Segovia

El «coladero de Daoiz»: los vecinos critican el acceso y el aparcamiento sin control

Una de las molestias es el acceso de vehículos tanto a la calle Daoiz como a la plaza de la Merced. Durante algo más de dieciocho meses, no se ha permitido el acceso de ningún vehículo para no interferir con las obras. Pero con el fin de estas, se ha regresado a la situación que había hasta febrero de 2023. La apertura de nuevo al tráfico permite que los coches autorizados puedan circular y aparcar en la zona. Sin embargo, los vecinos critican que, como ya ocurría antes de las obras, son muchos los vehículos que acceden y estacionan en el entorno de estas calles sin tener autorización. Lamentan que no se respetan las señales de prohibición de paso -salvo vehículos autorizados-, que no funcionen las cámaras de control situadas en la calle Barrionuevo o Cronista Lecea o la ausencia de controles por parte de la Policía Local. «Es un coladero», aseveran.

Al respecto, fuentes municipales aseguran que sí se realizan controles, como demuestran las dos denuncias puestas la semana pasada por acceder sin permiso. Las mismas fuentes precisan que hay señales que informan de la prohibición de acceder a esta zona del casco antiguo sin autorización y que quien incumpla la normativa se arriesga a una posible sanción. No obstante, insisten en que no es posible tener presencia policial las 24 horas del día para controlar la entrada de coches.

Pero el acceso de vehículos no autorizados no es la única queja de los vecinos, que ya realizaron una recogida de firmas durante el anterior mandato por este motivo. También señalan el «aparcamiento sistemático» de coches sin distintivo autorizado en la plaza de la Merced y en sus aledaños. Como ejemplo, señalan que la noche del pasado viernes había catorce vehículos estacionados sin el correspondiente distintivo, cifra que 24 horas más tarde ascendía hasta los dieciséis coches. Por otro lado, también advierten de la cada vez mayor presencia en los aparcamientos de vehículos de usuarios de los pisos turísticos o de los hoteles, que en principio solo tienen derecho de paso para la carga y descarga, teniendo que buscar luego un aparcamiento público.

Sobre los aparcamientos, los vecinos también alertan de un uso incorrecto de las tarjetas de residentes, ya que aseguran que hay personas empadronadas en casas de familiares en las que no residen para poder utilizar las plazas de aparcamiento de la zona.

Las molestias que causan los vehículos van más allá, según denuncian los vecinos. También se producen «pequeños golpes» a peatones, sobre todo con los espejos retrovisores, al tratarse de calles muy estrechas. Los residentes del barrio de San Andrés también hablan de vehículos que circulan a velocidad inapropiada y que se saltan la señalización, al utilizar la calle Daoiz como atajo para pasar al otro de la ciudad y evitar así circular por la deteriorada Cuesta de los Hoyos. También aseguran que se producen atascos de vehículos y de personas por las mañanas, sobre todo cuando se encuentran con el autobús urbano o el camión de recogida de residuos.

Además de todas estas quejas, los vecinos de la zona han remitido otro escrito al Ayuntamiento de Segovia en el que solicitan que se estudie la posibilidad de cambiar el sentido de circulación de la Ronda de Juan II desde el arco del Socorro hasta el Alcázar. Se trata de una medida que, según apuntan los residentes, serviría para descongestionar el eje Catedral-Alcázar de vehículos, ya que convertiría la Ronda de Juan II en una vía de entrada al casco antiguo en lugar de una salida del mismo.

Aunque el resultado final de las obras de reurbanización del eje Catedral-Alcázar ha sido bien valorado por los vecinos, señalan que la intervención ha supuesto un «gasto notable» para los residentes, ya que han tenido que sufragar el coste de las cajas de luz, gas y telefonía obligatorias en las fachadas de los edificios y los gastos de las acometidas de electricidad. En este sentido, lamentan que aún no se haya completado el soterramiento de todo el cableado de las fachadas y dudan que los cables que siguen a la vista sean solamente de Teléfonica.

También señalan el deterioro de la parte inferior de buena parte de las fachadas de los edificios, la mayoría de ellos rehabilitados en 2013, en parte como consecuencia de las propias obras ejecutadas durante el último año y medio.

Por último, advierten de que algunas de las losas que marcan el trazado del canal del Acueducto se están rompiendo como consecuencia del paso del camión de recogida de residuos y del autobús urbano y lamentan que haya más de 140 tapas de registro en el suelo de la calle de Daoiz.