«El cabaret siempre ha surgido en épocas de crisis y pasarlo bien es curativo»

–Ya ha 'catado' al público de Palencia. ¿Qué recuerdo guarda y qué espera en esta ocasión?

–Bueno. Tengo un recuerdo muy fresco porque estuve hace un mes y poco y estuvo muy bien. Era un domingo después de fiestas y lo normal era quedarte en tu casa pasando la resaca de toda la semana, pero fueron y llenaron casi el teatro, así que tengo muchas ganas de volver.

–¿Le ha dado tiempo a conocer Palencia?

–Siempre vamos un poco justos, aunque ahora sí porque voy dos días, así que el viernes podremos pasear por allí.

–¿Dónde encuentra la inspiración para su papel de maestro de ceremonias del espectáculo?

–Es un espectáculo que empezó hace once años y este personaje, cuando lo hice ya en 2011, tenía un poquito de muchas cosas. Fue la primera vez que me lanzaba a hacer algo así, un cabaret de estas características, ahora ya me parece muy normal porque llevo once años. En aquel momento tenía que hacer 'Camera Café', 'Doctor Mateo', y hablar de estos temas digamos más picantes o más sexuales nunca lo había hecho. Tuve que buscar dentro de mí dónde encontraba todo eso y la verdad es que fue muy divertido poder soltarlo todo... El vestuario también hizo mucho, nos reunimos durante varios días intentando sacar al personaje con Paco León, Gabriel Chamé y Eduardo Casanova, que éramos los primeros que lo hacíamos. Y cada uno fue tirando un poco por lo suyo. Y este maquillaje de 'La naranja mecánica', los ligueros así tan raros, no sé... Es que te miras al espejo con eso y casi que te sale solo.

–En el show hace de todo: canta, baila, vuela… ¿Le queda alguna faceta artística por explorar en su carrera profesional?

–Siempre hay cosas nuevas que explorar, mucho que hacer, y la verdad, a mí siempre me gusta descubrir cosas nuevas y voy cambiando y, afortunadamente, mi vida es muy divertida y muy variada e imposible que me aburra. Por eso en cada espectáculo de 'The Hole' se hacen cosas nuevas y, gracias a eso, después de once años no me he aburrido todavía, porque siempre pasan cosas diferentes y siempre el público es nuevo. Como también somos varios maestros de ceremonias y yo voy entrando y saliendo, pues lo cojo con ganas, no me da tiempo a cansarme.

–Es un espectáculo con sello propio y en creación constante, eso da lugar a tener que improvisar en ciertas ocasiones. ¿Hay dos 'shows' iguales?

–Jamás. 'The Hole' es un espectáculo que está absolutamente vivo y bebe y respira de lo que hace el público y de lo que lo que nos transmite, porque el público participa. Es una experiencia catártica para el espectador y yo te garantizo que en los años que me queden de carrera estoy seguro de que no voy a ver o nada o casi nada parecido a lo que he vivido con este espectáculo. Lo que el público siente y el fervor que demuestra es algo inaudito y que afortunadamente yo he tenido la suerte de vivir.

–Y al final, la moraleja y lo que transmite a los asistentes es ganas de vivir. ¿Qué reacciones perciben al terminar?

–La gente sale con ganas de vivir y de comerse la vida y piensan que esto son dos días y hay que pasarlo bien. La verdad es que el poder de la cultura, del teatro para mejorar, aunque sea un poco la vida de la gente… Ya no es solo lo que la gente me dice, es que me escriben cartas muy serias de gente que lo estaba pasando mal y te escriben solamente para agradecerte el que le hiciera vivir eso que vivieron. Estas cosas son muy bonitas y es el mejor elogio y regalo que podemos tener, que la gente te diga este tipo de cosas con 'The Hole'. Es un espectáculo que no es para todos los públicos y habrá gente a la que no le guste, pero afortunadamente, son cientos de miles de personas que durante once años han llenado todos los teatros y han salido súper agradecidos. Eso es un lujo.

–El espectáculo ha ido evolucionando en esta década. ¿Cómo lo ha hecho usted con él?

–Todos nos hemos hecho un poco a los años que han ido viniendo, a las circunstancias que nos han rodeado, pero, al fin y al cabo, el cabaret siempre ha surgido en épocas de crisis. Nos acordamos del cabaret berlinés, que era un poco donde estaba inspirado el primer 'The Hole', que surgió en la Guerra Mundial, incluso aquí en la Guerra Civil. Los cabarets aquí seguían haciéndose porque la gente estaba pasando por una época de crisis. Cuando empezó 'The Hole' en 2011 estábamos en plena crisis económica, luego hemos vivido una pandemia… siempre hay un momento para ir a ver 'The Hole'. Estamos rodeados de desgracia y, por suerte, nos queda la música, la cultura, el teatro, la comedia para poder refugiarnos y que nos den cobijo y alimento. Yo te hablo como espectador, no solo como artista, porque también lo necesito. Porque cuando lo pasas bien, es claramente curativo.

–Los textos de 'The Hole X' son suyos y en su monólogo 'Imbécil' reflexiona sobre la importancia de las palabras y sobre lo obligados que nos vemos en la sociedad a medirlas antes de hablar, de escribir… ¿Cree que en este sector artístico hay libertad para crear?

–Libertad para crear tenemos toda la que nos dé la gana, el problema es que muchas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos la censura. Por eso mismo escribí yo el espectáculo 'Imbécil' que hice en Palencia, porque estamos todo el día midiendo las palabras. En 'The Hole' he tenido libertad total desde que empecé porque yo ya escribí 'The Hole 2' y, afortunadamente, han confiado siempre en mí para eso. Yo ya empecé a escribir mis propios espectáculos cuando nadie me pedía nada y así tampoco nada le debía a nadie. Sí, libertad hay, el problema es que somos nosotros muchas veces los que nos ponemos censura porque estamos rodeados de esta sociedad que no para de quejarse por todo, a la que todo le molesta y todo lo quiere censurar. Esa censura nos afecta a nosotros mismos, nos hace plantearnos muchas veces si lo que estamos diciendo le va a molestar a uno o a otro y, eso, es un sinvivir.

–Sin desvelar nada, ¿cómo va a tratar de provocar y estimular al espectador?

–Yo no trato de provocar nada, yo salgo y hacemos nuestro 'show'. Si acaso, provocar la risa, el divertimento, que la gente se lo pase bien, esa es nuestra única misión.

–¿Hay alguna sorpresa especial por el décimo aniversario?

–Por supuesto. El espectáculo entero es nuevo. Hay cosas que hemos rescatado de nuestro espectáculo que son números icónicos, pero hay muchas cosas nuevas. Todos los textos son nuevos, y lo que hablamos, lo que se comenta, lo que sucede… Hay un bingo muy divertido, la gente puede ganar un jamón incluso, y tenemos de todo. 'The Hole' es un espectáculo en el que pasan mil cosas y la mayoría no te las esperas.

–¿Qué es lo más grotesco o extravagante que le ha pasado en estos años con el espectáculo?

–No sé, la verdad, son tantas cosas… En realidad, aquí no puedo decir nada porque haría 'spoiler', pero, precisamente en el bingo y con el jamón, y ahí lo dejo, van pasando cosas que no pueden salir de ahí porque no os creeríais que en Palencia pasaran también...