El último palo a una afición muy cansada

La afición del Salamanca UDS recibió este jueves, a eso de las 21 horas de la noche, un duro palo, otro más. Y no es porque no estén acostumbrados a recibirlos. Casi tan grande como el del descenso a la Segunda RFEF porque el club salmantino, tras tres años consecutivos salvándose siempre en las jornadas finales -la pasada campaña 20-21 parada por la covid había iniciado en enero una caída libre que se vio beneficiada por el parón de las competiciones-, estará la temporada 21-22 en la Segunda RFEF, la cuarta categoría nacional. Y no está en la quinta de milagro, sin duda por la llegada en el mes de enero de Lolo Escobar al banquillo junto a seis fichajes invernales (Javi Navas, Iván Casado, Sergio Ayala, Juancho, Álex Camacho y Javi Benítez), porque entre todos lograron darle la vuelta para evitar caer a la Tercera RFEF, un pozo casi sin fondo.

La carta de despedida de Lolo Escobar del Salamanca UDS cuando solo un día antes había iniciado las conversaciones con el director general Rafa Dueñas es la gota que colma el vaso de la afición por mucho que el cada vez más pequeño grupo que sigue aplaudiendo cada decisión del presidente Lovato y su escaso equipo de trabajo intentando ahora poner en el 'saco' de Escobar la única responsabilidad en su renuncia a continuar intentando incluso desprestigiar al entrenadores que acaba de evitarle el descenso a una Tercera RFEF en la que tenía en enero casi los dos pies.

El gran palo de la temporada para el Salamanca UDS es sin duda el descenso. El club, como todas las temporadas, inicio el curso hablando de ascenso al fútbol profesional y que en este año de cambio en el fútbol profesional, estar en la Primera RFEF -y a las primeras de cambio, es decir, acabar la primera fase entre los tres primeros- era el reto mínimo para después pelear hasta el final el ascenso a Segunda. Nada más lejos de la realidad porque el Salamanca UDS acabó la primera fase penúltimo con solo 19 puntos condenado a luchar por evitar el descenso a Tercera RFEF. Por el camino ya se ha habían quedado el técnico argentino Sergio Egea -despedido en la quinta jornada- y Rafa Dueñas -el 'chico para todo' de Lovato en Salamanca que estuvo tres partidos al frente -sin tener carné para estarlo- y no pudo cambiar el rumbo de una campaña que parecía irreconducible hasta la llegada de Lolo Escobar.

Así, el Salamanca UDS caerá una categoría regresando a la cuarta categoría nacional con muchísimo menos nivel que Primera RFEF y con clubes, en su gran mayoría, de muchísima menso entidad. El paso atrás es evidente en todos los sentidos.

Con la decisión de Lolo Escobar de no renovar en el Salamanca UDS se va la esperanza -de nuevo liquidada- de tener un proyecto por fin continuista en el club del Helmántico, acostumbrado año tras año a dar giros radicales en la plantilla y el banquillo. De haber seguido el extremeño, sería la primera vez que el Salamanca UDS con Lovato mantendría técnico de una temporada para otra. Y ello hubiera supuesto que muchos jugadores habrían la opción de seguir en el club a pesar del descenso a Segunda RFEF. Pero siempre que Lolo siguiera. Ahora la puerta, en la mayoría de los casos, está cerrada.

El técnico Lolo Escobar, que sabe que le iban a pedir sí o sí el ascenso a Primera RFEF, realizó unas peticiones lógicas para renovar en su primera (y única) entrevista con Rafa Dueñas. Un cuerpo técnico de confianza con un preparador físico profesional (el actual no tiene ni título en España), un ayudante, fisios y readaptador de lesiones profesionales, mejorar su contrato (que era muy bajo), participar en la confección de la plantilla... Pero a las primeras de cambio el extremeño ya vio que los puntos de partida eran tan distantes que avanzar en la negociación sería imposible y prefirió cortar por lo sano. Como reconoció Escobar en una entrevista en El Norte, el presidente Lovato ni siquiera le ha llamado en todo este tiempo por teléfono. Ni se conocen a pesar de que le ha evitado un descenso de categoría.

No ha habido temporada desde que el Salamanca UDS llegó a la Segunda B en la que el club del Helmántico no haya estado en el punto de mira por el retraso continuo en los pagos de las nóminas de los jugadores, que siempre deben esperar al mes de junio para cobrar lo firmado ante la amenaza de que el club acabe descendiendo si Lovato no abre la 'cartera' desde México. Y a la afición ni a la ciudad le gusta estar en el candelero por este motivo. Porque después de tres años en Segunda B con la misma dinámica, los futbolistas y los agentes ya saben que en el Helmántico los problemas de cobro están al día. Este jueves salía a la palestra que hasta siete jugadores del Salamanca UDS han denunciado al club por los retrasos en las nóminas. Lo avanzó el periodista Ángel García y este medio también lo ha podido confirmar. Lo hacen para que la deuda prescriba y se puedan así garantizar el cobro: o Lovato paga, o el club baja otra categoría. Hasta el delantero Uxío da Pena reconoció estos días en una entrevista en 'La Crónica de Salamanca' que ha tenido que dejar esta temporada dinero a compañeros para poder superar las estrecheces por la falta de cobros puntuales del Salamanca UDS.

Y es que las deudas con los jugadores no son, ni mucho menos, las únicas en el Helmántico. También con algunos proveedores, como por ejemplo con la empresa que ha cuidado el césped del Helmántico los últimos años y que ha tenido que reclamar por vía judicial el dinero adeudado.

Es más, esta temporada también ha llegado una sanción de la propia FIFA por la deuda por impago de un jugador que ha paralizado cualquier alta de fichaje en el club, desde el primer equipo a la cantera. Por ejemplo, dos equipos de cantera no han podido iniciar la Liga hace unos meses por la imposibilidad de tramitar las altas y se han tenido que quedar sin jugar.

El presidente Lovato declaró al aterrizar hace unos en Salamanca que estaba preparando un lavado de cara para el estadio Helmántico. Y todo ello se ha quedado en nada. Apenas los cambios de los banquillos pero gracias a la RFEF por la celebración el año pasado de la Supercopa de España femenina. La suciedad que se encuentran los abonados del club, un domingo sí y otro también, en el estadio cuando van a presenciar cada 15 días los partidos de su equipo solo van en aumento ante la dejadez del club.

El proyecto veraniego de Lovato ya fue una moneda al aire. Con todo lo que había en juego en esta temporada de cambios en el fútbol de Segunda B, el mexicano se la jugó con la plantilla con más extranjeros de toda la Segunda B, la inmensa mayoría sin experiencia en España. Y se la pegó. Hasta el mismo lo reconoció en una supuesta entrevista en su país -no hay ni una imagen de la misma-. «El tiempo me dice que me he equivocado. Yo lo veo diferente a la gente. Yo decía que el fútbol es fútbol y los que me decían que la Segunda B es diferente tenían razón. La Segunda B es otra historia. Sucede que uno lleva jugadores de la Primera División mexicana pensando que van a funcionar en Salamanca, muchos sí lo hacen, pero muchos que no. No me cuesta admitir que me equivoqué», dijo.

Es otra de las dantescas situaciones que se ha tenido que 'comer' estos años la afición del Salamanca UDS. A Lovato le 'gusta' elegir entrenadores que no tienen la titulación para dirigir en España: lo intentó con Trejo y con Dueñas -varias veces y se sentó al lado como asistente sanitario- y le tocó pagar varias multas a la RFEF por ello.

El club, escaso de personal en cada departamento del mismo, ha tenido estos años varios dirigentes que han ido apareciendo y desapareciendo casi por arte de magia. Pasó con Ulises Zurita, nombrado presidente institucional y que no ha vuelto a pisar Salamanca-, con David Izazola, un director de marketing catapultado a la dirección general sin méritos, o sin olvidar la polémica marcha de José María Movilla a los primeros meses de llegar en el debut en Segunda B. El teórico director deportivo, Octavio Mora, no ha pisado Salamanca en toda la temporada.