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Once vinos de la DOP Valtiendas obtienen la calificación de excelentes

El Consejo Regulador espera una vendimia «fantástica» con una producción de más de 380.000 kilos

miguel ángel lópez

Jueves, 10 de septiembre 2015, 11:47

La reunión técnica para calificar la añada de 2014 fue muy satisfactoria para los vinos de la DOP Valtiendas. De las 30 muestras catadas por los expertos, once obtuvieron una calificación de excelente, trece la de muy buenas y seis la de buenas. Los caldos, todos jóvenes, proceden de las seis bodegas acogidas a la Denominación de Origen Protegida; cuatro tintos y dos rosados que atesoran las notas distintivas de estos vinos, aromas de fruta roja en sazón, con potencia en nariz, colores violáceos o cardenalicios y la peculiaridad que les da el terreno, «una gran mineralidad que les distingue de los demás vecinos», los de Ribera del Duero.

Una zona de libro y un diamante en bruto

  • Son dieciséis los municipios que abarca el área de producción de los vinos de Valtiendas, Aldeasoña, Calabazas de Fuentidueña, Carrascal del Río, Castro de Fuentidueña, Cobos de Fuentidueña, Cuevas de Provanco, Fuente el Olmo de Fuentidueña, Fuentepiñel, Fuentesoto, Fuentidueña, Laguna de Contreras, Navalilla, Sacramenia, San Miguel de Bernuy, Torreadrada y Valtiendas. En cada uno varían las características del suelo, que en general es de sustrato arcilloso y con guijarros y canto rodado en la superficie, y todos comparten una altitud de más de 900 metros y el clima mediterráneo, frío en invierno y caluroso en verano. Son las condiciones idóneas para que la uva, de la variedad tinta del país o tempranillo, adaptada a la comarca hace 150 años cuando llegó como tinta aragonesa, obtenga unas excelentes condiciones de maduración. Por eso, la enólogo y bodeguera Lorena Fernández afirma que «Valtiendas es una zona de libro para la viticultura; sus cantos rodados te dicen que ese suelo no puede fallar», y David Herrero, sumiller, alaba además la forma de cultivo tradicional, «la experiencia y la madurez» de los agricultores de la zona que mantienen los viñedos cuidados y limpios, que valoran el trabajo diario «Es un diamante en bruto a pulir para hacer una joya impresionante», asegura.

Esta es la definición de la añada de 2014 de Valtiendas que hizo José Luis Aragüe, presidente de la Asociación de Sumilleres de Segovia y uno de los responsables de la cata de calificación a ciegas realizada en la sede del Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio segoviana. Con él, de calificar estos seis vinos jóvenes se ocupó un comité formado por los sumilleres Paco Monedero y David Herrero, el director técnico del Consejo de la DOArlanza, José Ignacio Marqués, el presidente del Consejo de Valtiendas, Venancio de Andrés, la enóloga y bodeguera Lorena Fernández y el responsable del área de Promoción Económica de la Diputación, Jaime Pérez.

El resultado de la exigente cata otorgó una muy buena calificación al conjunto de los vinos jóvenes de 2014. Elaborados todos con la variedad de tinta del país que en la zona denominan tinta de Valtiendas porque está adaptada al suelo y las condiciones climatológicas desde hace décadas, Aragüe recalcó en nombre de los catadores que son «casi excelentes». No obstante, optaron por otorgar esta calificación solo a once de ellos por «honestidad» y considerar el conjunto de la añada como «muy buena» por escasas décimas de puntuación. «Hay que tener credibilidad y ser cada vez más exigentes para que los vinos de nuestra tierra sean mejores cada año», comentó.

Entre ellos hay un tinto joven «excepcional para crianza» y dos rosados muy buenos, uno con aromas de fresa excelente, frutos todos de las condiciones de la tierra, con una altura de más de 900 metros que le da mucha frescura y un suelo de guijarros y cantos rodados que conserva la humedad en los veranos más secos, y la forma de cultivo que realizan los mayores de los 16 municipios de la comarca. Son las notas que dan a estos vinos, explicó Aragüe, «suficiente identidad para que Valtiendas sea un núcleo potente, con exclusividad de aromas, de gusto y de sabor».

Alejados de otros métodos de producción vinícola de mayores dimensiones, los de Valtiendas son más para quienes «buscan vinos exclusivos con alma por su peculiaridad y por su sistema, para quienes después de haber pasado por la globalización optan por volver al terreno», pues en esta zona, indicó el presidente de los sumilleres segovianos, «se hace el vino de acuerdo con la peculiaridad de la tierra».

Nuevos mercados

Son producciones reducidas, adecuadas al tamaño de las parcelas, con rendimientos medios de unos 7.000 kilos por hectárea y técnicas de cultivo acordes al clima y el suelo para que las variedades cultivadas (la tempranillo adaptada como tinta de Valtiendas y la albillo para los blancos y rosados) expresen todo su potencial. Así, las añadas, con un número limitado de botellas van teniendo salida a otros mercados como Suiza, Panamá, República Checa, Filipinas y Tailandia.

La evolución de estos vinos (y de los de la añada de 2013, calificados como excelentes) podrá apreciarse la semana próxima, el día 19, en la Fiesta de la Vendimia de Valtiendas, preludio de la cosecha de este año que Venancio de Andrés estima que será «fantástica», con la uva todavía un poco alta de azúcar en las cepas y un grado de acidez muy bueno. El Consejo Regulador espera superar la producción de 2014, con más de 380.000 kilos y otras tantas botellas. La Diputación de Segovia apoya esta Fiesta de la Vendimia, comentó Jaime Pérez, porque «no es ajena al esfuerzo de la comarca de Valtiendas».

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