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Calero despeja un balón, observado por Nacho. EL NORTE
Fútbol

La zaga como signo de identidad del Real Valladolid

Una defensa reconocible desde que llegó Sergio González al banquillo se ha convertido en la marca pucelana que logró el ascenso y un lugar confortable en la mejor liga del mundo

Fernando Bravo

Valladolid

Viernes, 5 de octubre 2018, 11:52

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Forman un bloque sólido, reconocible y fiable. Lo dicen los entendidos, los aficionados y las estadísticas. Yestán avalados por el éxito que supuso hace unos meses el ascenso a Primera División y por el sitio que se están haciendo, sin complejos, en la mejor liga del mundo, en apenas mes y medio de competición. Son los cinco 'magníficos' que defienden con garantías los intereses de un Pucela que ha sabido dar minutos a la inercia del ascenso, prorrogando una exitosa línea de resultados que convierte al Real Valladolid en un discreto aspirante a cualquier cosa;de momento, a mantener la categoría.

Son Jordi Masip (portero), Javi Moyano (lateral derecho), Kiko Olivas (defensa central), Fernando Calero (defensa central) y Nacho (lateral izquierdo). Asociados indefectiblemente por Sergio González, un entrenador que impuso esta combinación desde que llegó el año pasado al Real Valladolid de Segunda, a ocho jornadas de la conclusión del campeonato, y que prolongó durante los cuatro partidos de 'play-off' con la anecdótica aparición de Borja Herrera y la estratégica alternancia de Antoñito, se han convertido en el principal signo de identidad del Real Valladolid.

De nuevo, las estadísticas avalan esta circunstancia. Los cinco lideran la clasificación de partidos y minutos jugados en el Real Valladolid en lo que va de temporada: todos ellos han sido titulares en los siete partidos disputados y solo Moyano, por un golpe que le obligó a abandonar el terreno de juego en el partido contra el Levante, en Zorrilla, no tiene nueve minutos menos.

Herencia de Segunda

Sergio González no pudo heredar la 'perla' del equipo de la pasada temporada:el delantero madrileño Jaime Mata que sumó la estratosférica cantidad de 35 goles en el campeonato de Liga y compensó las dudas iniciales en la defensa pucelana para lograr el ascenso.

Por contra, el entrenador barcelonés recogió una defensa que retocó con la incorporación del desahuciado Nacho al lateral izquierdo y la mantuvo hasta que lograron el pasaporte a Primera, lo que sirvió a los integrantes de esta zaga como reválida para reivindicarse frente a los grandes en esta categoría.

El paso de Luis César Sampedro se significó por la conversión de Mata en pichichi (la temporada anterior, el sistema de Paco Herrera le había convertido en un extremo vulgar) y la endeblez defensiva, de modo que, con los mismos defensas, el Real Valladolid fue uno de los equipos más goleados de Segunda. Sampedro lo fio todo a un arriesgado cuerpo a cuerpo frente a los mejores, sabedor de que Mata podía inclinarla balanza a favor del Pucela.

La situación era crítica cuando, a falta de ocho jornadas llegó Sergio González, quien mantuvo a Mata como estrella ofensiva pero cerró la herida defensiva. Recuperó a Nacho en el lateral izquierdo para ganar ocho de los doce partidos disputados –incluidos los 4 del 'play-off'– y conseguir una plaza en Primera. Ycon los mismos mimbres trenzó una línea defensiva que sigue dándole buenos réditos en Primera.

¿Hasta cuándo?

Nada es permanente y en el fútbol, sometido al poder del dinero, tampoco hay estabilidad. El Real Valladolid ha conseguido con Sergio González una línea defensiva eficaz y aparentemente estable pero su éxito constituye el principal peligro para su supervivencia. De hecho la permanencia del central Calero en el centro de la defensa ha empezado a cuestionarse por las presuntas ofertas que habrían atrasado un acuerdo con el jugador de Boecillo para prolongar su contrato con el Real Valladolid. Como mal menor, el director deportivo admitía ayer que si alguien le quiere tendría que pagar su cláusula de rescisión (unos 11 millones de euros) reconociendo implícitamente que hay ofertas por el defensa pucelano. Dado que el Real Valladolid ha fichado a un joven central con gran proyección, Joaquín Fernández Moreno, no es descartable que se produzcan cambios en la mejor defensa pucelana de los últimos tiempos.

El propio Masip y Nacho pueden ser objeto de deseo de otros equipos con más medios, pero el Real Valladolid no teme de momento que puedan abandonar el club.

En el caso de Moyano, que esta misma temporada cumplirá 33 años, su veteranía se convierte en un arma de doble filo de cara a la permanencia.

En todo caso, la defensa pucelana está cumpliendo con nota su función en los primeros compases de su regreso a Primera, donde tras siete jornadas solo tres equipos: Atlético, Betis y Villarreal, han encajado menos goles que el Real Valladolid.

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