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Míster Cipriano

Melodías inconexas y discursos desafinados

«En las fiestas matrimoniales, qué quieren que les diga, abundan los caprichos más impredecibles y escasea lo simple y natural»

Alfonso Niño

Valladolid

Jueves, 26 de junio 2025, 06:55

Cuando me comunicaron, allá por enero, que a finales de junio tenía una boda en Alburquerque, lo primero que hice fue dirigirme a la aplicación ... de localización por si en un gesto de locura transitoria hubieran decidido trasladar las nupcias a Nuevo México. Después me aclararon que no, que se trataba del municipio enclavado en Extremadura, cercano a la frontera portuguesa y con un castillo pintoncillo. Del calor, mejor no hablar. No habíamos pasado Béjar y ya estábamos por encima de cuarenta grados, que es eso que los jienenses llaman 'calentar' y el resto de la humanidad calificamos de infierno terrenal. Ya saben que uno se casa donde dice la novia, y ella dijo que a las seis de la tarde del pasado sábado debíamos estar allí. La pareja se dijo un sí muy pimpante, la comida fue opípara y en el baile no sonaron demasiadas canciones de eso que ahora llaman cultura urbana y a lo que yo le quitaría la primera palabra. Es decir, todo de primera.

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