Lacra
Algo que decir ·
«No me sorprende nada que las organizaciones sindicales se alegren de estos movimientos patronales destinados a garantizar el futuro, y aprovechen el viento favorable para intentar acabar con la inseguridad laboral en todas las factorías»
La noticia de la posible fusión entre Renault y Fiat se complementa con la posibilidad de que Nissan se sume al carro y, juntas las ... tres, se conviertan en el mayor grupo mundial de fabricación de vehículos. Teniendo en cuenta que es precisamente en nuestra región donde más trabajadores dependen de la marca del rombo, estamos sin duda ante un horizonte esperanzador. Si las cuentas no me fallan, las factorías de Valladolid y Palencia dan ocupación a más de diez mil personas, a las que habría que añadir muchas otras de la industria auxiliar. Desgraciadamente, esta noticia coincide en el tiempo con la muerte de ese chaval de 22 años, falso autónomo repartidor de 'Glovo', uno de los varios tinglados que llevan recados a domicilio. Un lamentable ejemplo de esa lacra llamada precariedad, contra la que luchan desde hace años los llamados sindicatos de clase.
Por eso no me sorprende nada que las organizaciones sindicales se alegren de estos movimientos patronales destinados a garantizar el futuro, y aprovechen el viento favorable para intentar acabar con la inseguridad laboral en todas las factorías, asunto del que hicieron caballo de batalla en las elecciones de febrero. Ya sé que Renault y Glovo se parecen como un huevo a una castaña, pero suscribo el propósito expresado por la UGT en la multinacional francesa de seguir haciendo «bandera de la defensa del empleo estable», porque es «sano para las familias y para la empresa».
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