PP y Cs de Cuéllar abandonan el pleno por la falta de ventilación y por no poder guardar las distancias

Los concejales de los grupos municipales del Partido Popular y Ciudadanos abandonaron, en la noche del jueves, el pleno tras la aprobación del acta de la sesión anterior. La portavoz popular, Nuria Fernández, quiso tomar la palabra para pedir que la sesión se aplazara unos días y se celebrara de forma telemática. Ante la negativa del alcalde, Carlos Fraile, los cinco ediles de la oposición se levantaron de sus escaños y abandonaron el salón de plenos.

Ya en los pasillos, Fernández calificó de «soberbia» la actitud del alcalde al no darle la palabra: «Lo mínimo que tenía que haber hecho cuando nosotros teníamos que mandar un mensaje era escucharnos». La jefa de la oposición pretendía poner de manifiesto «lo insensato que es el alcalde y todo el equipo que lo rodea» al celebrar el pleno de forma presencial. Fernández recordó que en la junta de portavoces, los responsables de PP y Cs ya solicitaron que la sesión fuera telemática «porque no tiene sentido que estemos pidiendo a los vecinos que no se junten en sus casas, que no realicen grandes reuniones, y nosotros venimos aquí para celebrar un pleno que se puede hacer de forma telemática», ya que Cuéllar «tiene los medios para hacerlo».

En el salón de plenos «había más de veinte personas», explica la portavoz popular, quien destaca que el espacio «no tiene ventilación» y, además, «es imposible» guardar las distancias de seguridad. Por ello, pone en tela de juicio las «negativas y excusas» del alcalde. «Nos hace pensar que hay un interés político. La voz de la oposición en un cuartito está bastante más callada que si lo hacemos en redes sociales», señala Fernández, quien recalcó que el alcalde «se excusa en intentar entrar en la nueva normalidad, pero no hay normalidad. El viernes 23 se decreta el toque de queda, el domingo 25 el Gobierno anuncia el estado de alarma y, con todo esto, el lunes Fraile, en un acto de soberbia, convoca el pleno de forma presencial».

Esa misma mañana, los tres grupos de la oposición habían intentado que cambiara de postura. «y nos dice 'rotundamente no' de nuevo». Además, la líder de la bancada popular considera «una incoherencia» que el alcalde prohíba que asociaciones y comunidades de vecinos celebren reuniones en el salón de plenos. «Yo le preguntaría si realmente no se considera un trilero, porque por un lado prohíbe, por el otro nos obliga, y yo ya he perdido la bolita. Es un mentiroso compulsivo y un prepotente», manifestó.

Los plenos del Ayuntamiento de Cuéllar suelen finalizar sobre las 23:00 horas e incluso a medianoche, por lo que Fernández argumenta que al convocar la sesión de forma presencial, cuando hay toque de queda a las diez, «nos niega el derecho de ejercer la oposición porque nos limita el tiempo de nuestras actuaciones», e impide a los ciudadanos seguir en su totalidad «un acto que, por obligación, debe ser público». La portavoz popular pidió al alcalde que «piense en la salud, la responsabilidad y la prudencia».

En parecidos términos se expresó el portavoz de Ciudadanos, David de las Heras, quien afirmó que Carlos Fraile «esta imponiendo una mayoría absoluta» pese a que la oposición «ha pedido reiteradamente por seguridad» que la sesión fuera telemática. De las Heras considera que «reunirse 25 personas es contraproducente e ilógico». Además, el alcalde «no nos da ningún tipo de respuesta sobre por qué no se pueden hacer los plenos telemáticos».

En el otro extremo de la polémica, el alcalde acusó a PP y Cs de querer convertir los plenos «en un circo», como calificó el gesto de abandonar la sala. Fraile considera que los populares acudieron a la sesión «con la intención clara y manifiesta de interrumpir su normal desarrollo». Fernández, explicó el alcalde, «cogió el micrófono de manera unilateral y sin tener el uso de la palabra y, para desagradable sorpresa de todos, quiso imponer un manifiesto suyo».

Ante «este despropósito y circo montado», Fraile argumenta que recordó a Fernández «que no estaba en el uso de la palabra y que esperase al turno de ruegos y preguntas, por respeto a los trece concejales». Ante ese requerimiento, «decidieron marcharse y el grupo de Ciudadanos, que no dijo nada, sorprendentemente también les acompañó».

El alcalde considera que la actitud del PP y Cs «de querer convertir los plenos en un esperpento es poco responsable y tiene un tono infantilista, muy alejado del comportamiento que deberían tener los representantes públicos». A la oposición, dijo Fraile «lo único que les preocupa es hacerse autopropaganda, en lugar de las cuestiones que se llevan a los plenos». En el del jueves, que a su juicio era «el segundo más importante del año, detrás del de presupuestos», se iban a debatir, entre otras cuestiones, la modificación de ordenanzas fiscales o cargos con dedicación exclusiva. «PP y Ciudadanos quisieron dinamitarlo por el capricho único y exclusivo de que los plenos tienen que ser de manera telemática».

Fraile recalcó que el equipo de gobierno les dio la oportunidad de cambiar el horario, «por si lo que les preocupaba era el toque de queda».