El préstamo de bicis seguirá sin servicio por el excesivo coste de su reactivación
El concejal de Medio Ambiente recalca que no hay demanda social y que su uso era muy limitado
José María Díaz Díaz
Miércoles, 21 de enero 2015, 11:12
Con este panorama, y teniendo en cuenta que la demanda era cada día más escasa debido al mal estado de muchas bicicletas y, fundamentalmente, a la dificultad de acceso al préstamo, al tener que enviar dos mensajes de texto de teléfono móvil, prácticamente nadie se dio cuenta de que el servicio sencillamente dejó de funcionar en el verano de 2013.
Una solitaria pregunta de Izquierda Unida sobre los problemas relativos al préstamo de bicicletas en el mes de septiembre recordaba que esta experiencia de movilidad sostenible había fracasado en la ciudad de Palencia.
Un año y medio después esta situación de parálisis continúa y el Ayuntamiento no tiene, por el momento, ninguna intención de volver a poner en marcha un servicio que apenas tuvo demanda durante su etapa de funcionamiento y que conllevaría una importante inversión para que volviera a estar operativo.
«No lo hemos olvidado, ni lo hemos desechado por completo. Al contrario, seguimos buscando posibles soluciones para volver a poner en marcha el servicio, pero es necesario replantearlo por completo, y eso conlleva en cualquier caso una importante inversión económica, y no creo que sea el momento de gastar el poco dinero del que disponemos en un servicio que prácticamente no tiene demanda», explica el concejal de Medio Ambiente, Santiago Vázquez, quien señala que en toda gestión de los recursos públicos deben establecerse prioridades.
«Algo que no tiene demanda ciudadana no puede convertirse en prioritario. Las estadísticas de uso nos decían que era un servicio residual, en el que algunos meses los préstamos no pasaban de un par de ellos. Entonces, cuando se tiene un presupuesto limitado, hay que ser muy riguroso en donde se invierte, hay que tener sentido común, y hay muchas necesidades en los parques y zonas verdes, por ejemplo», insiste el concejal de Medio Ambiente, quien, sin embargo, recalca que no se ha renunciado a que el préstamo de bicicletas vuelva a estar operativo en la ciudad de Palencia.
«Es complicado, porque hay que modificar todo el sistema informático y todo el equipo de los anclajes, además de reponer el parque de bicicletas. Es una inversión elevada, y además debemos plantearnos qué sistema queremos, porque para que pueda resultar útil y tenga una verdadera demanda, el servicio debe contar con más puestos de recogida y de anclaje, porque la bici debe ser un instrumento que resulte útil al usuario, y no un impedimento por no saber qué hacer con la bici», señala el edil.
Santiago Vázquez indica también que la decisión de dejar en suspenso el préstamo de bicicletas no tiene nada que ver con el apoyo del equipo de gobierno al uso de la bici como transporte alternativo en la ciudad de Palencia. «Son aspectos muy diferentes. Yo entiendo que quienes realmente se desplazan en bicicleta y defienden su uso ya disponen de sus propias bicis y no recurren al sistema de préstamo. De hecho, cuando nos hemos reunido con las asociaciones de ciclistas para potenciar su uso, nunca entre sus demandas ha estado el préstamo», explica el edil de Medio Ambiente.
¿Para los residentes o para los turistas?
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Esta es la disyuntiva. ¿Un servicio pensado para los propios residentes en la capital palentina o dirigido a facilitar los desplazamientos por la ciudad de visitantes y turistas?
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Son dos modelos que algunos pueden considerar plenamente complementarios, porque, de hecho, nada podrá impedir que un vecino de Palencia tome una de las bicicletas si se enfocan hacia el turismo, ni tampoco, del mismo modo, los visitantes tendrán prohibido su uso en el caso de que se opte por un modelo de transporte alternativo en la ciudad de Palencia. Sí, pueden ser planteamientos complementarios, pero conllevan notables diferencias en su implantación en las calles palentinas.
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Si se piensa como un servicio ciudadano más, el Ayuntamiento de Palencia debe plantearse extender las bases de préstamo y recogida a un mayor número de puntos de la ciudad y no limitarse a los cinco actuales, con el fin de que las bicicletas no se conviertan en un estorbo para el usuario una vez que ha alcanzado su destino.
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En cambio, el modelo turístico presenta una definición completamente distinta. El número de bases debe ser notablemente inferior y deben distribuirse únicamente por el centro de la ciudad, que es la zona de interés para los visitantes. Además, debe plantearse la posibilidad de incorporar como colaboradores del servicio a los hoteles, que incluso podrían disponer de bicis.