Pedro Sánchez es el PSOE

Los llamados barones –alguno, como el extremeño Fernández Vara, ha devenido en triste delegado del 'conducator' socialista–, andan guardando la ropa, con la excepción del castellano manchego Emiliano García-Page que, por lo menos, se atreve a mostrar su discrepancia. Para los 'baroncitos' socialistas España puede esperar y con desigual descaro, están secundando la demolición del sistema. Lo que queda del puño y la rosa es una caricatura, estilo Dorian Grey, en la que se esconde la cara de un personaje siniestro, cínico y sin limitaciones. La Constitución dispone de un resorte (Art. 102) para impedir que, desde la presidencia del Gobierno, pica en mano, un individuo haga caer todo el sistema, pero es inútil esperar que del PSOE pueda brotar una solución ajena al silencio y la claudicación. Tan inútil como pensar que a Pedro Sánchez le va a limitar algo que no sean sus intereses. Piensan comenzar el año con todo el derribo hecho, porque están convencidos de que el electorado es un magma confuso, desinformado e idiotizado. Creo que se confunden y que en mayo pagarán muchas facturas.

Si los procuradores que quedaron del periodo franquista entregaron el testigo, haciendo mutis por el foro y dejando el campo expedito a la democracia constitucional que llamaba a la puerta, Pedro Sánchez está recorriendo el camino hacia atrás, para volver a un sistema personalista, con un remedo de democracia, domeñada y adaptable, que le sirva como justificación para imponer los nuevos «principios fundamentales de su movimiento». No digo que sea un dictador al viejo estilo, pero la criatura apunta maneras.

De momento está acabando con lo esencial del sistema Judicial, porque él, que es el PSOE, el Legislativo y el Ejecutivo, no se resigna a ese tercer poder suelto e, imponiendo sus normas, sus candidatos o legislando a conveniencia, lo está dejando a la intemperie. Voluntariosos jueces aquellos que siguen estudiando e intentando impartir justicia. ¿Para qué sus sentencias, si Pedro Sánchez, o sus peones, finalmente es el que se encarga de administrar las condenas? Si queremos saber la ruta que va a recorrer España con el sanchismo, lo mejor es escuchar a los independentistas, que después de aniquilar la sedición y la malversación se proponen 'legalizar' un nuevo referendo de autodeterminación. ¿Veremos a Puigdemont entrar en España pisando pétalos? Serán de la rosa socialista.