Los pensionistas de Salamanca siguen en la lucha por «unas medidas justas y dignas»

Se cumple un año de las marchas de pensionistas y la manifestación multitudinaria hasta el Congreso y «nuestras demandas no han sido escuchadas». Por eso, desde la Confederación Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe) siguen movilizándose y reivindicando lo que consideran unas medidas justa y dignas.

Santiago Benito, Marisa Salgado y Santiago Herranz, de Yay@ Gaitas Salamanca, recordaron ayer cómo fue esa gran movilización, las que han realizado después y cómo no van a parar en su lucha por un sistema público de pensiones digno.

Una pensión mínima que alcance los 1.084 euros, la revisión anual de las pensiones según el IPC real (cesta de la compra), la jubilación a los 65 años y el 100% de la cotización para la pensión de viudedad si no alcanza los 1.084 euros eran sus principales reivindicaciones entonces y lo continúan siendo ahora.

Durante estos siete meses de alerta sanitaria por la pandemia de la covid, «el único movimiento social que ha vuelto a las calles y plazas es el de los pensionistas». Se han concentrado contra el maltrato y el abandono de las personas mayores y las miles de muertes en las residencias, han pedido comisiones de investigación, han denunciado la política de privatizaciones y recortes en los centros de día de mayores, residencias y servicios de ayuda a domicilio; el cierre de centros de salud rurales, la demora excesiva en las listas de espera en Sanidad y atención a la dependencia, se han solidarizado con los trabajadores y trabajadoras de la salud, del transporte y la alimentación, e la limpieza, de los profesores y profesoras, etc. «siempre defendiendo y reivindicando lo público, con el convencimiento, por propia experiencia, de que no habrá pensiones dignas sin salarios dignos», apuntó Marisa Salgado. Tampoco hay que olvidar sus 'Lunes al sol' en la Plaza Mayor que retomaron en junio.

Además insisten en su rechazo a la comisión parlamentaria de evaluación y seguimiento de las pensiones,más conocida como la del Pacto de Toledo, que «nos han perjudicado».

Entre ayer y hoy, cada uno de estos pensionistas, van a enviar una carta por email a todos los diputados y diputadas del Congreso, «recordándoles nuestras reivindicaciones y demandas para que sean escuchadas y atendidas». Por la pandemia «no podremos estar este año delante del Congreso, pero el año que viene ocuparemos las calles, y el siguiente también, hasta conseguir que nuestras reivindicaciones sean tenidas en cuenta, por la fuerza de nuestras palabras o de nuestro votos».