Editorial: Advertencia europea
Las previsiones de la Comisión, del Banco de España y de la Airef invitan a elaborar unos presupuestos centrados en el rigor económico
La Comisión Europea pronosticó ayer que la economía española perderá un 12,4% del PIB en 2020, cuando sus previsiones de verano apuntaban un 10, ... 9% de caída. España se situaría a la cabeza de las pérdidas europeas a causa de «la pandemia y las estrictas medidas de confinamiento», seguida de Italia con un -9,9%, Francia con un -9,4%, y Alemania retrayéndose un 5,6%. La previsión de la CE para el próximo ejercicio español es de un 5,4% de crecimiento –cuando en verano anunciaba un 7,1– y del 4,8% en 2022. Recuperaciones que situarían a nuestro país a la cabeza de la reactivación europea en porcentaje sobre PIB, pero no serían suficientes para reponer el grave revés de 2020. Es cierto que el pronóstico de la Comisión no tiene en cuenta los resultados del tercer trimestre, que supuso un crecimiento del 16,7% en nuestro país, ni valora las consecuencias positivas del Fondo de reconstrucción europeo en los ejercicios siguientes. Pero tampoco está en condiciones de ponderar la evolución sanitaria durante el próximo año y su impacto sobre la economía. España acumularía este año un déficit del 12,2%, y del 9,6% y del 8,6% en los dos siguientes, cuando en buena lógica la Unión debería volver a hablar de estabilidad presupuestaria. Al tiempo que la deuda pública dibujaría una línea ascendente entre el 120,3% para 2020, el 122% para 2021, y el 123,9% para 2022. Las previsiones de la Comisión invitarían a elaborar unos presupuestos generales más centrados en el rigor y la viabilidad económica de las cuentas públicas –también de las autonómicas en un momento de fuerte demanda de gasto social– que en la continuidad de la misma mayoría que concedió la presidencia a Pedro Sánchez. Entre otras razones porque sería un mero ejercicio de voluntarismo político que el Gobierno y los grupos de su órbita se apuntaran al escenario más optimista de los dos que avanza el Banco de España, descartando que este año se cierre con un decrecimiento del 12,6%. España puede estar en condiciones de reeditar en adelante rebotes como el experimentado entre julio y septiembre pasados. Pero el escepticismo crítico mostrado por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, respecto al cuadro presupuestario que maneja el Gobierno –en lo que coincide también la presidenta de la Airef, Cristina Herrero– aconsejaría contener el entusiasmo que el Ejecutivo de coalición siente por ver que políticamente podrá sacar las cuentas adelante.
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