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Borja, Míchel y Moyano se dirigen al árbitro Prieto Iglesias. Ramón Gómez

El VAR levanta ampollas en Zorrilla

El malestar es evidente en el club blanquivioleta aunque se muerdan la lengua para esquivar sanciones y evitar posibles represalias. Undiano Mallenco debió alertar al árbitro para revisar el agarrón a Kiko Olivas en el área

Lunes, 24 de septiembre 2018, 21:43

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Sergio González abandonó la sala de prensa de Balaídos el pasado sábado con una sonrisa forzada. «¿Hoy no me vais a preguntar por el VAR?», deslizó. El técnico del Real Valladolid lo tenía en el subconsciente y lo soltó cuando enfilaba ya vestuarios. Podría decirse que se le escapó, y que afortunadamente para él no hubo un micrófono cerca que insistiera. Las órdenes internas aconsejan morderse la lengua por tres motivos: esquivar posibles sanciones, evitar de este modo posibles represalias y, por último y no por ello menos importante, esperar a conocer la política de comunicación que se pretende instaurar tras la llegada de Ronaldo Nazário al club. Nadie quiere sacar los pies del tiesto, pero el malestar por la parcialidad del VAR en Vigo es evidente en el club blanquivioleta.

La propia página web, sin ir más lejos, se saltó todos los protocolos y no pudo ocultar el enfado general en la crónica, en un párrafo que en las últimas horas ha recorrido todos los digitales deportivos:«Ni un Aspas en estado de gracia, ni un árbitro desafortunado, ni el peor VAR de la historia del fútbol pudieron con el Real Valladolid en Vigo», se destacaba en la página oficial del club.

Dos jugadas, y de forma especial el agarrón continuado a Kiko Olivas a la salida de un córner, centran el enfado del club pese a que se quiera pasar de puntillas. «No estamos contentos porque no hubo solo una jugada. No hay unanimidad en el criterio y está claro que no están finos», se limitó ayer a responder a este diario Miguel Ángel Gómez, director deportivo del Real Valladolid. No se entiende que se utilice el VAR en jugadas como la expulsión de Lenglet en el Barça-Girona, y que sin embargo no lo hiciera en la acción del segundo gol del Celta o, sobre todo, en el posible penalty de Okay a Olivas.

Una jugada, esta última, en la que Undiano Mallenco debió alertar a Prieto Iglesias para su posterior revisión, y en la que sin embargo no hubo orden ninguna. En este caso no hay debate. «El protocolo es el que hay y el que tienen que seguir los árbitros, pero en el agarrón no hay discusión. debió entrar el VAR», reconoce Javier Tejedor, presidente del Comité de Árbitros de la Federación de Castilla y León de Fútbol. «Es un sistema con el que habrá menos errores pero que no es infalible». Asiente Tejedor cuando se habla de los penaltis como uno de los supuestos en los que debe entrar el VAR en acción. Los otros tres tienen que ver con los goles, en caso de que haya fuera de juego, se produzca falta previa o el balón salga previamente del campo; con las tarjetas rojas, si una amarilla merece una sanción mayor o al revés, o si media una agresión; y en la confusión de identificación de un jugador, en caso de que el árbitro sancione al jugador equivocado.

Además, el VAR debe atender a un principio básico: mínima interferencia, máximo beneficio. «Se trata de que el asistente de vídeo chequea todo, pero solo llama al árbitro para informarle de un posible error cuando es totalmente incontestable, un fallo grave y escandaloso», informaba Carlos Velasco Carballo en el transcurso del pasado Mundial. El presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la federación Española de Fútbol resumía entonces la puesta en marcha de este sistema de forma aún más gráfica: «Todos tenemos un seguro por si lo necesitamos, pero lo que queremos es no tener que recurrir a él», explicó, apostillando que «el VAR detecta errores claros y manifiestos para que el árbitro decida».

Este diario se puso en contacto con Velasco Carballo, que sin embargo rehusó hacer valoraciones sobre las jugadas polémicas del partido Celta-Real Valladolid.

Es consciente del jefe de los árbitros que no será la del pasado fin de semana la primera ni la última vez en la que el VAR se atasca y perjudica seriamente los intereses de un club. En este caso, los titulares y la polémica se los llevó la expulsión de Lenglet en el FC Barcelona-Girona, pese a la unanimidad de que el gran perjudicado de la jornada fue el Real Valladolid.

En este sentido, el vestuario opta por pasar página y pensar exclusivamente en el partido que enfrentará al Valladolid el jueves con el Levante. «En fútbol siempre se habla de esto, yo no –aseguró ayer Rubén Alcaraz–, prefiero quedarme con las buenas sensaciones, pasar página y pensar en el próximo partido».

«Claro que se ha hablado de ello, se habla de fútbol, de otros partidos y del nuestro, pero son jugadas muy rápidas y también se pueden equivocar. No hay que obsesionarse en ello y lo que debemos hacer es seguir nuestro camino. Eso es lo que hicimos y gracias a ello pudimos empatar con gol de Leo», apunta el centrocampista barcelonés, partidario de la instauración de las tecnologías. «Ayuda al fútbol, es una herramienta buena para todos los equipos», concluye.

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