Un estudio de la bóveda del Clamores en 3D permitirá intervenir en la cloaca de Segovia
Bomberos y técnicos municipales continúan la inspección para ver el estado de la estructura
En determinados tramos de la bóveda del Clamores es difícil establecer cómo está la infraestructura. Las inspecciones realizadas hasta ahora, a raíz de la tormenta ... del 26 de agosto que causó un gran socavón en el barrio de San Millán, han permitido repasar la canalización subterránea en gran parte de su longitud, pero el Ayuntamiento pretende conocer con certeza el diámetro y el recorrido exacto en todos sus tramos, para valorar las posibles actuaciones en los 4 kilómetros del río entubado. Para tener «conclusiones claras», explica el concejal de Obras, Miguel Merino, está en marcha la realización de un estudio en 3D que espera tener terminado este mes. Aunque faltan algunos tramos y que terminen la inspección dependerá de si continúa el tiempo seco.
Las inspecciones las están realizando desde el 23 de septiembre los bomberos de Segovia y dos técnicos de la Concejalía de Obras. Es un trabajo complicado. «Penoso» también de algún modo y con cierto riesgo, dado que la bóveda del Clamores es la principal cloaca de la ciudad y conduce aguas fecales, aparte de que, al desconocerse aún el trazado exacto y en qué condiciones se encuentra, podría haber alguna parte peligrosa. Da una idea de ello el dato que menciona Miguel Merino: las inspecciones no avanzan más de 100 metros a la hora.
Aún quedan al menos dos días para seguir revisando la infraestructura. Está previsto que las inspecciones se reanuden el lunes, pero si se cumplen los pronósticos meteorológicos (que anuncian lluvia) es probable que se retrasen. Entrar en la bóveda del Clamores es peligroso si sube el nivel del agua y se producen arrastres.
Se suma a esta incertidumbre de riesgo el desconocimiento. Como han indicado varias veces desde el 26 de agosto la alcaldesa, Clara Luquero, el concejal de Obras, Miguel Merino, y el jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, José Luis del Pozo, en el Ayuntamiento no hay planos que detallen el recorrido exacto del Clamores subterráneo, que además tiene giros de 90 grados que siguen los antiguos meandros del río y muchos recovecos. Y eso dificulta la inspección para comprobar el estado de la obra civil.
Para conocerlo se está haciendo este estudio, a través de fotografías y vídeos, para ponerlo en planos y, después, cuando la nueva planimetría esté terminada y con los distintos puntos posicionados, elaborar el modelo en tres dimensiones que facilitará cualquier actuación futura.
En el socavón
En paralelo, continúan los trabajos en el socavón de San Millán. Una vez asegurado las paredes del hueco y los pilotes del edificio con hormigón gunitado, prosigue la retirada de los escombros del socavón y los que se acumularon por arrastres posteriores a la tormenta de agosto. Es un trabajo «intenso», aclara Miguel Merino, y la situación de confinamiento en que se realizan las operaciones es una dificultad adicional a la de cualquier otra obra. «Está costando bombear el agua, y por eso estamos muy agradecidos a la empresa y los trabajadores de Segesa, porque están realizando su labor en circunstancias nada agradables», matiza el concejal.
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El edificio bajo cuyos cimientos se abrió el enorme hueco que se tragó un coche y una furgoneta el 26 de agosto está seguro. Las operaciones se centran ahora en esa retirada de escombros y en ver si es necesario o no acometer un «abordaje inminente» en el tramo entre la plaza de Doctor Gila y Sancti Spiritu, explica el concejal. En apariencia, por las inspecciones realizadas en las últimas semanas, en la estructura de este tramo no se aprecian zonas problemáticas, pero los técnicos tienen dudas de si sería conveniente asegurarlo.
Por motivos parecidos la Concejalía de Obras valora abrir un nuevo pozo de inspección en la plaza de Doctor Gila, que sea accesible la bóveda en el futuro.
También está en marcha el diseño del acceso permanente que está previsto dejar en la plaza de Aurelio Hernández, aprovechando el hueco del socavón, para que pueda entrar maquinaria en caso necesario. Será una entrada de 2,70 por 2,70 metros que tenga capacidad para meter bombas de hormigón y otros elementos.
Financiación
Para todos estos trabajos el Ayuntamiento cuenta con la partida de 450.000 euros que habilitó tras la tormenta de agosto. La inversión realizada hasta ahora, según estima Merino, puede ser de menos de 250.000 euros, pero aumentará hasta cerca de 400.000 o incluso una cantidad superior con todos los trabajos previstos.
No obstante, el concejal de Obras destaca que estas intervenciones han sido incluidas en la solicitud presentada con cargo al plan de emergencias aprobado por el Consejo de Ministros tras las tormentas y riadas de agosto, que supondrán una subvención del 50% del coste final. De modo que es muy probable que el Ayuntamiento no tenga que gastar todo el dinero que ha reservado.
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