno más las grietas que no aparecían con seis a cambio de conceder casi por defecto un gol en caso de error. No lo necesitaba Torrelavega, que encontraba al internacional Jokin Aja en el pivote con otro pase certero de Isidoro, esta vez por encima de Josu Arzoz. Con la meta vacía, cualquier error vale doble, como la pérdida tonta en un pase horizontal de Brais prácticamente en media pista que se perdió por la banda y que embocó Ángel Fernández con un saque rápido. La mejor noticia segoviana era su defensa, la que limitó daños para que su irregular ataque encadenara tres aciertos –gran gol de Carró de espaldas y una buena definición de Marugán tras un pase arriesgado de David Fernández al extremo– para acercarse a dos.
Ahí demostró el Torrelavega que la distancia se había acortado porque el líder estaba conservando los neumáticos: parcial de 3-0 castigando esa portería navera desnuda con Calle como ejecutor, hasta que el punto de que sus compañeros le pasaban atrás el balón tras recuperarlo para aprovechar su rifle. En ese balance entre los dos y los seis goles se desenvolvió el partido. Ni el Nava tenía la pujanza para aspirar a la victoria ni los locales la urgencia para exprimirse en exceso dentro de su apretado calendario con competición europea. Patotski empezó a sacar balones, pero su equipo se marchaba al descanso superando por lo justo los dobles dígitos (14-11) tras las enésima parada de Calle, que repelió al larguero el tiro de Pugliese en seis metros. Su decimotercera parada en 24 lanzamientos (un 54%).
Noticia relacionada
La peor cuesta de diciembre del Balonmano Nava
El oficio bastó a Torrelavega para mantener la renta. Internadas solventes para que Isidoro Martínez, un central que rara vez ignora ventajas, generase un penalti tras otro. Una cosecha que completaba Moyano, entrando por la puerta hacia los seis metros, bien por los desajustes que provocaba el pivote o por méritos propios, como el amago de pase que le dejó solo ante Patotski. La simple inercia y alguna superioridad bien aprovechada ponían al Nava al borde de la ruptura final (21-15), pero no les faltó espíritu. La defensa nunca se descompuso, dando oportunidades al ataque para enganchar el parcial. Los mejores minutos, con Bandeira y Bapista en primera línea, amagaron con lograrlo, pero la cosa no pasó del 3-0, un golpe que replicó de forma literal el Torrelavega cuando Jacobo Cuétara pidió el tiempo muerto con 21-18. Fue una cuestión de eficacia visitante, desde la finalización –Calle le paró dos a Herranz en seis metros, desde un tiro a quemarropa a una rosquita que tocó y rescató con el brazo casi sobre la línea de gol– a la creación, con dos largos ataques varados que terminaron en un tiro lejano de Baptista bloqueado sin opciones por una muralla de brazos y en otra pérdida.
El partido murió en un intercambio burocrático de goles y un último acercamiento del Nava, con el mérito de no bajar los brazos. Así llegó el segundo penalti que Buda el paró a Javi Muñoz, otro duelo ganado por el brasileño. La prueba de que el problema está en la otra portería.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión