Fuenterrebollo dona «dinero solidario» para la lucha contra tres enfermedades

Las VI Jornadas Solidarias de otoño, su clásico, regresa hoy a Fuenterrebollo cargadas de deporte, gastronomía y mercadillos. Los fondos serán destinados para la Asociación Aleph-Tea, la Fundación Síndrome de Dravet y la Asociación de Afectados de Neurofibromatosis. «Lo importante es aportar nuestro granito de arena con el dinero que consigamos y dar a conocer las distintas enfermedades y ver la manera en la que se va a destinar lo recaudado», dice Daniel Sacristán, presidente de la Asociación Los que Roban lo Cavao. Ellos junto con la Asociación de Amas de Casa, que se ha sumado este año, han sido los encargados de elaborar «un amplio programa para disfrutar y a la vez colaborar». La capacidad de superación es la que une al pueblo en una misma lucha.

El destino del dinero ha ido variando durante los seis años. La última vez fue para las mismas, excepto para los enfermos de neurofibromatosis. «Son asociaciones que tienen personas aquí del pueblo, varios niños son los afectados». Aunque dos se repitan, no siempre ha sido así y han ido a otras como la Fundación Personas o Apadefim, pero nunca a otro ámbito que no sea el de la salud. «Los casos de la localidad los conozco de cerca aunque sean personas que no viven día a día aquí. Por ejemplo, el de Aleph-Tea es un niño cuya madre es de aquí y cuyos abuelos viven aquí, por lo que vienen continuamente». Los pequeños son los propios socios y «qué mejor manera de destinar lo que recaudemos a ellos». Todo sea de por «aprender de ellos en valores y esfuerzo». La Marcha Solidaria comienza a las 11 de la mañana desde la plaza de España. «De momento somos 30, pero me imagino que entre los nuevos de ayer y hoy llegaremos a unos 60 u 80». A los largo de los seis kilómetros se recorrerá el entorno de lagunas y pinares que ofrece el Parque Natural de las Hoces del río Duratón. La inscripción es de dos euros, que «al final no supone nada» y para que se recaude un importe mayor, el que no quiera andar también podrá contribuir. Además, habrá una hucha solidaria, para el que quiera realizar un donativo de manera totalmente independiente a la realización de cualquier actividad.

Por la tarde, a las seis, en el Salón Multiusos, actuará el grupo local Los Kotarro, seguido del famoso concurso de imitación 'Tu cara me suena'. «Este año esperamos un poco más. A las siete del año pasado, se ha animado una persona más». Todos los participantes son gente del pueblo que crean un vestuario especial para la ocasión. Entre las actuaciones, las fundaciones organizan un mercadillo solidario en donde venderán distintos productos que les permitirán una recaudación exclusiva para cada una. Mientras tanto, se podrán comer castañas asadas, un chocolate caliente y participar en las rifas, en las que se enciende el micrófono para dar voz a la labor que realizan y a la explicación de unas enfermedades cargadas de historia.

«Concienciamos un poco de la situación de mucha gente. El afectado no es solo el que padece la enfermedad, afecta a toda la familia y siempre es una situación complicada. Ayudar es necesario y si lo podemos hacer de alguna manera, bienvenido sea». Ana, una madre de la Asociación Aleph-Tea añade que «los fondos se remiten íntegramente al mantenimiento y refuerzo de servicios como el propio centro escolar y los profesionales especializados de apoyo que precisa cada niño, los programas de ocio y apoyo a familias, integración y formación de voluntarios, entre otros».

Las VI Jornadas Solidarias de otoño, su clásico, regresa hoy a Fuenterrebollo cargadas de deporte, gastronomía y mercadillos. Los fondos serán destinados para la Asociación Aleph-Tea, la Fundación Síndrome de Dravet y la Asociación de Afectados de Neurofibromatosis. «Lo importante es aportar nuestro granito de arena con el dinero que consigamos y dar a conocer las distintas enfermedades y ver la manera en la que se va a destinar lo recaudado», dice Daniel Sacristán, presidente de la Asociación Los que Roban lo Cavao. Ellos junto con la Asociación de Amas de Casa, que se ha sumado este año, han sido los encargados de elaborar «un amplio programa para disfrutar y a la vez colaborar». La capacidad de superación es la que une al pueblo en una misma lucha.

El destino del dinero ha ido variando durante los seis años. La última vez fue para las mismas, excepto para los enfermos de neurofibromatosis. «Son asociaciones que tienen personas aquí del pueblo, varios niños son los afectados». Aunque dos se repitan, no siempre ha sido así y han ido a otras como la Fundación Personas o Apadefim, pero nunca a otro ámbito que no sea el de la salud. «Los casos de la localidad los conozco de cerca aunque sean personas que no viven día a día aquí. Por ejemplo, el de Aleph-Tea es un niño cuya madre es de aquí y cuyos abuelos viven aquí, por lo que vienen continuamente». Los pequeños son los propios socios y «qué mejor manera de destinar lo que recaudemos a ellos». Todo sea de por «aprender de ellos en valores y esfuerzo». La Marcha Solidaria comienza a las 11 de la mañana desde la plaza de España. «De momento somos 30, pero me imagino que entre los nuevos de ayer y hoy llegaremos a unos 60 u 80». A los largo de los seis kilómetros se recorrerá el entorno de lagunas y pinares que ofrece el Parque Natural de las Hoces del río Duratón. La inscripción es de dos euros, que «al final no supone nada» y para que se recaude un importe mayor, el que no quiera andar también podrá contribuir. Además, habrá una hucha solidaria, para el que quiera realizar un donativo de manera totalmente independiente a la realización de cualquier actividad.

Por la tarde, a las seis, en el Salón Multiusos, actuará el grupo local Los Kotarro, seguido del famoso concurso de imitación 'Tu cara me suena'. «Este año esperamos un poco más. A las siete del año pasado, se ha animado una persona más». Todos los participantes son gente del pueblo que crean un vestuario especial para la ocasión. Entre las actuaciones, las fundaciones organizan un mercadillo solidario en donde venderán distintos productos que les permitirán una recaudación exclusiva para cada una. Mientras tanto, se podrán comer castañas asadas, un chocolate caliente y participar en las rifas, en las que se enciende el micrófono para dar voz a la labor que realizan y a la explicación de unas enfermedades cargadas de historia.

«Concienciamos un poco de la situación de mucha gente. El afectado no es solo el que padece la enfermedad, afecta a toda la familia y siempre es una situación complicada. Ayudar es necesario y si lo podemos hacer de alguna manera, bienvenido sea». Ana, una madre de la Asociación Aleph-Tea añade que «los fondos se remiten íntegramente al mantenimiento y refuerzo de servicios como el propio centro escolar y los profesionales especializados de apoyo que precisa cada niño, los programas de ocio y apoyo a familias, integración y formación de voluntarios, entre otros».