Miguelín I de Tudela
Miguel de la Fuente, internacional sub-19, es el primer tudelano que debuta en Primera División. Formado de la mano de José Parra, fue descartado en categoría infantil por el Real Valladolid, que volvió a por él dos años después para incorporarle a su equipo cadete
No se hablaba de otra cosa el lunes en el café Ideal. Ni siquiera Lopetegui le robó un solo comentario. Acostumbrados a empezar la semana con el pulso Real Madrid-Barça, el debut del primer tudelano en Primera División en campo del Betis les alegró el café.
Miguel de la Fuente (Tudela, 1999), 'Miguelín' desde que otro Miguel coincidiera con él en el Unión Cultural Tudela de fútbol sala cuando daba sus primeros toques con apenas cuatro años, disputó el pasado domingo sus primeros minutos en el Benito Villamarín con la camiseta del Real Valladolid. «Ver ahí a un chaval que ha salido de aquí... ¡Estábamos todos emocionados!», resumía ayer el alcalde. «Es como si tuviera el estómago revuelto de alegría», apunta José Parra, considerado su padre deportivo.
En el pueblo no se habían despertado nunca con semejante noticia en la sección de deportes. El hijo de Conchi corre de boca en boca desde entonces. Al igual que su padre Luismi y su hermana Mónica, también su madre viajó hasta Sevilla con la esperanza de que a la quinta convocatoria fuera la vencida. Estuvieron en la puesta de largo de la Liga en Gerona y también en Villarreal, pero Miguelín no llegó a jugar. Pocos kilómetros al lado de los que recorrió Conchi cuando su hijo era cadete. «Su padre tiene un camión y está toda la semana fuera, así que era yo quien le tenía que llevar a entrenar todos los días», recuerda Conchi. Fue ella quien le inscribió a fútbol sala con 4 años porque en fútbol no había equipos federados. «Desde que aprendió a andar no hacía otra cosa que darle a un balón». La afición le vino por el abuelo Bernardo y por su tío Jesús Escudero, Chuchete, de la misma generación de Benjamín Zarandona que llegó a jugar en el Promesas.
Fue en edad benjamín cuando empezó a calzarse las botas de fútbol en el CD Tudela. Es entonces cuando surge la figura de José Parra, su principal mentor. «Llevaba dos años detrás de él», asegura hoy sobre una etapa en la que no se busca más objetivo que el de «formar y educar a los chavales, enseñarles a convivir en grupo con el resto de compañeros». Un objetivo que debería ser común a todos los clubes pero que en los últimos tiempos ha dado un giro brusco, según alerta Jorge Mancebo, presidente del CDTudela. «Saldrían más 'Miguelines' si la federación tomara cartas en el asunto y nos dejaran trabajar con los más pequeños. Cada vez es mayor el movimiento de niños que hay en la provincia a partir de los 7 años, y eso provoca que haya competiciones de 3 o 4 equipos», lamenta. «Afortunadamente los padres de Miguelín lo tuvieron muy claro y no dejaron que se fuera hasta que llegó a edad cadete», añade el máximo responsable de un club que hoy cuenta con once equipos (160 fichas) y una escuela de 30 chupetines.
En las instalaciones de Los Palacios quemó etapas como alevín e infantil hasta que alguien pensó en él como potencial jugador del Real Valladolid. «Le llamaron estando en categoría infantil y le dijeron que no», relata su madre. «Normal, ¡si entrenó hasta de portero!», apunta Parra, que aún recuerda su reacción cuando escuchó la negativa. «Les dije que aun atándole una cuerda al tobillo era capaz de arrastrar al resto». Yno se equivocó. Dos años más tarde el Valladolid volvía a llamar a su puerta para incorporarle al cadete B. Miguelín jugaba a las órdenes de Patri pero pronto empezó a entrenar con el A, entonces dirigido por Pereira. «Se achica un poco pero en el campo es valiente e impulsivo, a veces demasiado», analiza José Parra, quien mejor le conoce.
El salto a juveniles lo dio de la mano de Paco de la Fuente, en una progresión que muy pronto despertó la atención de los seleccionadores en categorías inferiores. Las llamadas primero para el equipo nacional sub-18 y posteriormente para el sub-19, con el que se quedó a las puertas del Europeo por una lesión de tobillo, confirman que su evolución es firme y ha seguido los pasos necesarios para no perderse en cantos de sirena. «Debe tener los pies en el suelo». La frase que más le repiten en su entorno le viene desde dos frentes. El deportivo por parte de José Parra, que le insiste en mantener la cabeza fría en el campo: «Tiene que ser más inteligente jugando para no caer en provocaciones».
Y en el ámbito de lo personal es donde más incide su madre: «Somos muy realistas y sabemos que en fútbol un día estás arriba y al siguiente puedes estar abajo. O te llega una lesión», sostiene Conchi, que ahora pelea con su hijo para que termine Bachiller. Antes en el Río Duero de Tudela y ahora en el instituto Leopoldo Cano, donde cursa Primero a distancia, Miguelín «va sacando las que puede» porque nunca ha sido buen estudiante según reconoce su madre.
Mientras, su ejemplo cunde en su pueblo natal donde sigue echando una mano siempre que puede. «No ha perdido la vinculación ni con la entidad ni con el pueblo. Nos ayuda en pequeñas cosas, va al campo y nos echa un cable con los pequeños», señala Mancebo, que aún recuerda un gol de Miguelín en Santovenia con la camiseta del club que preside.
Su ejemplo
En Tudela reconocen que su caso ha ejercido un efecto llamada para los más pequeños. «Su trayectoria influye, sin ir más lejos este año tenemos doscientos niños practicando fútbol en las instalaciones, lo que supone cuarenta o cincuenta más que el año anterior», apunta Luis Javier Gómez, alcalde del municipio. «Y también influye en los demás porque nos motiva para seguir en esta línea porque el fútbol es lo que más impacto tiene entre los críos», asegura orgulloso el alcalde, que en quince días inaugurará el segundo campo de césped natural de las instalaciones de Los Palacios. «Tenemos mucho que agradecer y en ese sentido, contar con dos campos de hierba nos va a venir muy bien para repartir mejor los horarios y que los más pequeños puedan entrenar sin problemas», añade Jorge Mancebo.
Miguelín recibió hace un año el cariño de sus vecinos en el transcurso de la Gala del Deporte de Tudela de Duero donde se le hizo entrega del premio al deportista con mejor proyección.