«Las mujeres hemos logrado mucho, pero no hay que despistarse con espejismos»
«Pienso que los galardones, los premios y los reconocimientos son siempre una gozada», señala la madrileña, que ha recibido el Águila de Oro
Gema Vicente
Palencia
Lunes, 12 de diciembre 2022, 07:20
Recibir el Águila de Oro supone un reconocimiento que anima mucho en una profesión, «en general, terriblemente dura para las mujeres», afirma Inés París, quien ... inició su trayectoria junto a Daniela Fejerman en los cortometrajes 'A mí quien me manda meterme en esto' (1999) y 'Vamos a dejarlo' (2000), a los que seguirían los largometrajes 'A mi madre le gustan las mujeres' (2002), por el que fue nominada en los premios Goya en la categoría de Mejor Dirección Novel, y 'Semen, una historia de amor' (2005). Posteriormente, proseguiría su carrera en solitario con las películas Miguel y William (2007), el documental 'Manzanas, pollos y quimeras' (2013), con otras dos nominaciones en los premios Goya, y 'La noche que mi madre mató a mi padre' (2016). En los últimos años ha centrado su actividad en la televisión, dirigiendo para TVE la serie documental 'Iguales' (2013) y trabajando en proyectos como 'El accidente' (2018) o 'La valla' (2020).
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«Pienso que los galardones, los premios y los reconocimientos son siempre una gozada, es una cosa que te anima. La profesión del cine y de la televisión, del audiovisual, en general, es duro, para las mujeres terriblemente dura, diría yo. Y como todo cuesta tanto, creo que cualquier momento que es gratificante es estupendo y hay que disfrutarlo muchísimo. Yo, que tengo 60 años, sigo peleando cada día para sacar adelante mis proyectos y me cuesta, por eso cada vez que te reconocen algo es una gozada», señala.
Sobre su trayectoria, destaca que ha sido «una persona creativa, con muchas ganas de contar cómo veo el mundo y cómo creo que se puede cambiar. En ese sentido fui probando muchas cosas, primero fui actriz, después empecé a escribir y luego consideré que tenía que dirigir, porque era la única manera de que mis proyectos llegaran a buen término», argumenta.
«Esta profesión tiene una enorme dificultad, este país no tiene una industria sólida»
En cuanto a las dificultades que ha encontrado en su camino, señala que está la de «aprender un oficio, que es un oficio con cierta complejidad, y por otro lado, aprender a valorarte a tí mismo y aprender a contar lo que uno tiene que contar. Luego hay otra parte que ya es más complicada, que son las dificultades de la profesión, porque no tenemos una industria sólida y consolidada, y en ese sentido he sufrido lo mismo que todas las personas que intentan hacer cine y televisión en nuestro país».
«Y por último, añadido a todo esto, el hecho de ser mujer. Creo que hemos conseguido muchas cosas en estos últimos años, no porque nos lo hayan regalado, sino gracias a que las mujeres nos organizamos y establecimos un plan para poder cambiar la desigualdad. Cuando yo empecé no era así, con lo cual también sufrí, por las dificultades inherentes al hecho de ser mujer. No solamente tener que llevar una profesión muy exigente, junto con cuestiones como ser madre, sino que además, tenía continuamente que convencer de mis proyectos a personas que normalmente eran todos ellos varones», apunta.
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