La facturación cae como mínimo un 30% en peluquerías y centros de estética
Unas 150 personas de este sector reclaman la reducción del impuesto del IVA al 10 % para poder mantener sus negocios y los empleos
Siguen abiertos y subsisten por los pelos... Sin eventos, como bodas, comuniones, etcétera, importantes para su supervivencia, han visto como su facturación ha caído en más de un 30%. Eso el que menos. Y las perspectivas no son halagüeñas para este invierno. Es una llamada de socorro en toda regla, como la pancarta que presidía la concentración de ayer junto al Acueducto, 'SOS Peluquería y Estética'. Y es que más de un centenar de establecimientos (unos 200 en la provincia y unos 120 que han conseguido agruparse) cerraron ayer para reclamar sobre todo una bajada del IVA del 21% al 10% ciento, como ya lo tienen otros sectores como las floristerías y el cine.
«Si estamos aquí es porque los centros de peluquería y estética no podemos contener más esta situación. Nuestro sector está pasando por uno de sus peores momentos, ha padecido una reducción de ingresos que amenaza tanto su supervivencia como la de nuestros trabajadores. Además, las medidas de obligado cumplimiento ante la crisis sanitaria que vivimos están asfixiando nuestro sector y por contra, no vemos medidas lo suficientemente eficaces que posibiliten la continuidad de nuestros negocios. Aún así, estamos haciendo todo lo posible por continuar, abriendo nuestros negocios, siguiendo las recomendaciones para que todos pasemos esta pandemia. Eso sí, necesitamos comprensión y apoyo de las organizaciones públicas para salir adelante», leyó en un manifiesto Elena Martín, portavoz de este sector.
«No sé si os acordáis el día que decretaron el estado de alarma, y especialmente los peluqueros y peluqueras os acordaréis de cuando nos comunicaron que teníamos que abrir porque los servicios de peluquería eran de primera necesidad. Hubo incluso memes y chistes sobre el tema, pero al final comprendimos que sí, que la higiene era muy importante para determinada población que no podía hacerlo sola. Ahí estuvimos y lo hicimos, pero qué curioso resulta que luego no pagamos IVA de primera necesidad sino de servicio de lujo, una contradicción que refleja nuestra realidad», criticó la portavoz segoviana.
El sector sufre un impuesto de IVA desde el año 2012 «que pesa y que con la situación actual no podemos soportar», incidió. «Miles de compañeros no pudieron continuar ejerciendo su profesión como consecuencia del cierre de sus salones. ¿Cuántos más necesitan perder su empleo, su negocio?. La cuestión del IVA es vital para el sector. Por eso, una de las reivindicaciones del sector es la bajada del IVA al 10%, al conceptuar la peluquería y la estética como bien de primera necesidad», arengó en la lectura del manifiesto en el que los profesionales especifican sus demandas.
Otros sectores lo tienen y «nos parece un agravio comparativo que sigamos así. Necesitamos con urgencia que nuestra petición sea considerada y aplicada y decimos basta ya. Somos un sector de primera necesidad y cuidado, la aplicación del impuesto reducido del IVA no va a resolver todos nuestros problemas de liquidez, pérdidas pero sí sería una bocanada de aire fresco para volver a ilusionarnos y a seguir luchando en nuestros propios negocios», añadió.
Ana Arribas hizo hincapié en la unidad de los negocios por una misma causa, la bajada del IVA, «algo que necesitamos para tener un futuro mejor, que ahora mismo es un poquito oscuro, porque no tenemos eventos ni bodas ni comuniones ni cenas y la Navidad está a la vuelta de la esquina. Espero que esta unión sirva y sigamos luchando por algo que nos interesa a todos», afirmó.
Por su parte, Fuencisla García destacó la valentía de los asistentes. «Lo que sí he visto viniendo hacia aquí y me ha dado mucha pena son varios salones abiertos que dicen que no se va a conseguir nada y para qué van a cerrar. Esa actitud es la que nos lleva a no conseguir nunca nada porque no hay unión. Yo he tenido que trasladar a mis clientas como he podido. Y con esta historia también se favorece el intrusismo», advirtió.
En el medio rural
También en Cuéllar, profesionales de la peluquería y la estética salieron a las calles para esta reclamación. Es el caso de Peluquería Etnia. Su responsable, Sonia Velasco, destacó que debido al momento actual se deberían recuperar las condiciones de IVA reducido que ya tuvieron anteriormente. Velasco señaló las dificultades de mantener los salones en el mundo rural, donde se pagan los mismos impuestos pero los precios son menores, y mostró preocupación por su equipo, actualmente formado por siete mujeres, quienes «se están esforzando muchísimo y están sufriendo unas condiciones muy especiales».
Hizo hincapié en que en el mundo de la belleza la mayoría son mujeres «y estamos haciendo un esfuerzo a nivel hogar, cuidados especiales con nuestros hijos... además del estrés que todo el mundo tiene». Por su equipo ha decidido «pelear para que esto salga adelante y poder mantener todos los empleos».
Lo peor es que se nos presenta un invierno muy malo porque no tenemos eventos, tenemos que cumplir con todas las medidas, los aforos han quedado bastante reducidos y no se puede trabajar como trabajábamos antes, como consecuencia de una reducción importante de los ingresos», comentó Elena Martín.
Respecto a la clientela, «al principio sí que había un poquito más de miedo, sobre todo la gente mayor, pero con todas las medidas de seguridad que tenemos van más tranquilos y ahora se van acostumbrando un poco a respetar aforos, las distancias de seguridad... nos estamos todos acostumbrando a las nuevas normas».
Míriam López: «Esta reducción del IVA nos daría un poco de aire fresco»
«Cuando salimos del desconfinamiento, todo el mundo quería ir a las peluquerías, pero luego hemos ido perdiendo eventos como bodas, comuniones y hemos perdido muchísimo. Estas medidas que estamos pidiendo nos daría un poco de aire fresco porque ese 21% nos está asfixiando. Ya lo lleva haciendo muchos años, pero ahora con esto... Es necesario para seguir con puestos de trabajo, para poder mantener a nuestros empleados...», dijo Míriam López.
Añadió que han cambiado los hábitos. «Ya de por sí es un trabajo muy higiénico, y ahora desinfectamos sillones, tocadores... todo. Eso sí, el aforo de antes ya no le tenemos».
Luis Domingo, de LD Peluqueros (La Granja)
Tras el desconfinamiento, «mejorar no es que hayamos mejorado mucho y esperemos que lo malo no esté por venir porque si ya hemos pasado un verano sin eventos... Estamos esperando a las Navidades y vivimos de la gente del día a día; si ahora vuelven a cerrar sería el colmo de los colmos. Y luego los impuestos nos tienen trillados, que es el motivo de esta concentración, la peluquería que es esencial no puede pagar un impuesto de lujo, un 21%, muchas peluquerías no van a aguantar».
Luis Domingo apunta que «los clientes están empezando a tener miedo otra vez, pero para eso estamos nosotros en nuestros salones, en intentar no crear ese miedo».