«Cuando he salido de Segovia no podía imaginar que iba a estar cuatro horas atrapada en el autobús»
Elena Postigo, estudiante de Magisterio en Madrid, narra la peripecia que ha vivido la mañana de este miércoles en el viaje que cotidianamente realiza
«Cuando he salido de Segovia, a las siete de la mañana, no podía imaginar que iba a estar cuatro horas atrapada en el autobús. Nevaba poco, ni siquiera era nieve, sino agua, y las calles de la ciudad estaban bien. Pero después de parar en Otero de Herreros empezó todo».
Son palabras de Elena Postigo, que todos los días coge el autobús de la línea regular para desplazarse a Madrid, donde estudia Magisterio. Eran las siete de la mañana cuando Elena se subía al autocar, en la estación de autobuses de Segovia. En ese momento apenas nevaba. Era un aguanieve sin importancia, aunque había algunos coches con algo de nieve encima. Por las calles se podía caminar sin problema. La nevada vino después.
«He cogido el autobús de las siete de la mañana, el semidirecto, y hemos salido como siempre, aunque, en vez de tomar la carretera nacional, el conductor ha decidido ir por la autopista porque sabía que había habido un accidente a la altura de Revenga. Claro, había que parar en Otero de Herreros para recoger a varias personas... Así que, en una de las salidas de la autopista, se ha desviado a Otero. El problema ha surgido al salir de allí. Nevaba copiosamente y nos ha parado la Guardia Civil para decirnos que no se podía avanzar más, que estaba todo colapsado. Y nos hemos quedado parados, en el acceso del peaje de Ortigosa, donde hemos permanecido entre las ocho menos cuarto, aproximadamente, hasta casi las doce del mediodía. Han sido cuatro horas atrapados en el autobús. Fuera nevaba mucho. Pasaban las quitanieves y enseguida se volvía a llenar. Era imposible para un autobús», cuenta Elena.
El pasaje del Avanza iba tranquilo. Cuatro horas es mucho tiempo, pero no cundieron los nervios. «Hemos permanecido dentro, con la calefacción puesta y buena ventilación, casi todo el rato. El conductor se ha portado muy bien porque nos ha ido informando de todo lo que él iba sabiendo. La gente ha estado tranquila pese a que en estas situaciones te sueles poner nerviosa, sobre todo por la incertidumbre que generan. A algunos les han venido a recoger desde Segovia en coche y se han ido. Yo he preferido seguir hasta Madrid. En San Rafael nos han dado la opción de bajarnos y regresar a Segovia, pero no se han puesto medios para ello», añade la estudiante. «Sé que el autobús de las siete que iba directo ha llegado a Madrid sin problema. Ha sido cuestión de minutos».
Elena es una de los casi cinco mil estudiantes segovianos que diariamente hacen el trayecto de ida y vuelta Segovia-Madrid.