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Las máquinas ya se encuentran trabajando en lo que en un futuro será la balsa; y la ministra de Agricultura con la Comisión Gestora.
El nuevo canal de la Armuña regará más de 6.600 hectáreas de terreno

El nuevo canal de la Armuña regará más de 6.600 hectáreas de terreno

Esta infraestructura llevará a partir de 2018 no sólo agua sino esperanzas a la zona

Jorge Holguera Illera

Jueves, 9 de abril 2015, 13:15

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El ámbito rural castellano y sobre todo el salmantino necesitan mejoras que aseguren la viabilidad de las explotaciones agrarias con el fin de hacer que los pueblos, cuanto menos, mantengan su población. El nuevo canal de la Armuña será en el año 2018 uno de esos alicientes. Precisamente este conducto llevará agua y esperanzas a zonas en extrema alerta por despoblación. Aunque sea leve, el comienzo es bueno, y la transformación de 6.655 hectáreas en su mayoría de secano (aproximadamente una séptima parte de esta superficie se riega hoy con agua extraída de sondeos), hará que estos terrenos se revaloricen, pero sobre todo estas conducciones de agua también cargarán fuertes dosis de nuevas oportunidades para localidades que siempre han contado con gentes luchadoras pero a las que desde todas las instituciones gubernamentales se les ha vuelto la espalda.

La solución ha estado casi 20 años detenida, casualmente desde el año 2008 en que se construyó el Azud de Riolobos. Una balsa de 387 hectáreas de superficie que se surte de agua del río Tormes captada en el embalse de Santa Teresa y conducida hasta este almacén de agua a través de un ramal del canal de Villoria. Este gran embalse ha retenido en los términos de Villar de Gallimazo y el Campo de Peñaranda durante estos años el agua que con ansia esperan las tierras de los términos municipales como los de El Campo de Peñaranda, Palaciosrubios, Villaflores, Cantalapiedra, Zorita de la Frontera, Poveda de las Cintas o Cantalpino.

Finalmente, recuperando los planos de aquel viejo proyecto y aplicando las mejoras convenientes, el canal comienza a hacerse realidad con una primera fase que contempla tres proyectos para llevar el agua a una superficie total de 8.249 hectáreas, de las cuales pasarán a ser regables un total de 6.655. Se repartirán aproximadamente en las siguientes superficies por término: de Villaflores se beneficiarán 2.338 hectáreas; de Cantalpino, 2.264; de El Campo de Peñaranda, 1.616; de Poveda de las Cintas, 1.808; y de Zorita de la Frontera, 150. Estas superficies son aproximadas, pues la variación de superficies será sustancial después de la realización de la reconcentración parcelaria que ya está estudiando el Itacyl y que se emprenderá en breve y prácticamente de forma paralela a la primera fase de este nuevo canal.

Esta primera fase corresponde a las obras que se están realizando y de las que se hace cargo el Gobierno central íntegramente; éstas son las estaciones de bombeo, los caminos, desagües, centros de transformación, impulsión y la nueva balsa de regulación que se está construyendo en el término municipal de Villaflores.

La primera fase de este proyecto va de la mano de la reconcentración parcelaria y prácticamente a la par la constitución de una Comunidad de Regantes del nuevo canal. Este último es uno de los trámites que ya está prácticamente hilado y del que se está encargando la actual Comisión Gestora. Todo ha tenido un riguroso proceso de gestación, con reuniones con los técnicos especialistas e incluso, varias con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina que ha estado muy implicada en este proyecto. Han participado en ellas alcaldes de las localidades afectadas y, sobre todo, agricultores a los que afectará esta mejora, estos son los que han ido tomando las riendas y quienes han creado esta Comisión Gestora. Su presidente es Teodoro López Sierra con explotaciones en El Campo de Peñaranda; su vicepresidente es Eugenio Fernández Alonso, también de El Campo de Peñaranda; su secretario es Teófilo Bonal González; y los vocales son José González Sierra, de Cantalpino; Enrique Montis y Yagüe, de Villaflores; Hermógenes Travillos, de El Campo, de Peñaranda; y Nemesio López López, de Poveda de las Cintas.

Beneficiados

Hay otros datos relativos a este canal como el del número de agricultores que se verán beneficiados que aún es desconocido, principalmente porque no coinciden con el de propietarios, aunque dentro de dos meses se estima que se conocerán los datos definitivos. Según catastro hay en torno a 800 propietarios, que se estima que se reduzcan a un 30 ó 40% de estos en términos reales, «porque hay fincas que tienen más de un propietario, porque muchas de ellas ya se han vendido y las han comprado agricultores que tenían parcelas al lado», ésta es alguna de las causas que enumera Teodoro López.

Otra de las cuestiones que puede llevar a equivocación es la denominación del Canal de la Armuña, dado que en su conjunto engloba en torno a 40.000 hectáreas y dentro del mismo también se consideran los de Villoria y el de Arabayona.

Este tramo del Canal de la Armuña, el que se está construyendo en esta primera fase, trae consigo numerosas ventajas, una de ellas es la reconcentración parcelaria de las parcelas que ya de por sí son grandes en esta zona. Pero que aparte de reagrupar parcelas tiene como objetivo darlas una forma lo más apropiada posible para la mecanización de su riego.

La magnitud de las explotaciones, una ventaja más

  • Hay que tener en cuenta que este canal contará con una venta adicional, que es el gran tamaño de las explotaciones que hay en los términos municipales que faltan por canalizar.

  • Las grandes parcelas permitirán la mecanización de éstas con sistemas como el riego con pívots. Se evitará así el trabajo extra que exigen la mayoría de las explotaciones de zonas regables como las de Babilafuente y Villoria; zonas en las que es necesario el uso de coberturas, debido a que las parcelas no son muy grandes.

La concentración parcelaria ha de estar acometida para que se pueda dar paso a la segunda fase, que ejecutará la Junta de Castilla y León. En palabras de Teodoro López, «la concentración beneficiará económicamente al proyecto y beneficiará al agricultor; la Junta se ahorrará en bocas de riego y otros elementos y el agricultor podrá tener todo el terreno en menos parcelas que antes».

El proyecto del que se hará cargo la Junta de Castilla y León, en una segunda fase, incluirá tuberías secundarias, bocas de riego y demás. La primera fase será financiada íntegramente por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, pero esta contemplará un pago por parte del agricultor que se estima en el 60% del coste total, lo que puede suponer alrededor de 114 euros por hectárea anuales de amortización. Esta cantidad sumada a lo que cueste el hacer funcionar esta infraestructura se estima que rondará los 500 euros por hectárea. Unas cifras que serán pequeñas si se comparan con los entre 1.500 y 2.000 euros que cuesta hoy regar con sondeo en dicha zona, según las estimaciones de Teodoro López, por eso urge hacer el canal en la zona, anota López.

En opinión del presidente de la gestora, agricultor de la zona, los cultivos que se van a sembrar van a ser los mismos, lo que va a cambiar va a ser su distribución. En la zona se siembra la mayoría de parcelas de cereal secano, alguna de remolacha ypatata, y las menos maíz, cuenta, después se estima que se siembre remolacha, patata, maíz, algún cereal, pero con mucho menos coste y, como consecuencia de ello, con mucha mayor rentabilidad, al ser todas de regadío, apunta.

Además esta nueva infraestructura revalorizará las tierras de la zona, dando un valor añadido y haciendo posible la reactivación de nuevos puestos de trabajo como consecuencia de la mayor productividad de las superficies y de la necesidad de mayor mano de obra, al pasar de secano a regadío.

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