A traición
«La particular traición de Mañueco no entraba, ni por asomo, en los cálculos políticos de sus socios de gobierno»
Querían convencernos de que lo suyo era un «matrimonio de conveniencia» cuando en realidad estaban rodando 'La guerra de los Rose' con algunas pinceladas de ' ... El Padrino'. No por pregonado y presagiado, el adelanto electoral anunciado por Alfonso Fernández Mañueco suscitó sorpresa y estupor. Esto último por las formas, que ya se sabe que a veces, en política, lo son casi todo.
La deslealtad con la que obró el presidente de la Junta, pillando con el paso cambiado a su vicepresidente, exponiéndole al público sonrojo y transmitiendo en directo, por obra y gracia de las ondas radiofónicas y las redes sociales, su particular traición no entraba, ni por asomo, en los cálculos políticos de sus socios de gobierno. Creo que ni siquiera Aznar, por citar algún referente de peso en el Partido Popular, sería tan taimado como para pergeñar ceses vía Twitter.
Como el lector se preguntará cómo diantres hemos llegado hasta aquí, habrá que sintetizar. Lo más inmediato remite a esas tres circunstancias que gravitan desde hace tiempo sobre la política regional: la moción de censura prevista por el PSOE para marzo, con muchas posibilidades de salir adelante merced al derrumbe de Ciudadanos; el desfile de ex cargos públicos 'populares' -incluido el ex presidente de la Junta- en el juicio de la llamada trama eólica, que comenzará a mediados de ese mismo mes; y esos sondeos que otorgan al PP mayoría suficiente para gobernar sin estar sujeto a incómodos socios de gobierno.
Y todo ello animado, sin duda, por la presión de un Pablo Casado empeñado en empedrar con victorias autonómicas su camino hacia la Moncloa. El futuro inmediato arroja, sin embargo, más dudas que certezas mañuequistas. Con un Ciudadanos en diáspora, lastrado además por aquella promesa incumplida de propiciar el cambio político en una Comunidad gobernada desde 1987 por el Partido Popular, los de Mañueco se enfrentan a dos variables difícilmente calculables: el impacto que pueda generar entre la ciudadanía tamaña maniobra partidista en plena sexta ola pandémica, y el efecto movilizador entre la izquierda de ese vaticinio, registrado también en las encuestas, de imparable avance electoral de VOX en Castilla y León.
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