«Les tiemblan las piernas» para reclamar fondos a la Junta

Los presupuestos de la Junta de Castilla y León para 2021 motivaron el debate más encendido del pleno municipal de ayer, con los partidos del equipo de Gobierno y de la oposición afeándose los supuestos recortes y los retrasos en la ejecución de las cuentas.

El Grupo Socialista presentó una moción «para reclamar la incorporación de importantes inversiones y compromisos con la ciudad de Salamanca» en los presupuestos de la Junta para 2021. Los socialistas calculan que la administración regional 'adeuda' 90 millones de euros a Salamanca en inversiones en el hospital, los centros de salud del Zurguén y Prosperidad, el campus agroambiental o el centro de recepción de visitantes. En total, 14 proyectos, según los socialistas. Virginia Carrera, de IU, apoyó la moción, mientras Carmen Díez, de Unidas Podemos, se abstuvo.

El edil de Cs Juan José Sánchez pidió «ser realistas» porque Salamanca es «la tercera provincia» por volumen de inversiones. Las cuentas son «justas y ecuánimes», mientras que en los Presupuestos Generales del Estado «se ve nítidamente cómo la orientación política marca la hoja de ruta del Gobierno central». El PP también defendió los presupuestos de la Junta, que «ha hecho un esfuerzo importante en los últimos años». El edil Daniel Llanos calificó la reclamación socialista de «teatrillo» y recordó las inversiones en la estación de autobuses, la residencia de Puente Ladrillo o los equipos para el nuevo hospital, además de afear a los socialistas que vivan «resignados a servir a Sánchez» y no reclamen «los 2.500 millones que el PSOE dejó sin ejecutar en el Plan del Oeste. No consentiremos que se insulte al que invierte mientas el Gobierno central nos desprecia».

El portavoz socialista, José Luis Mateos, siguió el mismo argumento y preguntó a los populares si «tanto le deben a Mañueco» como apara «no atreverse, ser valientes y exigir lo que es justo para Salamanca». Los populares «priman más los intereses del partido que de la ciudadanía». «Les tiemblan las piernas cuando se trata de pedir a los compañeros de partido», zanjó Mateos.

El pleno respaldó varias propuestas, algunas de ellas por unanimidad.

Las mociones apoyadas por todos los ediles incluyen dos proyectos socialistas de medición de la calidad del aire en cooperación con las Universidades en los espacios interiores de Salamanca y para la puesta en marcha de rutas de senderismo urbano en la capital. También se respaldaron dos mociones del Grupo Mixto sobre la situación prebélica en el Sáhara Occidental y para el lanzamiento de una campaña de sensibilización que pruebe que los espacios culturales son lugares seguros contra el coronavirus. Otra propuesta del Grupo Mixto sobre la crisis humanitaria en las Canarias por la llegada de inmigrantes fue respaldada por PP, Ciudadanos e IU, mientras Podemos y PSOE se abstuvieron.

Finalmente, la corporación respaldo una moción del Grupo Municipal Popular para pedir al Gobierno central la retirada de la 'Ley Celaá'. La mayoría de PP y Cs sirvió para darle luz vede, pese a los votos en contra del resto de grupos. Los populares argumentaron que la ley nace sin consenso y compromete el futuro de la concertada y la educación especial, a lo que Cs añadió la inoportunidad de aprobarla en plena pandemia y su matiz «ideológico», más que técnico. Para la oposición consistorial, la moción era una «farsa». Virginia Carrera, de IU, añadió incluso que la ley se queda corta «en la reversión de la privatización de la enseñanza».

El decreto 2/2020 de la Junta de Castilla y León también desencadenó un cruce de acusaciones y reproches entre el equipo de Gobierno y la oposición. El decreto ha cosechado el rechazo unánime de los sindicaos y los profesionales sanitarios, que afirman que el documento faculta a la Junta para «imponer» la movilidad geográfica o suprimir permisos en función de las necesidades médicas por la pandemia.

Así, el Grupo Socialista argumentó que la norma es «el mayor abuso jamás cometido» hacia los profesionales sanitarios y pidió a la Junta que lo retire, algo en lo que coincidieron con IU y Podemos.

La portavoz de Cs, Ana Suárez, criticó al PSOE por su «uso partidista de las situaciones críticas» y recordó que el equipo de Gobierno «ha criticado las medidas que no son las mejores», incluso cuando éstas han sido promulgadas por sus correligionarios en otras administraciones. La edil popular María José Fresnadillo explicó que «ya ha habido decretos del Gobierno en esta línea de reorganización de servicios y no se presentaron mociones porque eran Reales Decreto del Gobierno. La moción es un ejemplo de sectarismo» y al PSOE «le importa quien firma los decretos, porque si no habrían presentado antes esta moción».

La concejala María García, del PSOE, tuvo el último turno de palabra y achacó a los populares que vivan en «una esquizofrenia hacia los sanitarios» porque apoyaron moción contra el traslado a Valladolid de un médico de Salamanca «y hoy rechazan una moción contra la potestad de la Junta para trasladar a cualquier médico».

García, enfermera de profesión, preguntó a los ediles del PP si piensan que con una visita al complejo hospitalario han cumplido. «Conocen la gestión sanitaria indecente de la Junta y callan. El virus derriba las caretas del PP y de Cs. Son políticos de foto».

La moción fue finalmente rechazada.