Cerca de 20.000 segovianos están a la espera de la firma de un nuevo convenio colectivo
Los sectores del comercio y del transporte de viajeros por carretera parecen los más próximos a firmarse, mientras que panadería y agropecuario se antojan los más arduos
Si hay dos sectores de la actividad económica en Segovia que andan más rezagados a la hora de renovar las condiciones laborales que rigen las ... vinculaciones entre empresarios y empleados esos son los de panadería y bollería y agropecuario. Están obsoletos, caducados; y las negociaciones que han de entablarse para renovar sus respectivos convenios, enquistadas. Son viejos objetivos que los responsables de las centrales sindicales mayoritarias en la provincia esperan que este año, por fin, sea el de su desbloqueo.
Son las dos prioridades subrayadas en rojo para este ejercicio que acaba de empezar a andar; aunque no son los únicos acuerdos sectoriales por firmar. Además, en este 2020 las patronales y los delegados que defienden los intereses de las plantillas se sentarán para cerrar otros dos convenios colectivos más que están en la agenda: uno es el del comercio, que según dejan entrever los portavoces de Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), está muy próximo de ser rubricado por las partes; y el otro es el del transporte de viajeros por carretera, en el que también se otean indicios favorables al consenso.
El impulso dado a la negociación colectiva a lo largo de los últimos cuatro años ha supuesto que si a principios de 2017 había quince convenios en el aire a la espera de un marco que recogiera las relaciones entre empresarios y personal, ahora sean los cuatro citados los que permanecen sin un pacto colectivo. Un avance muy importante, pero no completo.
Durante este tiempo se han cerrado los requisitos de convenios sumamente importantes en la economía segoviana, tanto por su peso sobre el Producto Interior Bruto (PIB) como por la masa de trabajadores implicados. Es el caso de la hostelería, que en 2018 suscribió las condiciones que regulan el empleo de un gremio que oscila entre los 4.500 y 5.000 trabajadores y que entraña «sus propias peculiaridades», matiza el secretario de la Unión Provincial de Comisiones Obreras, Álex Blázquez, con un personal flotante muy elevado.
8.800 en el comercio
De momento, esta organización no tiene constancia de que haya habido problemas en la aplicación del convenio colectivo del sector hostelero por el cual en 2021 ningún trabajador percibirá menos de mil euros. Este objetivo es posible gracias al consenso al que llegaron las partes para estipular un aumento de entre el 2,5% y el 3% en las nóminas, siempre en función de la categoría profesional del empleado.
En cuanto a los retos inmediatos, es decir, los acuerdos que están en una cartera cada vez más desocupada de asuntos pendientes, el responsable sindical de CC OO pronostica que el acuerdo en el sector del comercio «pinta bien».
No es baladí, ya que afecta a unos 8.800 trabajadores, de los que cerca de 2.800 son autónomos. Se trata de una actividad con uno de los colectivos más numerosos en activo en la provincia, de ahí la importancia del documento elaborado. Álex Blázquez confirma que la negociación para establecer, entre otras cuestiones, una subida salarial media del 2,7% en las retribuciones de estas plantillas está muy avanzada. Incluso hay perspectivas de que entre esta semana y la que viene este convenio colectivo quede sellado, intuye el secretario provincial de Comisiones Obreras.
Transporte por carretera
El otro acuerdo que asoma más cercano en el horizonte del calendario laboral es el que actualizará las condiciones de los trabajadores asalariados que desempeñan su tarea en el sector del transporte de viajeros por carretera. El documento en el que se plantean y entregan al empresariado las reivindicaciones de «recuperación de los derechos perdidos durante la crisis» está ya listo y preparado, afirma Álex Blázquez. La mejora lineal del sueldo que se propone en este caso es de 50 euros al mes.
«No es nada descabellado ni ninguna locura, habida cuenta de que el salario mínimo interprofesional se ha subido 50 euros», precisa el representante sindical. Este convenio, en el que ya ha habido aproximaciones que invitan al optimismo de las organizaciones, afecta a entre 200 y 300 personas, calcula el responsable de Comisiones Obreras en Segovia.
Los huesos más duros de roer para alcanzar un acuerdo son los del sectores agroalimentario y el de panadería y bollería, reconoce el secretario provincial de Unión General de Trabajadores, Manuel Sanz. Ambos marcos llevan caducados unos años y necesitan de manera imperiosa una renovación. El convenio de la panadería, por ejemplo, expiró en 2016. Ha transcurrido un cuatrienio en el que los sindicatos han tratado de acercarse sin éxito a la patronal para fijar los términos de un nuevo acuerdo, pero las largas recibidas han sido la constante en esas tentativas de diálogo, revela Sanz.
También los temporeros
El responsable sindical ha lamentado este distanciamiento de los empresarios cuando las condiciones que tienen los menos de 400 empleados incluidos dentro de este sector de actividad son de las peores de la provincia. El dirigente de UGT apunta que la base salarial está por debajo del sueldo mínimo interprofesional (ronda los 800 euros) y subraya que sus trabajos están regulados por un convenio anticuado y que no contempla mejoras sociales.
Las condiciones sociales sí que están reconocidas en determinados convenios, como ocurre en el sector agropecuario en el que ya se incluyeron aspectos básicos como el reconocimiento a la igualdad, derechos para el cuidado de los hijos y mejoras para la conciliación de la vida familiar y laboral. Sin embargo, la subida salarial está en el limbo. Sanz cifra en unos 10.000 los trabajadores que esperan la renovación, de los que alrededor de 4.000 son temporeros contratados para llevar a cabo campañas concretas como la de la fresa. Estos jornaleros también entran la negociación, matiza Sanz.
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