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Beatriz Serrano, Claudia de Santos, José Luis Aragüe ‘Mazaca’, Félix Moracho, Jaime Pérez y PabloMartín brindan tras la inauguración. A. de Torre
La cultura del vino inunda noviembre

La cultura del vino inunda noviembre

Comienza el sexto Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural de Segovia, que desde este jueves al día 28 combina las catas y degustaciones gastronómicas con la música

miguel ángel lópez

Miércoles, 11 de noviembre 2015, 10:20

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Música, vino y gastronomía. Convivencia. El jazz a dúo de Kelo Regidor, al piano, y Juan Pedro Cornejo, al contrabajó, animó la espera de la presentación en el teatro Juan Bravo. Y después creó el clima apropiado para el evento social, uno de los «actos relajados, divertidos, culturales y para convivir» como todos los que contiene el programa del Otoño Enológico, el sexto que organiza la Fundación Caja Rural de Segovia para «acercar la cultura rural, la cultura del vino, al medio urbano».

Esta es una de las metas de las jornadas, que son «un referente en el mundo del vino de Castilla y León», con la inspiración de fondo que marca la defensa de la tradición de los pueblos y con la cultura del vino «como abanderada», aseguró Félix Moracho, presidente de la fundación y vicepresidente de CajaViva Caja Rural. La apertura reunió este miércoles en el Juan Bravo a los organizadores, establecimientos participantes, a los representantes de las administraciones públicas, a las firmas colaboradoras y al público fiel que sigue cada año el evento, caracaterizado por combinar en la proporción justa la degustación de vinos y platos con la música.

Moracho recordó que el tiempo ha pasado muy rápido desde la anterior edición. En el otoño de 2014 hubo 45 catas, diez actividades musicales, seis monólogos de expertos y la cata de alrededor de 120 vinos, señaló. Este año, el Otoño Enológico vuelve a reunir a los amantes del vino en torno a las mesas de diversos establecimientos de la capital, pero también de la provincia porque, destacó Moracho, «procuramos que haya actividad en los pueblos». Dos son cercanos, La Lastrilla y Zamarramala, y los tros dos no están muy lejos, La Granja de San Ildefonso y Carbonero el Mayor.

Estos lugares y los espacios que acogerán las degustaciones plasman la defensa de la cultura rural de la que habló el presidente de la Fundación Caja Rural de Segovia, una máxima de esta actividad «a pesar de que el medio rural esté en declive». O precisamente por eso. Porque, declaró Moracho, lo que se pretende es que el programa ofrezca «actos relajados, culturales, para convivir. Y no es una frivolidad, aún con el entorno político que nos impacta», porque así se demuestra que «sabemos convivir civilizadamente», apostilló.

Convivencia lúdica. Para promocionar la cultura del vino y la gastronomía, para «tirar del carro de nuestra provincia», como dijo después José Luis Aragüe Mazaca, presidente de la Asociación de Sumilleres de Segovia y firme defensor de esta iniciativa , «una buena idea en tiempos de crisis para que salgamos a la calle, a los bares y restaurantes, espacios lúdicos donde hablamos de lo que luego no se habla en otros sitios», apuntó. Mazaca destacó además que esta edición da un paso más, tiene innovaciones al presentar a los participantes «otros vinos que vienen de fuera, como los champanes, porque Segovia es una tierra acogedora y abre las puertas a todo el mundo».

Champagne, sí. Y Rueda, Ribera del Duero, Valtiendas, Vinos de la Tierra de Castilla y León, Moscatel... Perniles selectos de Jamones Segovia, Venta Tabanera y Monte Nevado, tapas y platos de la mejor gastronomía provincial... Y jazz, canción francesa, italiana, pop, soul... con los grupos Beatrice Binotti & Pájaro Juárez, Trío De la Osa Jazz, M & L, free Soul, Music & Wine, Luzía Molina, Dandy, Lebrel yLupas, 3 Cups y Gradus Jazz para ambientar los eventos, pues esta es otra nota distintiva del Otoño Enológico.

Es la suma de «la cultura popular asocada al vino», con la bandera rural como emblema «hacer destino, hacer provincia», como subrayó la concejala de Turismo, Claudia de Santos, que en nombre del Ayuntamiento agradeció a todas las personas que organizan y participan el Otoño Enológico que pongan «esa filosofía de fondo a esta actividad». Sobre todo, recalcó De Santos, porque «el vino es amigable, social, se bebe en compañía. No perdamos nunca eso».

Esta es la misma esencia de la recomendación final que trasladó Jaime Pérez, diputado deelegado del área de Promoción Económica de la Diputación, a quienes asistieron a la presentación en el teatro Juan Bravo: «Que todos saquemos un buen gusto de estos ratos». Aludía a que hay pocas cosas más tradicionales que el vino, al esfuerzo que han hecho los industriales vitivinícolas de Segovia para llegar a competir a nivel nacional e internacional con sus caldos de Rueda, de Ribera, Valtiendas o sin denominación. La muestra está, hasta el día 28, en el sexto Otoño Enológico.

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