La última selectividad se aproxima sin estar definida la prueba que la sustituirá

Próximo martes día 14 a las 09:00 horas. En ese momento comenzarán los primeros ejercicios de las pruebas de acceso a enseñanzas universitarias oficiales de grado correspondientes a la convocatoria de junio de 2016, es decir, la selectividad de toda la vida que, tras 40 años de controvertida existencia soportando estoicamente los efectos de las diferentes reformas educativas introducidas por los sucesivos Gobiernos que ha tenido España, comenzará a decir adiós. La selectividad se prepara para aposentarse en el baúl de los recuerdos de millones de españoles, dado que desaparecerá el próximo curso, siendo sustituida por la reválida de Bachillerato, con más asignaturas de las que examinarse obligatoriamente y nuevas vías para subir nota.

Aunque todavía no hay datos precisos sobre el número exacto de alumnos que concurrirán a esta última selectividad en el distrito académico de la Universidad de Salamanca en junio de 2015 fueron 2.731 la estructura de los exámenes y los escenarios para el desarrollo de los ejercicios se conocen desde hace meses.

El rector de la Usal, Daniel hernández Ruipérez, firmó el pasado 20 de mayo una resolución, donde se especificaba expresamente que las pruebas arrancarían el 14 de junio a las 09:00 horas, recordando a los alumnos que deben personarse en las aulas provistos del documento nacional de identidad y del resguardo de la matrícula. El rector también anunció la fecha más esperada por todos estos aspirantes a universitarios, es decir, el día de publicación de las calificaciones, que se podrán conocer a partir de las 17:00 horas del próximo 23 de junio.

Con independencia de su denominación oficial prueba de acceso, reválida, selectividad lo cierto es que este filtro para acreditar los conocimientos adquiridos con vistas a regular el acceso a las facultades y escuelas universitarias tiene las horas contadas, si bien es cierto que todavía habrá una prórroga para la actual selectividad, como es la convocatoria del mes de septiembre.

Castilla y León es una de las comunidades autónomas más tardías en albergar esta prueba. Los primeros en enfrentarse a selectividad fueron los alumnos asturianos los pasados 1, 2 y 3 de junio. Tras ellos, les ha tocado el turno estos días a riojanos y murcianos. Muy de cerca les siguen madrileños, valencianos, aragoneses, extremeños y baleares, que empezaron a examinarse ayer y proseguirán a lo largo de hoy y mañana. Precisamente, a partir de hoy y durante mañana jueves y lo largo del viernes concurrirán a la selectividad los estudiantes cántabros, castellano manchegos, gallegos, canarios, navarros y vascos. Los últimos en examinarse el 14, 15 y 16 de junio son, además de los castellano y leoneses, los alumnos de Andalucía y Cataluña.

Un total de 14 centros acogerán los ejercicios de esta última selectividad en el ámbito correspondiente al distrito de la Universidad de Salamanca. De estas 14 sedes, seis se sitúan en la provincia de Salamanca, tres en Ávila y cinco en Zamora.

Las facultades de Ciencias, Filología y Psicología, junto con el edificio de San Isidro, albergarán los tres días que durarán los exámenes en la capital del Tormes. En Béjar se desarrollarán en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial y en Ciudad Rodrigo se llevarán a cabo en el instituto de Enseñanza Secundaria Tierra de Miróbriga.

Los estudiantes abulenses deberán doblegar a los nervios durante los tres días de exámenes en la Escuela Politécnica Superior en la ciudad amurallada, el instituto de Enseñanza Secundaria Juana de Pimentel en el municipio de Arenas de San Pedro y en el instituto de Enseñanza Secundaria Eulogio Florentino Sanz de Arévalo.

Finalmente, los adolescentes zamoranos buscarán su pasaporte para ingresar en la Universidad en las pruebas que tendrán lugar en los IES León Felipe de Benavente, Cardenal Pardo Tavera de Toro y Valverde de Lucerna, este último situado en Puebla de Sanabria.

Flecos pendientes

La reforma impulsada por anterior ministro de Educación, el siempre controvertido José Ignacio Wert, ha dejado tantos flecos por resolver en tan poco tiempo que ahora, en pleno periodo preelectoral de nuevo, todo se llena de dudas. De hecho, los rectores de las universidades españolas se mantienen a la expectativa sobre la nueva reválida. En principio, eran proclives a mantenerla como una especie de selectividad. La nota obtenida hará media ponderada (un 30%) con la obtenida en los cursos anteriores (70%) Sin embargo, la ley permitiría a las universidades establecer unos criterios adicionales, dependiendo de la tipología de los estudios.

Un ejemplo habitual es Medicina. En este caso, las universidades podrían decidir tener en cuenta las notas obtenidas por el alumno en las materias más relacionadas con el grado. Pero es algo que, teóricamente, queda al libre albedrío de cada universidad, lo que complica bastante las perspectivas del alumno.

La nueva reválida que entrará en vigor el curso venidero se parecerá poco a la que diseñó el exministro José Ignacio Wert y bastante más a la actual selectividad, especialmente si las universidades deciden mantener los planteamientos actuales y no añadir criterios de admisión. Wert concebía una prueba única para todo el Estado, en una fecha que fijaría el Ministerio de Educación y con unos criterios de corrección y preguntas diseñados también desde el organismo ministerial. Incluso el formato lo llegó a esbozar el exministro, al proponer una amplia batería de preguntas tipo test.

En el último documento presentado por su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo, a los rectores y a los miembros de las consejerías de Educación, habían desaparecido las aspiraciones estatales. Las comunidades autónomas recobraban la capacidad para fijar la fecha de las pruebas y diseñarlas. Además, se especificaba que las preguntas no serían de tipo test, sino del estilo de las que ya se hacen en la selectividad actual.

Con todos estos matices, queda por saber cuales serán los contenidos definitivos del real decreto que regule las nuevas pruebas de acceso. Algo que corre especial prisa a los profesores y alumnos que iniciarán el segundo curso de Bachillerato en septiembre, porque tendrán que saber de antemano cuáles son las reglas del juego que decidirán la admisión en cada grado.