«Ante una sospecha se debe desalojar», subraya la directora del instituto de El Espinar evacuado por una falsa amenaza de bomba
María del Corral Martínez recuerda que recibieron el aviso en el recreo, por lo que «algunos se lo tomaron a broma»
La directora del instituto María Zambrano de El Espinar, María del Corral Martínez, se enteró este lunes de que había sido detenido un menor relacionado ... con el aviso falso de bomba que vivió el centro educativo el pasado 24 de septiembre, en plena ebullición del nuevo curso escolar. Recuerda que tras lo sucedido «vino la Guardia Civil para pedir datos sobre algunos alumnos» en los que se pensó como presuntos autores de la broma de mal gusto.
La responsable del centro desconoce la identidad del menor detenido, pero piensa que «no es del instituto». En los nueve años de trabajo docente en el María Zambrano, tres como directora, «hemos vivido actos vandálicos, como roturas de cristales o pintadas; pero nunca un acto de este tipo, no sé si antes de que yo llegara se habría producido una amenaza de bomba».
Todos los hechos que suponen un ataque a las instalaciones «siempre se denuncian», asevera María del Corral Martínez. Unas veces se logra dar con los responsables y otras no y se quedan por el camino porque la Guardia Civil no logra identificar a los autores de estas gamberradas.
Más de quinientos evacuados
El pasado 24 de septiembre, hacia las 11:30 horas, el instituto recibió una llamada telefónica. Amparada en el anonimato, el interlocutor avisaba de la colocación de un artefacto explosivo en el interior de las instalaciones. La directora evoca aquellos momentos y, ante una situación así, «lo que hicimos fue aplicar el protocolo que está establecido con la Junta de Castilla y León».
Es decir, de inmediato se advirtió a los 482 alumnos, 52 profesores y demás empleados que había aquella mañana en el María Zambrano y «se obligó a desalojar» las dependencias escolares, relata la directora. La Guardia Civil y la Policía Local acudieron de inmediato y revisaron uno a uno los espacios y las aulas del centro. Por fortuna, no hallaron ninguna bomba y confirmaron que la amenaza era falsa.
«Al cabo de una hora reanudamos la actividad con normalidad», añade María del Corral Martínez. El susto se produjo «durante el tiempo del recreo». Los alumnos y los docentes «no sabían muy bien lo que estaba pasando y algunos incluso se lo tomaron a broma» sin saber que lo era.
«Es algo muy serio y aplicamos las instrucciones al respecto, que son claras», subraya la responsable académica. «Ante la sospecha, existen protocolos para estas situaciones y simulacros que se practican durante el primer trimestre del curso», apostilla. Esta vez no fue una simulación, había una sospecha a partir de la llamada.
Revisiones, plano y salidas de emergencia
Martínez reconoce que cuando se ejecutan este tipo de actuaciones de prevención no se piensa en una amenaza de bomba, sino más bien en un incendio; pero al final el desalojo se tiene que hacer sí o sí. En cuanto a las medidas para facilitar la evacuación, «cada clase tiene un plano con la localización, el camino a seguir, el lugar donde están las puertas de emergencia...». Todo estas cuestiones «se trabajan con el alumnado en las tutorías, aunque nunca piensas que es algo que te vaya a tocar».
Por otra parte, la directora del instituto espinariego confirma que «la Junta nos controla todo», en referencia a que estén todos los elementos de prevención de riesgos en las condiciones adecuadas y acordes con la normativa, como por ejemplo que las puertas de emergencia estén despejadas de obstáculos, cita la responsable académica. «Las revisiones son frecuentes», añade.
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