Un poquito de humanidad
Opinión ·
«El Real Valladolid debe dar la cara. Y debe hacerlo desde la verdad y la transparencia, sin envoltorios de marketing ni circunloquios. El hincha solo quiere reconciliarse con el amor de su vida»La afición solo pide cariño. Ya ni resultados. Se conforma con una voz amiga, un hombro sobre el que sujetar su frustración. Un poco de ... comprensión, alguien con peso en el club, que no puede ser otro que Ronaldo porque la cúpula está desplumada, que le mire a los ojos y le explique el porqué de esta deriva institucional, deportiva y social. El Real Valladolid debe dar la cara. Y debe hacerlo desde la verdad y la transparencia, sin envoltorios de marketing ni circunloquios. El hincha solo quiere reconciliarse con el amor de su vida. Pero para enjugar las lágrimas, su amargura y el sentimiento de traición que le devora el pecho, la masa social no puede seguir encontrando el vacío, la inercia hacia el abismo y la falta de sensibilidad. El presidente no se puede escapar por la puerta de atrás mientras deja la institución en llamas y en la ruina. Es imprescindible que venda y deje espacio a nuevos dueños que lleguen con ilusión, capacidad económica y un plan real para devolver el brillo a un escudo, que luce marchito y se desangra como una femoral abierta en canal cada vez que los futbolistas pisan el verde. De eso no hay duda, pero antes tiene que ponerse delante de un micro y hablar desde las entrañas a esos fieles que este año le han regalado el récord histórico de abonados, esa clientela que solo está buscando un mensaje que les dé cobijo y que se solidarice en el sufrimiento ante esta indecente cadena de desmanes y afrentas.
Ronaldo ha basado su estrategia empresarial en el euro y se ha olvidado de que el Real Valladolid es un club de fútbol, no una compañía que hace piezas en serie para FASA. Por eso, no se ha cansado de vender baratos valores de futuro y ha descuidado el puesto más importante de su estructura, la dirección deportiva. Llegados a este punto, la ciudad necesita saber sus planes y conocer sus sentimientos. Entender sus motivos. Tal vez sea demasiado tarde para encontrar este consuelo, porque si no ha aparecido ya, es posible que no lo haga ni siquiera para presentar a la nueva propiedad. Yo no pierdo la esperanza. Ronaldo fue grande sobre el césped y no puede comportarse con esta frialdad delante de su afición, esa que le jaleó cuando se hizo cargo del club, la misma que ahora le afea su abandono. Aunque solo sea por humanidad, hazlo y vete con la conciencia tranquila, Ronie.
Después de lo de San Mamés, el club ha enviado una carta para pedir perdón a los aficionados que viajaron a Bilbao. Un nuevo gazapo que reacciona ante la petición de las peñas, que solicitaron el reembolso de su entrada después de aquel ridículo, uno más esta temporada. Digo que la entidad castellana vuelve a errar porque no solo tiene que disculparse ante los que viajaron a Bilbao, el que lo vio en su casa, en el bar con unos colegas o en el móvil sentado en un vagón del AVE también terminaron con el alma apuñalada. Cada paso es un agujero. El Real Valladolid ya no sabe si mata o espanta, no tiene rumbo ni dentro ni fuera del césped. No vale con terminar el partido y acudir al paredón delante de la hinchada para aguantar los improperios. El respeto es otra cosa. El respeto es entrenarse como un profesional, diseñar una plantilla digna, correr y ayudar al compañero. Es dejarse el corazón por el escudo. El Pucela está en los huesos, pero su mayor carencia es la humanidad, que vuela por el sumidero.
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